Little talks.

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Escuché como la bolsa de tierra cayó ruidosamente al suelo, esparciéndose por doquier y maldije dentro de mi mente, ya que seguramente tendría que encargarme de aquello más tarde. Aunque no pude enfadarme del todo cuando tenía a Jaehyun frente a mí, su rostro llevaba una expresión de pánico y sorpresa, no dude en burlarme un poco de él y comencé a reírme.

- ¿Estas bromeando con que tu padre sabe sobre nosotros? -preguntó, su rostro ahora tomando un tono más pálido- ¿Va matarme, cierto?

- ¿Puedes calmarte por un segundo? - levanté una ceja- Si, lo sabe, pero dijo que no le importaba, todo estará bien. Ya lo conoces, es un hombre muy amable y compresivo.

-Ya lo sé, pero... ¿recuerdas esa vez que di mi opinión sobre que no me agradaba EXO? - tragó saliva- ¡No sabía que era una especie de fanboy de ellos o algo así! ¡Casi golpea mi cabeza con una maldita maceta!- se quejó un poco horrorizado- Desde aquel día entendí en que no debo hacerlo enfadar, es un buen hombre, pero da un poco de miedo...

Me acerqué y lo tomé por los hombros, le di un beso en la mejilla para que se calmara. Envolvió sus brazos alrededor de mi cintura y me abrazó por unos segundos.

-Está bien, Jaehyun. Realmente le agradas y sé que suele ser una caja de sorpresas, pero no es tan aterrador como piensas.

-Lo entiendo y estoy agradecido con que no haya causado problemas, no sé que haría sin ti a mi lado- posó un corto beso en mi mejilla y me sonrojé en un instante, sus labios posaron algunos más sobre todo mi rostro y me sacudí de un lado al otro, tratando de escapar de su alcance, pero no pude hacerlo.

- ¡Ven aquí! - exclamó y me pegó contra su pecho.

- ¡Ya, Jaehyunnie!- me quejé en un tono divertido- Hoy estas más meloso que de costumbre, ¿sucede algo?

Dejo de moverse y sus ojos viajaron por todo el lugar, su respiración se relajó lentamente y tardo un par de minutos antes de volver a responder, algo se sentía fuera de lugar.

- ¿De qué hablas?, estoy bien... no te preocupes- respondió calmadamente y mordió ligeramente su labio inferior- Es que estoy feliz, eso es todo.

-Yo también lo estoy- sonreí ampliamente- Pero ya conozco esa mirada preocupada, te lo he repetido miles de veces, puedes decirme si hay algo que te esta estorbando. ¿Sabes que me preocupo por ti, cierto?

-Ya lo sé y estoy diciendo la verdad...

Se acercó para besarme una vez más, pero lo detuve al poner mis manos sobre sus labios, eso lo sorprendió y reí sin parar.

-Nada de besos hasta que me ayudes a limpiar todo este desastre- señalé con ambas manos la tierra que había caído al suelo, todo gracias a Jaehyun.

Me di la media vuelta y escuché como un molesto Jaehyun gruñó algo cansado detrás mí, cuando se quejaba como un niño pequeño era algo tan divertido.

Froté mis dedos a lo largo del sedoso colchón. Apreté mi mejilla contra las frías almohadas de terciopelo. El edredón era suave y grueso, al igual que una nube ondulada. Sus brazos se envolvían a mi alrededor trayéndome una paz que nunca había conocido antes, una especie de calmante natural. Me di la vuelta y enterré mi rostro cerca de su cuello, sintiendo su respiración cálida cerca de mí, acaricié su cabello y aparté un mechón castaño que descansaba sobre sus ojos, lo hice cuidadosamente para que siguiera durmiendo tranquilamente, pero eso logró despertarlo y me estremecí un poco.

Aquellos ojos oscuros se encontraron con los míos y no pude evitar que esa sensación agradable se formara en mi pecho, estábamos envueltos en el calor de ambos y lo amaba completamente. Su mano apresó mi cintura y me acercó más a él, intentando que no escapara a ninguna parte, ciertamente no había manera de que lo hiciera. En medio de la oscuridad todavía podía admirar cada detalle de su rostro y sin dudas me quedaba sin aliento como si fuera la primera vez.

- ¿Por qué no estas durmiendo? - susurró somnoliento- Taeyong, deben ser como las tres de la mañana y  abrimos la tienda a las ocho, ¿recuerdas?

-Lo sé, pero no puedo dormir, déjame molestarte por un rato- respondí y acaricié su mejilla derecha, trazando algunas líneas con las yemas de mis dedos- Jaehyunnie, ¿puedo preguntarte algo?

-Por supuesto que puedes, pregúntame lo que quieras.

Se acomodó un poco más y descansó su cabeza sobre mi pecho, el aroma de su shampoo de coco invadió mis fosas nasales.

- ¿Qué sentiste cuando nos conocimos por primera vez?

-Hay veces en que pienso en ello y no consigo una respuesta exacta, no te conocía del todo, pero sentía una fuerte atracción hacia ti, aunque no sabía de que se trataba en aquel tiempo. Con el pasar de los días y meses, pude notar como nuestro vínculo se iba fortaleciendo y mis sentimientos crecían cada vez más, sentí miedo e inquietud, en que quizás las cosas entre nosotros no irían tan lejos como yo quería, pero por suerte no fue así. Caí por ti en un instante y estoy feliz de haberlo hecho.

-Realmente sabes como ponerme nervioso, ¿cierto? - pregunté burlonamente- Eres increíble.

Levantó su cabeza y sus ojos se clavaron en los míos por unos segundos, hasta que se recostó de nuevo y suspiró lentamente. Su pecho bajaba y subía nerviosamente.

-Hay algo que también debes saber, hoy notaste que actué algo extraño y creo que no hago un buen trabajo en ocultar ciertas cosas. Es que no sabía cómo decírtelo...

- ¿A qué te refieres?

-Como he aprobado mis exámenes finales y junte algo de dinero extra todos estos meses, he conseguido poder pagarme el viaje de intercambio que organizó mi universidad. Como estudiantes del profesorado de inglés, nos iremos un mes a Londres, aunque quisiera que fueran unas pequeñas vacaciones, pero lamentablemente no lo son- suspiró molesto- No quería que te enfadaras, he pensado en no ir...

- ¿Por qué? - pregunté sorprendido- ¡No puedes desaprovechar esa oportunidad!

-Es que...ahora estamos juntos e irme tan lejos sería un sufrimiento para mí, tan lejos de casa y de ti- respondió y negó con la cabeza- Dime que soy un estúpido.

-Eres un completo estúpido, tú mismo lo dijiste- sonreí ligeramente- Tienes que ir y no dejaré que no lo hagas, es algo que te servirá para ganar experiencia, además de que te has esforzado tanto todos estos meses.

- ¿No vas a extrañarme? - me miro y sus ojos destellaban con un ligero brillo, provocandome un nudo en la garganta.

-Por supuesto que lo haré, pero hablaremos por teléfono cada vez que puedas y también me enviaras algunas fotos. Estaremos bien, es solo por un mes, puedo aguantarlo, Jaehyunnie. ¿Cuándo te iras?

-Dentro de tres días...-respondió en voz baja, algo asustado- Lo siento, debí haberte avisado antes.

Entrecerré los ojos, actuando molesto, pero no pude hacerlo por mucho tiempo, ya que abultó sus labios y su rostro se asemejó a un pequeño perrito. No podía luchar contra eso.

- ¡Ah, esta bien!- exclamé algo derrotado- ¿Necesitas comprar algo más antes de irte?

-Creo que necesito algo de ropa abrigada, los días en Londres suelen ser lluviosos la mayor parte del tiempo.

-Entonces iremos mañana, después de que termine nuestro turno, ¿qué te parece?

Jaehyun asintió con la cabeza, con una gran sonrisa plasmada en su rostro. Comencé a sentir que nuestras pequeñas conversaciones de madrugada, surtían efecto en mí y mis ojos se sintieron pesados. No dijimos nada más y me di la vuelta, pegó su pecho contra mi espalda y posó un corto beso en mi cuello.

-Tan sólo por un mes...-murmuró ya dormido y solté una pequeña risita.

La idea de no tenerlo a mi lado por un tiempo, no era algo tan lamentable y pensé en que podría aguantarlo. Pero, ¿qué sería sentir la ausencia de aquella sonrisa todas las mañanas? 

Say It (JAEYONG)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora