La escena era algo confusa, había demasiadas emociones en una sola habitación. En una esquina, estaba Jon riéndose a más no poder. Frente a la mesa estaba Ryan, acariciando su hombro tratando de calmar el dolor y junto a él Spencer, con el ceño fruncido y visible enojo. Por último, estaba Brendon, de pie a unos pasos de la puerta, sin reacción alguna.
―¿No entré a la banda? Oh, bueno, no se preocupen. Estoy bien. Les deseo suerte.―Dio un giro y salió por la puerta. Los tres chicos dentro lo observaron confundidos, y lo dejaron ir.
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Brendon iba camino a su casa. No estaba triste, decepcionado o algo así. Estaba confundido, porque lo había visto. Había visto el brillo en los ojos de Ryan. No estaba tan loco como para haber imaginado eso, ¿o sí? Pero de todas maneras, no había audicionado por él. Audicionó porque quería participar de aquello. Quería estar en una banda, y sentir lo que es crear música con alguien más. Todas las canciones que había escrito, todas las veces que había tocado, lo hizo solo. En realidad, nadie lo había escuchado cantar aparte de esos dos chicos y su madre. Ella fue la que lo incitó a hacerlo, a desahogarse a través de la música. Cuando era pequeño, solían cantar juntos cuando su padre no estaba en casa. El recuerdo más feliz que Brendon tenía de su infancia, era su madre cantándole Somewhere Over the Rainbow en las noches en las que no podía dormir. También le había enseñado a tocar el piano, él aprendió guitarra por su cuenta. Extrañaba tanto esos momentos. Lástima que su mamá ya no está allí para cantarle.
Pensar en aquello lo ponía algo emocional, y ahora sí se sentía triste por no haber entrado a la banda. ¿Qué había hecho mal? Cantó con todo su corazón ahí, de eso estaba seguro. Quizás Ryan no quiso. Que se vaya a la mierda, puede ser hermoso, pero no importa. Es un idiota. Un idiota muy lindo, pero idiota después de todo. Ugh, odiaba a Ryan Ross.
―¿Brendon? ― dijo una voz agitada. Volteó para ver a Spencer, sonrojado por tanto correr. ¿Qué hacía ahí? Ya la pasó bastante mal.
―¿Qué?― Contestó lo más casual que pudo. Spencer suspiró, intentando recuperar la calma.
―¿Estás perdido?
―Hey, tampoco estoy tan mal por no haber quedado en la banda como para estar perdido, ¿sabes? ―Atacó, sintiéndose ofendido.
―Eh, no me refiero a eso. Me refiero a sí estás perdido, si no sabes cómo volver a tu casa. Además, vine a buscarte para hablar de la banda.
Brendon levantó una ceja, mostrándose curioso, ignorando que hace un momento había sido completamente ridículo ―Bien, dime.
―Fue una broma que Ryan y Jon planearon. Definitivamente estás en la banda. Lo que hiciste allí fue increíble amigo, te adueñaste de mi garaje ―Rió. Brendon sonrío, muy poco. No le cayó bien la idea de que haya sido una broma. Fue algo cruel.
Ya habían empezado con el pie izquierdo. Pero al menos, Spencer era agradable, Ryan lindo y Jon... no lo conocía casi nada como para decir algo sobre él. Sólo sabía que tocaba el bajo y que su nombre era Jon Walker. Aunque también parece agradable.
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Sábado a las 10 p.m.
Ryan se remueve en su cama, tratando de recordar el sueño que había tenido. Sólo recordaba que se encontraba en un circo, y llevaba una túnica roja. Oh, y Brendon estaba allí. Pero no hacía nada, sólo estaba allí. No es la primera vez que soñaba algo así. Una vez había soñado que despertaba siendo pequeño, como Paul McCartney en la película "Help!". Sólo que él no luchaba contra científicos locos junto a John Lennon ni se bañaba en café, sino que corría sobre un vinilo. Ese sí fue un sueño raro.
Hoy Spencer había organizado un ensayo de la banda. No tocaron juntos, no tienen un nombre, casi no se conocen y no habían hablado casi nada. "Pero así comienzan las bandas." Pensó, rogando que se conecten musicalmente y todo funcione. Recordó lo ocurrido ayer. La broma. Y también rogó que las cosas no fuesen más incómodas de lo que ya son con Brendon. Se arrepentía, y debía hacerlo. Se notó que lo lastimó. Aunque más que una broma de mal gusto, fue una prueba para ver cómo reacciona a situaciones así.
Tomó un baño, se puso su típico chaleco marrón con una camisa de estampado floral, tomó su mochila, su guitarra y empezó a caminar hacia la casa de su amigo.
En el camino encontró a Jon. Al principio, no le caía bien, sinceramente. Parecía una persona demasiado alegre y divertida, ese tipo de persona que siempre es el alma de la fiesta y que puede robar a todos tus amigos si quisiera. Y eso lo asustó, perder a Spencer. Él parecía demasiado emocionado sin razón alguna, o quizás él desconoce la razón mientras Spencer la sabe y no se la dice. ¿Desde cuándo había secretos entre ellos?
Dejando eso de lado, Jon hizo que el camino fuese más llevadero. Contó un par de chistes e intentó conocer a Ryan, el cual se negó totalmente con la excusa de que su vida es totalmente básica. Lo que puede que sea cierto. Jon le contó sobre su familia, sus bajos, sus gustos musicales (que fue lo único que Ryan escuchó atentamente) que por cierto eran muy similares a los de Ryan, y sobre qué tan emocionado está por empezar.
Al llegar, se encontraron con un Brendon lleno de energía y un Spencer feliz pero calmado. Jon se dirigió rápidamente a los brazos de Spencer, y le dio un amistoso abrazo. Ahora Ryan sospechaba más.
Le tocaron el hombro. ―Ryan, disculpa, pero al parecer eres el líder de la banda y quiero saber qué puesto voy a ocupar. Según Spencer, estabas dudando sobre quién iba a ser el cantante. Yo no tengo un problema si quieres serlo, puedes hacer lo que quieras, es tu banda. No voy a pedirte que me elijas como el cantante.―Dijo dudoso y con un temblor en la voz conocido como nerviosismo. Este no era el Brendon que había llegado a conocer. ¿Por qué cambió tanto de un día al otro?
Ryan suspiró. ―Hey, tranquilo. Esta no es mi banda. Desde ahora esta es tu banda también, es nuestra banda. De nosotros dos, y de ellos dos. ―Señaló con la cabeza a los otros chicos que estaban entretenidos teniendo una conversación ― Tienes tantos derechos en esta banda como los tengo yo, nunca dije que sería el líder. Y siendo completamente sincero, cantas mucho mejor que yo. Así que, ya sabes lo que eso significa.
Brendon dio una respiración profunda y envolvió sus brazos alrededor del chico castaño.
Y todo se detuvo.
¡Hola! bueno, como pueden ver arriba, hice un booktrailer. Espero que les guste ahre
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seventies ; ryden
FanfictionRyan Ross pasa sus días sentado en un banco detrás del mostrador de una polvorienta librería mientras sueña con estar en una gran banda. Hasta que un chico pelinegro se asomó por la puerta, dándole un giro de 360 grados a su vida, y a su sueño.