Por favor perdonenme.

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Soltó una ligera risa y acarició mi mejilla.
-¿Tanto te sorprende?.-dijo.
Trague saliva.
-Bueno también a mi me sorprende hacer esto, enredarme en las locuras de Mónica...-dijo vacilando con la mirada en el piso.-Pero me pareció una buena idea hacerlos sufrir, como ustedes nos hicieron sufrir.-dijo y puso nuevamente la tela en mi boca.
Mis ojos se aguaron, no era el Justin que yo conocía, sus ojos irradiaban dolor y coraje, combinado con un poco de locura.
La puerta se abrió una ves más y era Monica.
-Oye imbecil, tenemos cosas que hacer.-dijo Mónica, poniéndose una mano en la cintura.
Justin se levantó de inmediato, me miró un segundo y salió detrás de Mónica.
Mire aquella pequeña ventana donde apenas entraba la luz del sol.
Y cerré los ojos.
En mi mente llamaba a mi madre, Carl y hasta a Robin.
Como si por medio de la mente ellos me pudieran escuchar.
No se cuantos días han transcurrido. Mónica o Justin entran cada tanto a echar un vistazo o a dejar la miserable comida y se marchan.
En realidad no entiendo cual es su fin, ¿quizá quieren vernos morir aquí? ¿Quizá se aburran y nos dejen ir? O lo más doloroso ¿matarnos? ¿Son capaces de eso?, si lo creo.
Estaba tan débil de llorar y comer poco, que casi todo el día me la pasaba dormida o rendida a Merced de ese par de dementes.
Un gran estruendo me hizo abrir los ojos de golpe.
Mi corazón comenzó a latir muy rápido.
-¡Noah!.-escuche el grito de Andrés.
Como pude me senté y comencé a gritar desde mi garganta.
Estaba desesperada por que él me escuchara.
Hasta que la puerta de abrió de golpe.
Y lo pude ver con sus ojos llenos de adrenalina y desesperación.
-Noah.-dijo y corrió hasta a mi, me tomó de las mejillas y mis lagrimas comenzaron a salir.
Quito la tela de mi boca.
-Andrés.-dije con pocas fuerzas.
-Aquí estoy cariño.-dijo.
Mire hacia la puerta y vi a Mónica parada desde la entrada, mientras apuntaba con un arma.
-An...andress.-dije desesperada sin dejar de mirar a Mónica.
El se puso de pie y se giró lentamente.
Alzó los brazos y me cubrió.
Entre espacios podía ver a Mónica quien no dejaba de apuntarle.
-Ninguno de ustedes se irá de aquí, con vida.-dijo. Le saco el seguro al arma y apretó el gatillo.
Estoy tan segura que el momento transcurrió tan lento que pude ver como la bala salía del arma.
-¡NO!.-Grite con tanta fuerza.
La bala alcanzó el estómago de Andrés, se quedó de pie por unos segundo y calló a mis pies de pronto.
Algo en mi pecho me hacía respirar con dificultades, no podía tocarlo, mis manos estaban atadas.
Escuche como volvía quitarle el seguro al arma y nuevamente un disparo.
El sonido retumbó por cada rincón de aquel lugar.
Observe cómo Andrés luchaba por mantenerse despierto, mientras la sangre no dejaba de salir de su abdomen.
Mire que Mónica caía al piso, mientras sus ojos se mantenían en nosotros.
Y la sangre salía poco a poco de su boca.
Note a Justin detrás, sin bajar el arma y el mismo desprendido por lo que había hecho.
Le había disparado a su cómplice.
Tiro el arma al piso y corrió hasta mi.
Me desato  las manos.
-Por favor perdónenme.-dijo mirándome a los ojos.
Y se fue corriendo.
Mire a Andrés y lo abrase.
Mientras le pedía que no cerrara los ojos.
-Cariño, mantente despierto por favor.-dije.
Y note lo mucho que luchaba por respirar.
-Por favor.-dije casi en susurro.
Tenía que hacer algo, mire a todos lados con desesperación.

Mi Hermanastro.-2da temporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora