Capítulo 21

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Este cap no es gran cosa.

El último día del año siempre me resultaba agridulce. Me gustaba recapitular los buenos momentos, y cuando recordaba el por qué lo hacía, me inundaba la pena de saber que no volvería a revivirlos, igual que no volvería a usar los mismos calendarios y agendas. El 31 de diciembre llegaba la hora de archivar, de hacer de los momentos recuerdos y prepararme para escribir la siguiente página con el nuevo qué año me brindaba la vida. Aunque esta vez no me sentía totalmente preparada.

El último día de ese año estaba siendo más agrio que dulce. Harry me había traído la mayor parte de esos buenos momentos, y tras lo ocurrido una semana atrás, no me gustaba tanto rememorarlos como debería. Por el contrario, era bastante doloroso.

Me senté con el periódico en la cocina a tomar un café, un periódico con una fecha que nunca más iban a imprimir. Había sido básicamente eso sobre lo que había reflexionado en mi paseo matutino y el motivo que me había llevado a dejarme un euro y medio de mis propinas en el quiosco.

Sabía que no vendría así que no esperé que lo hiciese. Ni el primer día, ni el segundo, ni el tercero y mucho menos el sexto. Admitiré que cuando supe que tenía un regalo para mí esa esperanza se iluminó a malas penas, pero ni el regalo de Navidad le hizo sonar a mi timbre. Lo habría devuelto o reciclado para algún cumpleaños, quien sabe. Era sólo un regalo para él, igual que había sido sólo un beso. Uno más.

No puedo decir que lo estaba pasando tan mal como cuando desapareció una semana sin dar explicaciones después de un "hasta mañana". Me sentía igual de miserable, pero al menos no tenía la eterna duda de por qué lo había hecho o de cuando reaparecería. Quedó todo mucho más claro, había tenido una charla (por muy corta que hubiese sido, fue una charla) y había sufrido un rechazo. Tenía además una experiencia anterior en la que basarme y lo había conocido más a fondo, así que podía deducir a ciencia cierta que Harry no volvería a buscarme a pesar de que, tal y como le recordé, sabía dónde vivía.

Había aprendido mucho ese año, de los tres que llevaba en Bélgica probablemente el que más. Me sentía realizada. Tenía nuevas recetas en mi repertorio, había conseguido muchos libros y material de dibujo gracias al Sr. Vermeulen, y pisé la biblioteca más que nunca desde que Amelle se había incorporado a la plantilla. Amelle. Ella había sido protagonista de muchas risas, llantos y tensiones en el corto plazo de tiempo que nos conocíamos. Así que daba gracias a ese año por traerme a una mejor amiga. También le daba gracias por mantener a Nina y a Marc a mi lado, por darme la oportunidad de conocer a Gemma y a Niall, por no hacerme perder el trabajo, estar sana, mantenerme viva, ayudarme a madurar. En mi mente estaba completamente agradecida por muchas cosas, pero la pérdida de Harry opacaba casi todo el agradecimiento de mi corazón. No era pronto para llamarlo pérdida. Era su procedimiento de actuación cuando quería deshacerse de alguien, sólo había que ver como evitaba a Brenda. De pronto me volví a sentir identificada con ella, era otra víctima del torbellino que era Harry Styles. Podía entender su rabia, su llanto y su necesidad de explicaciones.

Maldito.

—¿Quieres un croissant? —los ojitos de Nina asomaron por encima del periódico interrumpiendo mi lectura. No me importó, mi mente no estaba en ese periódico. Esbozó una media sonrisa, compasiva. Era evidente que algo me pasaba, había visto mi reflejo en el espejo la mañana siguiente al 25. Mis ojeras, mis ojos hinchados y la completa miseria en la que estaba sumida eran imposibles de ocultar. Sólo asentí, aceptando la pequeña bolsa de la confitería para sacar uno de los tres. El olor a mantequilla y hojaldre fue la mejor sensación después de aquella lamentable semana—¿Qué lees? —siguió preguntando.

Cierra los ojos (Harry Styles AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora