Sweet.

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  El aroma a mantequilla de Noir's flotó tentadoramente debajo de mi nariz, con gratitud arrancó un pedazo de pastel de la canasta, haciendo una mueca de dolor debido a que todavía se encontraba caliente. Le di una mordida y me sorprendí como la esponjosa superficie se deshacía suavemente entre mis dientes. Siguió un crujido de nueces, de lo que se podía suponer que se trataba de algunas capas de almendras, finamente cortadas y desplazadas en la parte de arriba. Era diferente a todo lo que había probado antes, usualmente la Sra. Henkins me preparaba aquel delicioso pastel de manzana, pero esto había sido una total sorpresa. Tampoco podría decir que fue una sorpresa debido al nuevo sabor que sentía en mi paladar, sino quien me lo había traído hasta mis manos.

Sus orbes de color café centelleaban con un brillo malicioso que se notaba junto a las sombras que rodeaban su iris. Brillaban con una pizca de humor y de diversión, no podía pasar desapercibido. Sin embargo, podía notar que poseían algo de tristeza tratando de opacar su felicidad. Pero cuando él sonrió, aquellos destellos alegres se hicieron presentes, al igual que sus tiernos hoyuelos formándose en sus mejillas. No podía entenderlo en absoluto y quizás él tampoco estaba consciente de lo bello que era, yo era el único que era capaz de darse cuenta de aquello.

-Jaehyun, gracias por compartir el pastel conmigo pero... ¿no es algo que deberías hacer con tu novia?- pregunté mientras le daba un último mordisco- No era necesario que hicieras esto, eres muy gentil.

- ¿Crees que fue algo raro que trajera un pastel para ti? - preguntó- Pensé que sería una buena forma de agradecerte por lo del otro día, a ella absolutamente le encantaron las flores- sonrió de nuevo.

-No creo que haya sido raro, es que no suelo recibir regalos ni en mi cumpleaños...así que esto fue una total sorpresa. Muchas gracias, de verdad- le agradecí con una sonrisa- Aunque sabes que yo solo lo hago porque es mi trabajo.

-Ya lo sé pero eres un buen chico, puedo notarlo y aunque solo te he visto dos veces. Bueno, más de dos veces en realidad- reafirmó- Creo que esa cabellera rosada no pasaba desapercibida en aquellas mañanas dentro del tren.

- ¿Me has visto dentro del tren? -pregunté sorprendido- Yo jamás te he visto a ti...

Mentiroso.

- ¿Debería teñirme el cabello de rubio? - preguntó divertido- Quizás de esa forma pueda atrapar la atención de los demás.

-No creo que el rubio sea tu color, además te ves bien así como estas- respondí.

Debería dejar de mentir.

-O....Podría teñírmelo de negro, he tenido ganas de hacerlo desde hace un buen tiempo. Aunque hay un problema, mi novia me dijo que me vería bastante sombrío.

- ¿Eres de esas personas que se dejan llevar por los comentarios de los demás? - pregunté curioso- No sueles parecer de ese tipo, además tu novia no puede prohibirte nada. Yo creo que se vería bien en ti, eres casi tan pálido como las orquídeas blancas de aquella esquina, resaltarías bastante- me sonrojé en el momento que una pequeña risa salió de sus labios.

-Creo que ya se nos hizo costumbre compararnos con flores, ¿no lo crees? Pero es algo gracioso y....lindo ciertamente.

- ¡Ya para! - reí igualmente- Lo siento, pero cuando has estado en este negocio desde hace mucho tiempo, te vuelves algo demente con las flores. Ya estoy cansado de verlas, aunque las considere lo más bonito que han visto mis ojos.

La puerta se abrió, dejando sonar la pequeña campanilla sobre ella. Era mi padre, sujetando varias cajas y llevándolas hacia un costado. Se quejó al tocarse la cintura y volteo a verme, con los ojos bastante cansados.

- ¡Taeyong, ven y ayúdame!- exclamó- He conseguido lazos nuevos y otros materiales, muy pronto nos traerán los claveles amarillos para la boda pero quiero que te encargues de ello, debo hacer unas entregas fuera de la ciudad. ¡No debería encargarme de eso, cuando ellos pueden venir a buscarlos por si mismos! - suspiró molesto- Ah...como necesito unas vacaciones. Quizás deberíamos poner un cartel fuera de la tienda, ya sabes, para buscar un ayudante. Sé que tú no puedes solo con todo esto.

- ¡Oye! - exclamé algo molesto- Me he encargado a la perfección en estos últimos días- dije orgulloso.

- ¿Por qué estas tan seguro de ello? - entrecerró los ojos y se cruzó de brazos- Me han llamado y avisaron de que tres pedidos no han sido completados en las últimas semanas y si mal no recuerdo...te he dejado a ti a cargo.

-Pensé que habían sido cancelados, he llamado varias veces para confirmar los pedidos pero nunca atienden el teléfono- rodé los ojos- En fin, creo que eso sería una buena idea. Un poco de ayuda no estaría mal.

Mire hacia un costado y Jaehyun seguía allí, observando la situación silenciosamente. Me había olvidado completamente de su presencia porque ya me encontraba irritado por los regaños de mi padre.

- ¡Disculpe! - exclamó Jaehyun- ¿Qué requisitos se necesitan para conseguir trabajo aquí?

-No he notado que un cliente ha estado aquí con nosotros, lo siento. No pedimos mucha experiencia, pero solamente que estés disponible por las mañanas y algunos días a la tarde, además mi hijo es el encargado así que su trabajo es ayudarme. ¿Por qué lo preguntas?

-He estado buscando algún trabajo de medio tiempo, la universidad me ha estado generando bastantes gastos y necesito algo de dinero... ¿Es posible que pueda conseguirlo?

Mi padre lo observó de pies a cabeza, el silencio se hacía más incómodo con el pasar de los minutos. Yo también me encontraba más que inquieto debido a esa sorpresiva propuesta, no sabía como reaccionar.

-Te veo el martes por la mañana, tómalo como un si- dijo finalmente- Taeyong, encárgate de enseñarle todo lo que sabes, ahora debo irme de nuevo- se dio la vuelta y se acercó a la puerta- Espera...¿Como te llamas?

-Jaehyun, señor- respondió tímidamente- Ese es mi nombre...

-Es lo único que necesitaba saber, luces un poco más responsable que mi hijo así que espero que hagas un buen trabajo, nos vemos- saludó de nuevo y se fue. 

-Oye, eso fue demasiado fácil- dijo atónito- ¿No crees que tu padre debería desconfiar un poco más? 

-Lo mismo digo, pero seguro le agradaste sin conocerte. A mí también me agradas- susurré por lo bajo- Digo, ¿a quién no le agradaría alguien que te trae un poco de pastel? - reí bastante incómodo y avergonzado.

-A mí también me agradas, Taeyong... - sonrió- Especialmente tu cabello rosado- agregó.

Me sonrojé y traté de ocultar el color rojizo que tomaron mis mejillas en ese momento, con cada cosa que decía me ponía absolutamente nervioso. Me encontraba algo feliz, ya que iba ser capaz de pasar más tiempo junto a Jaehyun, no solo había caído ante su belleza, sino por su persona.

Definitivamente quería conocerlo aún más. 

Say It (JAEYONG)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora