Malentendido

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Todo empieza a suceder rápido. Leone golpea a mi hermano en la cara, inmediatamente veo como un hilo rojo comienza a fluir de su nariz. Me impacta ver a alguien golpeando a mi hermano, y que no sea yo.

A su lado está Dina gritando algo inentendible. Leone intenta golpearlo de nuevo, pero él la empuja, casi tirándola al suelo. Ella recupera la compostura y rápidamente lo golpea en el ojo. Aaron la agarra por los brazos y comienzan a forcejear.

Entonces reacciono, ¿Lo está golpeando porque cree que el es mi contacto? Pf, vaya pardilla que no sabe leer entre líneas.

Me acerco a ambos y grito que se separen, que es un malentendido.

- ¡Para! ¡Leone! Él no me ha dicho nada, Aaron no es mi contacto. - Grito con todas mis fuerzas, aunque aun así Leone no se detiene.

Leone logra zafarse del agarre de Aaron, lo toma por el cuello y lo empuja contra la pared. Algo se dicen, pero no logro escuchar. Finalmente Leone lo suelta, y camina rápidamente fuera de la casa, conmigo siguiéndole los pasos.

- ¡Leone, escúchame!

Ella se da vuelta y me mira de una manera que no me hace sentir cómoda. Su cara está casi tan roja como su camisa.

- Mi hermano no fue quién me dijo eso. No tengo ningún contacto, créeme...

- No intentes mentirme para arreglarlo, Aaron es el único que sabe sobre mi tía. He confiado en el maldito capullo de tu hermano y me traicionó como todo el mundo lo hace.

- No es así, mi hermano será un imbécil pero no es un traidor, lo juro. La verdad es que...

Pero no me deja terminar la frase, se aleja a pasos rápidos de mí.

Vuelvo a adentrarme a la casa de Dan. Todos me miran y comentan cosas. Intento buscar a mi hermano pero no lo encuentro en ningún lado.

Me voy otra vez al patio trasero a tomar aire.

Siento algo en el pecho, como un ligero malestar. Algo así como una molestia.

- ¿Qué haces aquí sola? - Pregunta Marcia acercándose a mí, con un porro en su mano.

- Me siento rara, algo en mi mente me molesta, pero ni entiendo qué.

- ¿Te sientes mal por tu hermano golpeado por la chica que te gusta?

- ¡No, que va! No me molesta que golpeen a mi hermano, lo tiene merecido por haber inventado ese estúpido apodo Alita de pollo.

- ¿Y entonces?

- Es que se ha generado un malentendido, pero no entiendo porque eso me molesta, porque yo no he dicho nunca que Aaron es mi contacto, Leone lo entendió mal. Es su culpa.

- Quizás debiste ser más clara, cariño. Y quizás en el fondo lo sabes.

- ¿Dices que todo es mi culpa?

- En parte, puede ser.

- ¿Entonces este raro malestar se debe a ese tonto sentimiento llamado culpa?

- Sí, Alice, probablemente te sientas culpable.

- ¡Que mal! Creo que cada vez soy más humana.

- Siempre has sido una humana, boba.

- ¡No! Me rehuso a ser una simple muggle mundana como tú.

- ¡Hey! No sé que significa muggle ni mundana, pero viniendo de ti supongo que son ofensas.

- No, no es tu culpa haber nacido muggle y mundana. Debe ser divertido vivir en tu ignorancia.

- Eso sí entiendo, no me hables así o te quedaras sin amistades, Alice Young.

- Vale, lo siento. - Miento, realmente no lo siento.

- Vamos, que aburrido está aquí fuera, vayamos a divertirnos un poco y despejar tu mente, ya todo se arreglará.

Asiento sin muchas ganas y la sigo hacia dentro.

Nos dirigimos a la cocina y buscamos vasos para servirnos el vodka que Marcia escondió.

Empiezo a tomar y tomar, los primeros tragos arden mi garganta, pero luego deja de afectarme y comienzo a tomar como si fuera agua. La temperatura me sube y siento ganas de bailar muy cerca de alguien. Así que empiezo a menear contra Marcia, y ella no se aparta. Nos acercamos cara a cara, sus pupilas están completamente dilatadas. Le robo un beso. Ella me roba otro. Nuestros labios se unen y no dejamos de besarnos. allí adelante de todos, y no me importa.

Nos metemos al baño y seguimos los besos allí. Pero me empiezo a sentir mal y la dejo de besar, a continuación vomito una gran cantidad. Entonces me doy cuenta de lo que estoy haciendo y quiero que la tierra me trague. Marcia está en el piso, con las manos en la cara y sin blusa.

Salgo corriendo del baño y comienzo a buscar a mi hermano. Todo me da vueltas y la cabeza se me parte en dos.

Nada ayuda cuando veo a mi hermano acostado en la cama de Dan, y con Dina abrazándolo.

- Llévame a casa, Aaron. - Digo fuerte.

Él se da vuelta y puedo ver su cara. Se ve destruido, su ojo izquierdo está morado e hinchado, y su boca está partida.

- ¿Cómo puedes pedirle eso en el estado que está? Eres una desconsiderada. - Me grita Dina, en defensa de mi hermano.

- Tú no te metas, no eres nadie para interponerte entre nosotros. - Digo, intentando herirla. - Tenemos que hablar, Aaron. Vayamos a casa juntos.

Él se levanta y me toma del brazo con fuerza, haciéndome doler. En el taxi de vuelta a casa, no me dirige la palabra, por más intentos que haga de intentar hablar con él, no responde.

Cuando llegamos a casa no puedo dormir y me siento fatal por todo lo que ha pasado, así que prendo las luces de colores y miro a los peces amarillos. Estabas ebria, Alice. No sabías lo que estabas haciendo.

¿Cómo pude besar a Marcia? Nunca me atrajo ni siquiera un poco, es mi amiga. Y lo peor es que casi llegó a hacer más que un beso, nos toqueteamos. Eso es totalmente asqueroso y no tengo idea como voy a volver a ver a Marcia a la cara. Siento asco hacia mí y hacia ella. Me siento totalmente sucia. ¿Qué cantidad de bacterias, hongos, herpes o quién sabe qué tendrá en esa boca salivada por palurdos salvajes, es decir, hombres?

Es por la mañana, me llega un mensaje de Dina. Un link de instagram. Abro y veo a dos rubias besándose.

Everything is perfect nowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora