Conociendo un poco más.

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Alessia se encontraban sentada en la sala esperando Louis cuando cierto joven de cabellos negro se acerca.

-Hola nuevamente Subaru- dijo ella al verle llegar.

Esté al observarla de cerca se percató que estaba ligeramente mojada.

-¿No me digas que estabas durmiendo en el jardín cuando Iori salió a regar las flores?- pregunto bromendo.
-Como es posibles que lo sepas, ¿Tanto se me nota?- respondió ella con un ligero rubor en las mejillas por la vergüenza.
-En serio paso eso- decia el sorprendido.
-Sólo salí a leer al jardín de acuerdo y me olvide de llevarme una paleta-dijo lo último en un susurro que pudo escuchar el peli-negro.
-Sin duda alguna duermes en lo momentos o lugares menos oportunos- suspiró realmente eso podría ser peligroso para ella en alguna ocasión- ¿Y que haces acá?- pregunto en un intento de desviar la conversación.
-Estoy esperando a Louis dijo que arreglaría mi cabello porque yo no tuve oportunidad de hacerlo estos días.
-Entiendo- guardo silencio un momento para organizar lo que diría y armarse de valor, ella sólo lo miró con curiosidad- tendré un partido en una semana y me gustaria- se corrigió inmediatamente- si te gustaría podrías ir a verla, será el sábado por la mañana- terminó diciendo ligeramente rojo.
-¿En serio puedo ir?- pregunto ella con un brillo en sus ojos el asintió con la cabeza- claro que iré, no faltaría ni aunque me perdiera o me quedará dormida en el camino- dijo ella emocionada hace tiempo no veía un partido de basketball.

El joven sonrió felizmente.

-Te explicaré la dirección para que no te pierdas o mejor ¿Porque no pasamos por ahí mañana?.
-Te refieres de ¿A la mañana?- cuestiono ella.
-Si cuando salgamos a trotar ¿Hay algún problema con ello?
-No, es que pensé que estarías más ocupado con las prácticas y que ya no podrías salir a trotar por las mañana- respondió ella.
-No, las prácticas serán por las tardes por ello llegaré más tarde esta semana.
-¡Ah!, que bien-dijo aliviada- es más divertido salir contigo a trotar- se calló por un momento pensado en una idea- si voy a ir a animarte ¿Debería vestirme de animadora?- cuestiono ladeado la cabeza.

Ante ese pensamiento el joven no pudo evitar imaginarse a ella vestida de porrista, en ese momento su cara se volvió roja pero analizando mejor llamaría mucho la atención.

-No creo que sea buena idea-dijo cubriendo su rostro con su mano para tapar su notable sonrojo.
-Distraeria al equipo supongo, mejor pasaré desapercibida, en todo caso muchas gracias por la invitación- agradeció con una sonrisa.

Antes que el pudiera decir algo más Louis bajo de las escaleras.

-Listo lamento la tardanza no encontraba mi rizador.
-Tranquilo no hay apuro- dijo ella.
-Hola Subaru ¿Te quedas a observar?- pregunto Louis, el nombrado nego con su cabeza y se retiró- ¿Empezamos?
-Cuando quieras.

Louis empezó su trabajo desenredando el cabello de la joven.

-En verdad tienes unas manos muy suaves, es tan relajante- decia ella cerrando sus ojos y disfrutando del tacto.
-Gracias, tu cabello también es suave aún sin haberlo peinado y se desenreda con facilidad.
-Si es bastante tranquila y dócil no da muchos problemas o por lo menos ya no me da tantos problemas.
-Dudo que te refieras a la hora de peinarlo ¿Verdad?
-Lo haz adivinado, pero no es algo muy interesante de contar.
-A mi me interesan las historias- dijo con una sonrisa.
-Pues si quieres te lo contaré pero ¿Como comenzar?
-Desde donde todo empezó será más fácil.
-Bien pues supongo que desde que ingrese a la escuela primaria mi cabello resaltaba bastante y llamaba el interés de una forma no muy buena, por lo menos hasta que cumplí doce no podía mantenerlo largo, al parecer a los niños les molestaba bastante el color, al mudarme a América con mis padres recien pude dejar crecer mi cabello, tuvimos que ir cuando tenía doce por cuestiones laborales, ahí estuve tranquila estudie en casa y cuide mi cabello logre dejarlo largo y a los 15 regrese a Francia y cuando digo regrese me refiero a que mis padres decidieron divorciarse y me dieron a elegir entre quedarme en América con mi padre o mudarme con mi madre a España, yo di una tercera opción volver a Francia y vivir por mi cuenta dando la escusa de que no podría decidirme entre ninguno de los dos, ellos lo aceptaron y me dejaron emanciparme y dejarme vivir por mi cuenta con la condición de que ellos pagarían el alquiler, escoguerian donde viviría y estudiaría sin mencionar que seguiría practicando kick boxing, tambien llamaría a ambos por lo menos tres veces a la semana acepté todos los términos y me mudé, ellos a parte de pagar el alquiler me depositaban dinero cada semana en una cuenta bancaria y me mandaban comida y víveres al final casi ni toque el dinero que me enviaban y antes de empezar las clases ya había empezado a trabajar como modelo de una pequeña empresa, tenía mis propios ingresos, al ingresar al instituto mi cabello había llamado el interés de los demas de otra manera, los hombres siempre me rodeaban e invitaban a salir, las mujeres me odiban por esa razón y porque al parecer era la favorita de los maestros de más de una forma tuve que denunciar a dos profesores por intentar sobrepasarse, el director era amigo de mi padre así que echó a ambos maestros, también me dejaba faltar, ir tarde o salir temprano de clases, fui aislada por mis compañeras pero no se metieron conmigo termine mis estudios y decidí aceptar todos los viajes que me ofrecieron, aún hasta ahora llamo a mis padres por lo menos una vez a la semana y esa es toda la historia nada muy interesante.
-Fue interesante para mi pude conocerte un poco más y ya termine con tu cabello- dijo el dando los últimos toques- puedes mirarte-decia pasandole un espejo.

La Huésped de los Asahina. (Brother Conflict)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora