La primera semana de marzo no sólo limpió las calles londinenses con constantes días lluviosos, sino que también trajo una enorme ola de inspiración consigo. Las últimas composiciones de Ryan se sentían planas y sin vida, lo que podría haber sido causado por la gran presión que los productores pusieron sobre ellos los últimos días.
El mundo de la música había dado un giro inesperado con el lanzamiento del último álbum de Pink Floyd, 'The Dark Side of the Moon". Las listas y las reseñas en revistas como Melody Maker, demostraban el gran éxito del álbum, no sólo en el Reino Unido sino que en todo el planeta.
Aunque los cuatro adoraron el álbum y se vieron totalmente inspirados a experimentar con diferentes sonidos, la disquera comenzó a presionarlos más. Hasta el punto de insinuar que deberían crear "el próximo The Dark Side of the Moon", lo que era poner la vara muy alta para un pequeño grupo de chicos de Blackpool que todavía no tenían un amplio conocimiento de la industria ni un alto presupuesto para darle vida a las ideas en sus cabezas. Esto trajo una frustración y miedo terribles, especialmente para Ryan, que siempre fue el más inseguro y perfeccionista.
Su gran apoyo continuaba siendo Brendon, pero él también estaba un poco asustado por la incertidumbre de su futuro como banda. Comenzaron a buscar inspiración en películas, novelas, el invierno, la primavera, el rojo y el dorado. En todo lo que fuera remotamente atractivo para sus almas.
El mayor deseo que tenían era ser capaces de captar sus esencias en la música que creaban. Dar un fuerte impresión, hacer algo innovador, no copiar una obra maestra que había sido lanzada unos pocos días atrás. Eso sería, literalmente, un suicidio musical. Querían ser recordados por crear algo propio, no por un descarado y notable plagio.
Lo que definitamente inspiró a Ryan de aquel álbum fue el concepto de la luna. Comenzó como garabatos en su cuaderno, canciones sin significado que tardaban en tomar forma y terminó en poemas escritos durante una madrugada de reflexión.
Aquella noche a las 4 a.m., en la que el insonmio había afectado no sólo a Brendon, tuvieron una larga conversación sobre sus vidas previas a conocerse. Ryan no era muy bueno hablando, pero sí que podía escuchar. El pelinegro habló de muchísimas cosas, tenía millones de aventuras que contar, pero fue una de ellas la que más captó su atención: su madre.
El amor más puro se desprendía de cada palabra que él decía, una sonrisa se escapaba de sus labios al recordar cada anécdota y el brillo de sus ojos opacaba a cualquier reflector. Y definitivamente, a cualquier estrella.
Y en ese mismo momento, con la luz presente en la mirada de Brendon que había quedado registrada permanentemente en su mente, tomó el lápiz más cercano y empezó a escribir sobre las amarillentas hojas.
El niño esperaba a la luna,
cada noche hasta la una.
Su rostro se bañaba con su blancura
mientras la miraba con dulzura.Las estrellas la acompañaban
cuando las nubes no aparecían
y aunque con belleza brillaban
como la luna nunca serían.Una noche la luna no apareció
y bajo la luz de una vela
el niño escribió una carta
dedicada a ella."Oh, querida luna
¿mañana me visitarás?
con la noche tan oscura
no he podido soñar
pero sé que cuando vuelvas
tú me iluminarás."La noche siguiente, ella apareció
y con su destello iluminó
el niño finalmente sonrió
y al cerrar de sus ojos,
con ella soñó.Y luego de plasmar cada rima de su cabeza en el papel, dejó que ese poema diera vueltas por su cuerpo, deseando con todo su corazón algún día encontrar a alguien que sea su propia luna.
Si tan sólo Ryan viera a su alrededor.
● ● ●
Spencer había construido una hermosa amistad con Jon. Era de aquellas donde podías hablar sobre cualquier cosa, y siempre te sentirías escuchado y comprendido. Era de esas que te inflaban el pecho con una calidez enorme, como uno de esos abrazos que cada tanto son necesarios para seguir viviendo.
En otras palabras, una amistad soñada.
No había discusiones ni conflictos, sus cabezas funcionaban de una manera similar y siempre estaban en un común acuerdo. Pero, tanta perfección en una amistad a veces llega a ser aburrida.
Y más cuando tu mejor amigo es nadie más que el mismísimo Ryan Ross. Que, aunque fuera un excelente amigo que siempre estaba a su lado, era su total opuesto. Lo que los llevaba a discutir mínimamente ocho días a la semana. Sí, ocho.
A pesar de todo, era divertido. Podían pasar horas discutiendo para llegar a un punto en el que ambos comenzaban a perder sus orgullos y reírse de lo ocurrido, para que las discusiones finalmente se convirtieran en divertidas anécdotas.
Si hay algo que Spencer conocía perfectamente de su mejor amigo, es que el nivel de dramatismo que corre por sus venas es extremadamente alto. Sí, luego de meditarlo llegó a la conclusión de que estuvo muy mal dejarlo plantado en medio de una ciudad desconocida. Pero al menos estaba con Brendon.
Él lo sabía, no era tan ciego. Es más, creo que toda persona fácilmente lo notaba. Estaba totalmente consciente de que algo estaba creciendo entre ellos, Ryan nunca se vio tan cómodo con alguien que no sea Spencer. Y a lo único que veía con destellos en sus ojos era a sus vinilos o a su guitarra, nunca a una persona. Hasta que conoció a Brendon y finalmente pudo ver un poco de esa chispa aparecer.
Por lo tanto, él sólo cumplió con su deber como mejor amigo. Debía darle un pequeño empujón para que su amigo fuera capaz de descubrir un sentimiento diferente, de abrirse al mundo y dejarse llevar por sus emociones. Pero al parecer no funcionó tan bien como lo había proyectado en su imaginación.
Lo bueno de la situación es que ahora su confianza hacia Brendon aumentó, y él sabía que nadie más que Urie iba a ser capaz de romper el duro caparazón que Ryan había construido por tantos años.
Pero nunca imaginó que la situación escalara tanto como para que Ryan no quisiera hablar con él en un mes.
Debía solucionar lo que arruinó, pero lamentablemente, su amistad cada vez se ve más y más como un lejano recuerdo.
hola después de literal casi un año!!! lamentablemente el 2019 fue el año más pesado de mi existencia, tuve muchísimas cosas para hacer todo el tiempo y casi no tenía tiempo para darme un respiro.
creo que este año no va a ser muy diferente al anterior, porque este año finalmente empiezo la universidad!! cosa que es emocionante pero terriblemente aterradora. con todo mi corazón deseo poder seguir escribiendo esta historia, la he alargado mucho y a este punto parece que no va a terminar nunca. me costó mucho volver a escribirla, porque literalmente me había olvidado de todo lo que escribí anteriormente. no es el mejor capitulo, pero realmente espero poder escribir todo lo que he preparado estos años para subirlo en los próximos días. tarde pero feliz año nuevo y ojalá disfruten el capitulo!!!♡
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seventies ; ryden
FanfictionRyan Ross pasa sus días sentado en un banco detrás del mostrador de una polvorienta librería mientras sueña con estar en una gran banda. Hasta que un chico pelinegro se asomó por la puerta, dándole un giro de 360 grados a su vida, y a su sueño.