Everything is perfect now

¿Revolución?

Abro los ojos y desgraciadamente me encuentro otra vez en un sucio hospital.

Parece ser de día y hay una enfermera tomandome la temperatura por la axila.

- ¿Has limpiado ese termómetro antes de usarlo conmigo? - Pregunto, generandome un tic en el ojo izquierdo el pensar que no lo hizo.

- Claro. - Dice, aunque no me convence.

- ¿Por qué estoy aquí?

- Porque tuviste hipotermia grave. Casi se detiene tu corazón, pero te recuperaste rápido al recibir el tratamiento.

- Ah vale. ¿Y cuándo puedo irme?

- Eso debe decir el doctor. Ahora si me disculpas, voy a avisar que ya despertaste.

Entonces me viene a la memoria todo lo ocurrido. Frío, agitación, lluvia, relámpagos, la casa de Leone, la horrible cara de su tía, y luego nada. Todo se detuvo cuando la puerta se abrió por la Sra. Lafourcade.

Al minuto entra papá.

- ¡Dios mío, Alice! Nos has dado un susto terrible. - Se acerca papá ¿llorando?

- ¿Estás llorando o tienes alergia?

- Estoy llorando por ti, Alice, tuviste un ataque de pánico que te dio taquicardia, y fue seguido por la hipotermia. No es ninguna estúpidez, querida, pudiste haber muerto. Si no era por hipotermia podía ser un auto el que te chocaba mientras corrías sin pensar las consecuencias, podía pasarte cualquier cosa.

- ¿Ahora van a castigarme de nuevo?

- No, nada de eso. Vamos a ayudarte a superar esto.

- Pero estoy bien despierta y me siento perfectamente bien.

- Estuviste en cama una semana y no estabas enferma físicamente, eso se llama depresión, y ya sé la causa. Tu amigo Dan ha hablado conmigo sobre eso.

- Me imagino que ya sabes que soy lesbiana, una aberración del demonio como me llama mamá.

- Sí, Alice, me he enterado de eso, y quizás todo el vecindario también cuando se lo gritaste a tu madre.

Me encojo de hombros. Ya me vale verga si todos lo saben, mi foto con Marcia debe ser viral en todas las redes.

- ¿Entonces estás de acuerdo con llevarme al psiquiátrico como mamá lo dijo?

- Hablaremos luego sobre eso. Ahora vas a recuperarte, tomar medicinas e irás con Reflexionista dos veces por semana.

- ¿Tomar medicinas?

- Sí, las necesitas para recuperar defensas que perdiste con la hiportermia. ¿Sabías que fue el día más frío de invierno desde hace 5 años en España?

- Ah.

Prefiría no hablar del tema ni que lo recuerdan. Pensar en el dolor en mis pies, el frío que quemaba, y los relámpagos, me hacen revivir el momento. Y es algo que quiero olvidar para siempre.

La puerta se abre y me deja ver a alguien que no deseo ver nunca más, Elisa. Y sí, a partir de ahora ella es Elisa para mí, no puedo llamar mamá a una mujer que amenaza con encerrarme en un psiquiátrico, una mujer que quiere privarme de la poca libertad que ya tengo
Ella me mira fijamente, como si quisiera penetrar mis ojos y herirme mentalmente.

- No me dejes sola con Elisa, por favor. - Susurro a papá.

- Deben hablar y arreglar sus problemas solas. - Se levanta y sale, dejándome con la mujer que detesto.

- No tienes porqué fingir que te importo, no tenemos porque fingir querernos si es una falsedad. - Digo.

- Me importas, Alice. Pero no puedo aceptar lo que dices ser.

- No es lo que digo ser, es lo que soy. - Subo el tono de voz.

- No empieces a gritarme.

- Entonces no digas estupideces y fingas que me conoces cuando hasta mis amigos me conocen más de lo que tú lo haces.

- Ellos no son tus amigos, gente que te lleva por mal camino no puede llamarse amigos.

- ¿Y tú qué podrías hablar de amistad cuando no tienes amigos desde que tengo memoria?

Ja. Turn down for what. Pienso.

- Los tenía, pero cuando tu hermano y tú nacieron me quitaron todo el tiempo que tenía para mí misma.

- Pues es tu culpa por no usar preservativo.

- Yo quise tenerlos, pero imaginé que tendría hijos que no llevarían tanto trabajo como ustedes.

- ¿Intentas hacerme sentir culpable? Porque si es así, dejame recordarte que además de lesbiana soy una Aspie, y la culpa no es algo normal en mí, menos si se trata de ti.

- Me has traído muchos problemas toda la vida y quieres seguir haciendolo, ¿Por qué?

- ¿Yo te he dicho que engañes a papá? ¿Que mientas que tienes viajes de trabajo y vayas a acostarte con tu jefe casado por dos días?
《Nunca voy a perdonarte lo que hiciste a papá. Nunca. Así que ni te victimices, eres patética.

- ¡Soy tu madre, Alice! No puedes hablarme como si fuese una cualquiera.

- ¿Esquivas el tema porque sabes que tengo razón?

- Me he equivocado, ¿Vale? Pero ese es tema mío y de tu papá, yo no te he hecho nada para que me castigues de esta manera.

- ¿Es que crees que eres el maldito ombligo del mundo?
¿Crees que elegí ser lesbiana para vengarme de que hieres a papá?

Entonces veo brotar lágrimas de sus ojos. Y todo esto parece un estúpido show, unas lágrimas de cocodrilo, un farsa como lo es ella.

Pero cuando la veo salir sin contestarme, se que de alguna manera, esto no queda aquí.

El siguiente en pasar es el médico, siguiendole los pasos papá.

El médico dice que todo ya está en orden, que debo hacer reposo en casa dos días, y tomar medicinas durante dos semanas. Por la tarde ya puedo volver a casa. Y realmente quisiera estar en cualquier lado, menos allí.

Tambien entra mi hermano a verme. El palurdo casi me abraza, y casi lo mato.

Dan, Dina y Marcia también vienen. Marcia apenas me mira, mientras que los otros dos me regañan por todo lo sucedido.

- Creo que deberíamos dejar que las rubias hablen a solas. - Le dice Dan a Dina.

Y luego se van. Dejando el ambiente con una terrible tensión.

- Te ves terrible de blanco. - Dice Marcia, intentando romper el hielo. Pero no lo logra.

No digo nada. No sé que contestar, o no quiero.

- Lamento lo sucedido en la fiesta, ambas estabamos totalmente borrachas e hicimos cosas que realmente no sentíamos. No quiero que dejemos de ser amigas por un tonto beso que no significó nada para nosotras. - Dice finalmente.

- El tonto beso fue publicado en todas las redes sociales. Ahora debemos ser las bolleras más famosas de la ciudad.

- No exageres, obvio que todos hablaron de eso dos días. ¿Pero sabes que ahora es la revolución?

- ¿Revolución?