Capítulo III: El mismo sentimiento

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Narra Deis

Kendo y yo estamos en el estudio de grabación, viéndonos en vez de trabajar, pero es imposible no cruzar miradas con los  hermosos ojos verdosos intenso de mi esposito bello, estamos supuestamente  terminando una canción  cuando empiezo a sentir que mi pantalón se humedece y comienzo a tener unos fuertes dolores en mi vientre por lo que miro a Kendall y le digo:

-Amor al hospital ¡Ahora!

-¿Qué? ¿Por qué?-me dijo confuso-

-Sin preguntas rubio, mueve tu plano trasero, tus hijas ya vienenm  fuck ¡duele!

Él me mira asustado y me carga al auto para después de una hora llegar al hospital ¡argggg ya quiero que las niñas nazcan, realmente me duele mucho.

-A la sala de maternidad ¡ahora!-Dice la doctora- Tranquila. Srta.

-¡Hagan sus trabajooo!-Grito fuera de mí, la verdad es que me siento mal por mi reacción, ella no se merecía esto, pero el dolor es más que yo, es cada vez peor, solo quiero que mi niñas ya estén aquí ¡Ahhhhhh!

Narra Kendall

Una vez que estamos a maternidad, la doctora me dice que debemos hacer y le dice a mi pequeña lo siguiente:

-Okey Srta. Schmidt, debemos esperar diez minutos para que se dilate todo como debe ser y no haya riesgo alguno, porque son dos al mismo tiempo.

-¿Esperar? ¿Acaso está loca? ¡Así dice, que es doctora! ¡Maldita sea sáquelas ya!

-Srta. Yo soy la doctora y debe escucharme, no puedo hacerlo como guste está en riesgo-Dice la doctora firme-Debe esperar

-¡Que no maldición! ¡Que incompetente es usted, maldita sea, no está usted la que esta retorciéndose de dolor con un tractores en su ser.

-A ver Desi ¡Cariño suficiente!

-¡Queee!-me grita con sus ojos rojos-

-Nena, debes calmarte, es la vida de nuestras nenas y la tuya las que corren riesgos y de la que estamos hablando. Tú sabes muy bien que te dijeron que este embarazo era de alto riesgos, así que más cuidado debes tener-dije furioso-

-Pero me duele Kendo ¡Fuck, me duele horrible!-Llorando y yo me siento morir por dentro-

-Nena lo sé, de verdad que sí, mira ambos queremos a las nenas con nosotros pero debes ser paciente, no estamos para inventar nada, por favor, ¡No quiero perderte ni a ninguna!

-¡Bien amor, lo se y lo haré! Tampoco quiero dañar a nadie-le dijo arrepentida-

-Gracias mi amor-sonriendo y llorando-

-¡No llores por favor amor! Me destrozas el corazón verte así-Me dice-

-Es que no tolero la idea de que de perderte-le digo y me tumbo a llorar-

-Y no lo harás, ni a nadie, te lo prometo-Me dice y me besa-

Pasan los minutos y ya es la hora del parto. Veo a mi nena y tan solo con su mirada me dice todo, no necesita palabra alguna, estamos emocionados y asustados-

-¡Aquí estoy nena! Y no me iré a ningún lado ¡Jamás!-Ella me sonrió-

Tomo su mano y la doctora dice:

-Puje Srta. ¡Ahora!

Deis hace todo como se lo dicen, al pie de la letra y después de varias vece me dice agotada:

-¡Ya no puedo más! ¡Basta!-Llorando muy fuerte-

-No nena, tu puedes, falta poco...muy poco –Le dije dándole más mi mano –

-¡Duele, Ken, duele! ¡Por favor terminen con esto, ya!-Desesperada-

-Una vez más Srta.-Dice la doctora-

Lo hace con a poca fuerza que le queda y se oye un primer llanto, lo que hace calmarme.

-Una vez más Srta. Solo una vez más ¡Vamos!

Vuelve a hacerlo y el otro llanto se oyó, la vida regresa a mi cuerpo, veo a mi nenita recostada y agotada, aunque me sonríe y eso para mí es lo mejor de todo.

La doctora nos dice:

-¡Felicidades son dos hermosas mellizas! Esta sanitas, perfectas y completas.

Nos dan las niñas luego de hacerle las pruebas necesarias, las agarran súper rápido, como nunca, lo que la sorprende. Deis y yo nos vemos preocupados, pues no son chicas normales, porque tampoco los somos nosotros.

-¡Aquí tienen a...

-Rebeca Desirée Schmidt Villegas-Dice mi nena-

-E Isabella Mitchelle Schmidt Villegas.-Digo orgulloso-

Felices y contentas descansan mis nenas, luego de que la doctora, le explicara a Deis como alimentarlas y cada cuanto tiempo para dejarlas en sus cunitas, cerca de su mami, Dios estoy tan feliz que no se como reaccionar a esto pues soy padre primerizo, no entiendo lo que siento y sigo en shok, todo fue tan rápido que ni cuenta me di.

Hasta aquí el Cap

-Preguntas:

¿Qué tal les ira en su vida?

¿Qué ocurrirá ahora?

¿Cómo cambiaría su vida con este acontecimiento?

Lo sabrán en el sig. Cap

Young Blood: The New Generation of King (James Maslow y Rebeca Di Napoli) Comp.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora