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Llegamos a la casa Yazzie y Sophie nos recibió ansiosa.

— ¿Y que les dijo?

— Nos ha permitido quedarnos— dijimos con una sonrisa y Sophie nos abrazó.

— Oh, que alegría, chicos. —Nos soltó y se sentó de vuelta en el sofá. — Perfecto, ¿No les molestara compartir habitación? Es que no hay muchas habitaciones, contando la de los chicos, Fred, y la que comparto con Jackson, solo queda la de visitas, que sería la de ustedes ahora.

— A mí me parece bien ¿y a ti Vanesa?

— Si, también, supongo... Pero te advierto Sophie que si el enano ronco me vendré a dormir al sofá.

— ¿Cómo? ¿Tú no sabes si tu hermano ronca o no? —Negué— ¿Cómo es eso?

— Es que como sabes, nuestra madre es bruja, y crea barreras en las habitaciones que se activan de noche, haciendo que ningún sonido salga de ellas... Fred dijo que las empezó a poner cuando él tenía como 2 años; Nosotros aun no nacíamos.

— Oh, ya veo... Bueno, querida, si quieres le pregunto a Alex si puedes dormir con él. Después de todo son mates y yo quiero nietos—Yo abrí los ojos como platos y Matteo se carcajeo a mi lado.

— ¿Pero eso no es un poco... Inapropiado?

— Entre algunas familias de lobos no lo es, querida. ¿Le pregunto?

— No, no sé moleste; Me aguantaré los posibles ronquidos del enano...

Uy, hermanita...Ya te querían desvirginar... ¡Y TU PROPIA SUEGRA!...

Ya, enano, no molestes...

¿Qué? Yo nomás digo lo que ella, nada más...

—Los chicos Llegaran pronto y les informaremos la noticia.

— Apropósito ¿Dónde está mi cuñada, Sophie? — Matteo me pego un codazo y yo se lo devolví; Sophie se rió ligeramente de nosotros.

— Fue con Frederick a buscar a Alex.

— ¿Y mi suegro? —Sophie soltó una carcajada ante el comentario.

— Tu suegro está trabajando y volverá por la tarde... Oigan, y ¿Ustedes volverán a ir a la escuela?

— No, Sophie, no podemos volver... Por suerte yo casi termine mis estudios y podré seguirlos en línea o algo, pero no puedo salir de la manada. Matteo mucho menos, porque no me arriesgare a que sepan siquiera que existe.

—¿Cómo es eso?

— Lo que sucede es que Matteo nació acá, en Nuevo México, yo nací en Quebec, Canadá, y Fred nació en Inglaterra, de donde es mamá.

—¿Como llegaron hasta aquí?

—Bueno... Cuando descubrieron que mamá tuvo un hijo con un vampiro, o sea un híbrido, se mudaron a Quebec, nací yo y al poco tiempo descubrieron a Fred, por lo que nos mudamos aquí a nuevo México y después nació Matteo. Y según la aparente tradición, en un par de años tendremos que mudarnos de nuevo quien sabe por que, quizás porque Matteo sea descubierto o no sé sinceramente.

—Vaya... —De pronto la puerta se abre de golpe y entra Tara corriendo.

— ¡JA! ¡Gane tortugas! —Grito ella sacándoles la lengua a Alex y a otro chico.

— Eso no se vale... a ti te trajo don colmillos y super velocidad...—Dijo el chico sin aliento.

—Ay, ya no te quejes tanto, Miguel...

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