No dude en soltar una tímida risa que luego se volvió un tanto ruidosa, algo de lo que no estaba acostumbrado hacer. No pude evitarlo, ya que tenía una imagen bastante graciosa frente a mí y ya sentía como mi estómago comenzaba a doler. Jaehyun me observaba pasmado, vestía una camisa y pantalones de color blanco. En sus manos llevaba puesto unos guantes de color amarillo bastante llamativos, cuando su mirada se tornó un tanto amenazante, me callé al instante.
- ¿Qué es tan gracioso? - preguntó irritado- Llevas riéndote como 15 minutos sin parar.
-Lo siento, Jaehyun- rápidamente limpie una lágrima que bajaba por mi mejilla- Es que hoy estas todo de blanco y esos guantes amarillos son algo trágicos, ¿por qué los tienes puestos?
- ¿No es obvio? -rodó los ojos- Para trabajar mucho más cómodo, no quiero que mis delicadas manos se corten con alguna espina.
-No puedes usar ropa blanca aquí, estamos en medio de polvo y tierra por doquier. Hay veces en que debemos acomodar las bolsas de tierra fresca y todo termina en un completo desastre- sonreí de nuevo, aguantando la risa- Esos guantes son iguales a los que utilizo para limpiar en mi casa, aquí tenemos algunos aptos para el trabajo, aunque no los usamos muy a menudo.
Me acerqué al mostrador y busqué debajo uno de los delantales restantes, yo utilizaba uno de color azul y debía darle a Jaehyun el de color rojo, seguramente se le vería bien. Cuando ya lo tenía en mis manos se lo ofrecí y sin dudarlo lo tomó, trato de ponérselo, pero no podía atar la parte trasera.
-Te ayudaré, no te preocupes- dije amablemente y me coloqué detrás de él, mis manos acariciaron las finas tiras y las fui ajustando, mis ojos a veces se posaban en su pálido cuello, me pregunte como se sentiría rozarlo con mis dedos. Mi mente ya comenzaba a imaginarse cosas sin sentido así que volví a la realidad, lo ajuste un poco más y le pregunte si estaba bien, Jaehyun solamente asintió con la cabeza.
- ¡Ya estás listo!- exclamé- No creí que sería de tu talla, pero quedo perfecto.
- ¿Me veo increíble, cierto? - preguntó en un tono orgulloso.
-Si, pero yo me veo aún mejor- sonreí y le di un pequeño golpe en el hombro, aunque llevábamos poco tiempo conociéndonos, no cabían dudas de que nos llevábamos bastante bien.
Había venido para cubrir el turno de las 9:00 am hasta el mediodía, por suerte no tuvimos tantos pedidos así que tuve tiempo de enseñarle algunas cosas. Le enseñé como armar un ramo de flores, algo bastante sencillo para empezar. Agarre un papel de color rojo, un lazo blanco y un par de rosas blancas y margaritas. Lo hice en cuestión de segundos y noté como sus ojos brillaban con sorpresa y admiración, no lo entendía.
-Eso es asombroso- aplaudió alegremente- Se ve muy bonito, no creo que pueda hacerlo como tú.
-Es una tontería, nada de otro mundo. Acércate- lo agarre por los hombros- puedes hacer el mismo si quieres, yo te estaré observando.
Me coloqué frente al mostrador, con la mirada fija sobre sus manos que parecían un poco inquietas.
- ¿Por qué siento demasiada presión? -preguntó nervioso- Es como si mi vida dependiera de esto- exageró en un tono divertido.
- ¡De verdad que tienes sentido del humor! - comencé a reír- Eres gracioso, eso me agrada.
Espero por unos minutos y comenzó a hacerlo, trate de ayudarlo y no me lo permitió. Dijo que podía hacerlo solo ya que era algo bastante fácil, así que levanté las manos y volví a mi posición anterior.
- ¡Ya lo termine!- exclamó entusiasmado- ¿Aceptarías este ramo? - lo acercó a mi rostro y no pude evitar sonrojarme, me pregunté porque tenía que actuar de forma tan tierna.
Podría decir que disfrute de ese momento hasta que vi el desastre frente a mis ojos, no entendía como alguien podía arruinar un simple ramo de flores. El papel estaba todo arrugado y algunas hojas y pétalos caían por los costados sobre el mostrador. Sonreí disimuladamente y asentí con la cabeza repetidas veces, haciéndole saber que había hecho un buen trabajo aunque era todo lo contrario. Pero no podía caer ante esa preciosa sonrisa y aquellos hoyuelos en sus mejillas, mi pecho comenzaba a doler cada vez que sus ojos se cruzaban con los míos desde cada esquina del lugar. Aquella sensación era agradable y dolorosa a la vez, no estaba seguro de como explicarlo.
- ¿Puedo decir algo que he notado sobre ti? -preguntó Jaehyun, clavándome la mirada una vez más y se inclinó un poco más cerca.
- ¿Qué cosa? - pregunté y estuve a punto de tartamudear, su cercanía me ponía bastante inquieto- Espero que no sea algo malo.
-No te preocupes, no es nada de eso- suspiró- Pareces estar en tu propio mundo cuando te concentras, eres bastante dedicado en lo que haces y eso es algo bueno. También eres alguien con quien puedo hablar fácilmente, ya sabes, nunca me sentí incomodo contigo, aunque no nos conozcamos del todo. Debes ser alguien que tiene muchos amigos...
- ¿Eso piensas de mí?, muchas gracias- le agradecí con una tímida sonrisa- Aunque no estoy tan seguro de la parte en que tengo muchos amigos, solamente tengo dos que conozco desde pequeño. Uno de ellos se llama Doyoung, es algo gruñón pero es muy buen chico, siempre esta allí para mí. El otro se llama Johnny y últimamente parece más un extraño que mi amigo desde hace años, conoció a un chico en la universidad hace unos 3 meses y comenzaron a salir desde entonces, no piensa en alguien más que no sea él, se ha alejado bastante de Doyoung y de mi debido a eso- suspiré molesto- No entiendo que es tan bueno del amor, es algo que te pone estúpido y te hace actuar de manera extraña, ¿quién tiene tiempo para ese tipo de tonterías? - me quejé y Jaehyun soltó una risita.
- ¿Alguna vez has experimentado el amor? -preguntó curioso- Aunque no es la gran cosa, es decir, tiene sus ventajas y desventajas. En los momentos de dolor y miedo, puedes recurrir a esa persona que, con tan solo con su presencia, te hace olvidar de algunas cosas- hizo una pausa- No es tan malo, deberías darle una oportunidad.
-No es algo que necesite tampoco...-respondí fríamente- No estoy hecho para ese tipo de cosas.
-Nunca lo sabrás si no lo intentas...- dijo acercándose de nuevo, tenía su rostro a unos pocos centímetros, pero la pantalla de su celular se ilumino debajo de los bolsillos de su delantal rojo. Me alejé y busqué con la mirada el reloj con desesperación, ya era hora de que su turno terminara. Sus ojos ya no se concentraban en mí y su voz tomaba un tono más cálido, estaba seguro de con quien estaba hablando y mi garganta se secó por unos momentos, sentía una molesta sensación en mi pecho que no podía ignorar.
Jaehyun cortó la llamada y se dirigió una vez más a mí, agarró su bolso y dejo su delantal sobre el mostrador. Se quedo en silencio por unos segundos, como esperando para decir algo más pero simplemente no lo hizo, solamente se fue acercando a la puerta.
-Adiós Taeyong, nos vemos el viernes- dijo rápidamente, saludo con la mano y se fue.
-Adiós...Jaehyun- susurré para mí mismo.
Quizás quería experimentar lo que era el amor, pero no podía hacerlo ya que había caído ante la persona equivocada, alguien que justamente no se fijaría en mi como lo hacía con ella.
¿Cómo podría competir contra eso?
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Say It (JAEYONG)
FanfictionMi cuerpo es débil al tratar de alcanzarte, mi corazón duele al ver que no logras escucharme, quizás no soy alguien tan importante. ¿Por qué simplemente no lo dices?