Are You Sure? ©Park ChanYeol ♥Tu. [COMPLETA]

«CAPITULO 3»

Narra _______

- ¿Que? - Sonreí, pues pensé que ChanYeol me hacia una broma.

- Soy el hijo del.. - dijo y lo interrumpi.

- si si Si, lo escuche... Pero... ¿Es verdad? - dije creyéndolo una mentira.

- Es verdad, digame... Señorita ______, ¿como quiere usted, que yo le pruebe mi verdad? - cuestiono el siendo muy formal, algo que no todos hacían.

- quiero ver la corona - dije entusiasmada, el me quedo mirando, ¿habra pensado de que la quiero robar?

- Lo siento, eso si no lo puedo hacer - se disculpo.

- Oh... Bueno, entonces llevame a las habitaciones donde los turistas no puedan ir - comente siendo algo mas razonable.

- De acuerdo, por favor... Sigueme. - sonrió y lo seguí unos pisos mas arriba.

Entramos a una habitación luego de caminar por una gran pasillo con varias puertas, había una cama, un gran ventanal con una vista enorme hacia los cerros verdes y una gran piscina en medio de un verdoso césped, el agua era celeste cristalina, hermoso todo. Los muebles que estaban en la habitación, eran muy bellos, con lindos tallados y bonito color.

- es... Muy hermosa esta habitación. - Sonreí mirando todo.

- Muchas gracias, es mi habitación.- sonrió el mirando por el ventanal hacia la hermosa vista con aquel cielo azulado.

- ¡¿Tu habitación?! - Dije impresionada. - mi casa entera cabe en la mitad de tu habitación,- Sonreí diciendo algo exagerado... Pero es que era muy grande.

El me miro seriamente - Lamento eso, cuando yo herede el trono... Las casas pequeñas, serán mas grandes. - comento y no pude evitar sonrojarme, es tan hermoso, y tan atento...

- no digas eso... Puede que no resulte - comente mirando al la alfombra de la habitación, que por cierto es sumamente suave

- Si me propongo algo, lo logro... - comento el y le Sonreí, luego de unas cuantas miradas sin ninguna palabra, el me llevo a las puertas del reino.

- Fue un placer conocerla, Señorita ______ - Hizo una reverencia y luego me miro.

- El ... Placer fue todo mio, príncipe ChanYeol - Sonreí haciendo una reverencia ante el.

Luego me fui a mi casa y todo lo que hice, fue sentarme en el sofá y suspirar.