Ya viene el bebe.

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-Y bien, llegamos a casa.-dijo andrés mientras estacionaba el auto.
salió del área del piloto y llego rápido hasta mi puerta, la abrió y me ayudó a bajar del auto.
abrió la puerta de nuestra casa y entramos.
-Arrrg mi espalda esta matándome.-gruñí mientras me sentaba  en el sofá.
-¿Tienes apetito?.-Pregunto desde la cocina.
-No, siento náuseas.-
me miró preocupado.
-Por lo menos ¿una manzana?.-dijo enseñándome la mazana roja.
-¿Eres la anciana de blanca nieves?.-dije divertida.
Hizo un gesto de malvado y comencé a reír, pero sentí un fuerte dolor en mi vientre que me hizo chillar de dolor.
andrés se alteró y comenzó a temblar.
-¿Estás bien?, ¿qué pasó?,¿te duele?.-
negué con la cabeza al dejar de sentir el dolor.
-No, estoy bien. quizá me he reído mucho hoy.-dije alzando los hombros y dándole una mordida a la apetitosa manzana.
el teléfono de Andrés nos hizo saltar y corrió a contestar.
-¿Ahora?.-me miró.-Debo estar al pendiente de mi esposa está en los últimos días de....-
-Andrés.-lo llame.-Ve hazlo que debas hacer, estaremos bien.-dije tratando de calmarlo.
dudo un poco y al final acepto a lo que sea que le estaban diciendo.
-Amor, pero si sientes cualquier tipo de dolor por muy pequeño me llamas y vendré de inmediato.-
sonreí y asentí.
-Está bien, ve tranquilo.-dije tomando su rostro entre mis manos y depositándole un tierno beso en los labios.
el toco mi vientre y le dio un beso.
-Se está moviendo.-dije y el miró asombrado.
-Será niño, te lo aseguro.-
alcé una ceja.
-¿Porque tan seguro?.-
-Da buenas patadas.-guiño el ojo y reí despacio.-Bien cielo, tratare de no tardar.-asentí.-Te amo.-
-Yo más, Andrés.-dije esto y me besó con más fuerza.
se fue y con cuidado entre a la ducha me hacía falta un buen baño.
me gustaba ver la enorme panza que tenía, desde arriba no lograba ver mis pies.
termine mi baño y me puse un vestido de maternidad que mi madre me había regalado era color azul cielo, muy bonito.
mientras me peinaba el dolor volvió, me queje y agarre mi vientre, se volvió a ir y al instante regreso.
cada vez más fuerte, tanto que hizo doblarme, con mis manos buque algo donde sentarme y despacio lo hice.
los dolores se hacían presente muy rápido, y grite más fuerte, mientras tomaba aire por la boca y lo sacaba rápido.
el celular lo había dejado en el sofá, tenía que llamar a Andrés.
con esfuerzo me levante de la cama y salí como pude de la habitación.
los dolores me hacían detenerme y sostenerme de la pared. cuando se iban volvía a pegar el paso.
así hasta que llegue al sofá, estaba sudando frío y ya estaba llorando.
me detuve un momento al sentir como algo líquido salía de mi vagina, era como si me hubiera echo pipí.
-La fuente.-dije en murmullo y con poco aliento.
tome el teléfono y con dificultad llame a Andrés.-Por favor, responde, arrrgg, Andrés por favor.-rogaba mientras el celular daba tono y el no respondía.
-Noah.-dijo de inmediato.
-Andrés......el...b....-Me doble de dolor y no paraba de llorar
-Amor, ¿qué pasa?.-dijo del otro lado asustado.
-El bebe ya.....¡viene!....-grite esto último y deje caer el celular al sofá.
grite con mucha fuerza y salí de la casa para pedir ayuda.
y genial al señor y a mí se nos había ocurrido la magnífica idea de vivir en la casa de la playa, donde no hay tránsito de coches que nada más los fines de semana.
y hoy era martes.
llegue como pude a la carretera, pero ninguno coche se dejaba ver.
-¡AYUDAAAAAAA!.-grite y solo escuche mi propio eco.
¡mierda!
-Vamos bebe aguanta un poco más, por favor.-decía mientras caminaba con mucho trabajo por la carretera.
mis ojos se iluminaron cuando vi un coche color rojo venir a lo lejos.
-Ayuda, por favor..-decía como si el conductor pudiera escuchar.
el auto moderó su velocidad.
salió el hombre y corrió hasta mi.
-¿Justin?.-dije al ver el chico quien tenía su rostro de preocupación, miedo, asombro y todo al mismo tiempo, igual que yo.
-Noah...-dijo, no lo deje terminar cuando grite una ves más.
-¡Llévame al hospital!.-grite de desesperación.
me subió rápidamente al coche y se puso en marcha.
-Tranquila, todo estará bien, inhala.-dijo mientras el lo hacía.-y exhala.-dijo y le hice caso.
lo repetí varias veces.-ya falta poco, tranquila.-dijo mientras conducía los más rápido posible. afortunadamente llegamos rápido, me ayudó a bajar y me llevo dentro del edificio.-¡Necesito una camilla urgente, traigo a una chica a punto de dar a luz!.-gritó y de inmediato llegaron unas enfermeras con la camilla, me subieron a esta y me llevaron hasta sala de parto.
-Señorita necesito que se mantenga despierta, ¿correcto?.-me dijo una mujer morena vestida de blanco mientras caminaban a toda prisa, solo asentí ya me sentía débil.

Mi Hermanastro.-2da temporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora