Día #17.

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No podía ser verdad.

Todas las miradas fueron del desconcertado rostro de Xanxus a su rostro, ambos podían sentir las miradas de lástima que les eran dedicadas y no les importaba.

Se negaban a creer que algo así fuera cierto.

—¿Es una broma? —murmuró mirando directamente a los ojos de Coyote—. Señor, usted está muy viejo para esto... No hace gracia en lo absoluto.

El anciano guardián negó, desechando completamente las esperanzas de ambos cielos y el azabache frunció el ceño.

—Me niego a creerlo —bufo recuperando la compostura—. ¿Dómde está? Sé que ese viejo es inquebrantable, nada podría...

—Xanxus, es en serio —Squalo le intentó tomar su mano, suspiró al verse evadido—. Nono estaba demasiado viejo, él...

—¡No! ¡Mi abuelo era una roca! —exclamó un colérico Tsuna—. ¡Es imposible que algo así pueda...!

—Tsunayoshi, la muerte nos llega a todos —acarició con amor su espalda, Sawada se alejó—. Tsuna, no...

—¡¿No qué?! —espetó molesto—. ¡¿No qué, Kyōya?! ¡¿Mi abuelo no está vivo?! ¡Eso es... Es...!

Su voz se rompió, su cuerpo empezó a temblar y apretó los dientes. No había razón para llorar, había hablado con Timoteo esa misma mañana era imposible que repentinamente se hubiera ido.

Hibari no supo acercarse a él, sabía que si lo hacía no ayudaría de nada y agradeció ver al líder de Varia suplirle en esa labor.

Squalo sólo le imitó y se mantuvo al margen.

—No hay razón para llorar, escoria —acarició torpemente su cabeza y forzó una sonrisa—. Esto es una mala broma, el viejo esta...

—No soy una persona de bromas —suspiró el guardián de la novena generación—. Lamento decirles esto, en serio que sí, pero Nono murió de un ataque al corazón hace unas horas.

Los cielos le miraron mal durante un rato hasta que Sawada no pudo reprimirse más y echó a llorar totalmente desconsolado, el Varia sólo le abrazó mientras se trataba su orgullo y bajaba la mirada.

Su viejo no podía estar muerto, no cuando había prometido cuidar de él, no cuando por fin cumpliría su sueño de ser abuelo gracias a alguno de sus hijos.

No cuando el experimento de Verde por fin había dado frutos y tenía un futuro seguro con Superbi.

Definitivamente no cuando Tsuna estaba feliz de anunciarle su compromiso y sus ganas de hacer una mejor familia para la mafia, de seguir el ejemplo de Primo y enorgullecerle, de hacerse cargo por fin ya que la universidad le resultaba sencilla gracias a Reborn.

Definitivamente no cuando iban a decirle, ambos, que no se odiaban como en el pasado y que podría estar tranquilo porque los Vongola y los Varia serían uno.

No cuando por fin habría unión.

—¿Por qué...? —sollozó el más expresivo de ellos—. ¿Por qué se ha ido ahora, Xanxus?

Quizás era egoísta, un poco estúpido e infantil de parte de ambos, pero aquello dolía.

Saber que no podrían decirle nunca en serio dolía...

Kyōya se sintió frustrado al ver a su pareja tan destrozado, Tsuna era un sádico, estaba un poco loco y todo lo que quisieran, pero amaba a su abuelo con locura. Le adoraba, sin embargo no podía hacer nada para hacerle sentir mejor.

No podía. Simplemente era imposible ahora, cuando la negación seguía latente. Aquello era asunto de familia, era cosa de Xanxus y Tsunayoshi y eso lo frustró.

El espadachín sólo se mantuvo ausente, preguntándose qué habrían sucedido si hubieran llegado antes... Si tan solo no hubieran decidido dar una sorpresa en persona y le hubieran llamado, les hubiera gustado saber qué reacción tendría...

Sin embargo... Jamás lo sabrán y eso dolía...

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Amo los puntos suspensivos, creo que me duele un poco este cap :v no por lo que escribo, sino por cuestiones personales... Como sea, en serio los amo.

30 días de infierno.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora