Un regreso lleno de noticias.

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Pasaron exactamente tres años y dos meses desde el fallecimiento del padre de Alessia, muchas cosas pasaron en su vida en esos pocos años, uno de ellos fue que ahora ya no se dedicaba al modelaje a tiempo completo, aceptaba solo pocos trabajos en los que la mayoría eran por recomendación de su madre o del fotógrafo, también ingreso a la universidad para seguir Administración de Empresas para poder tener una base para dirigir la empresa que había heredado, esa fue la razón por la que se alejo de las cámaras y las pasarelas, pero no se arrepentía de ello.

En cuanto a su relación con los Asahina se fue distanciando poco a poco de ellos los mensajes y llamadas disminuyeron con el paso de los meses hasta ser solo llamadas ocasionales en los días de fiesta o cumpleaños, pero no fue por que quisiera si no por su diferencia horaria pues ella comenzó a vivir en la casa de su padre en Washington, por lo que sus horarios prácticamente no coincidían muchos teniendo en cuenta que tenia clases todos los días y los que no hacia pequeños trabajos para no perder la costumbre, aún así nunca los olvido, siempre les mandaba regalos por sus cumpleaños o tarjetas por navidad y año nuevo.

Dentro de su mente nunca había dejado de pensar en regresar en Japón en algún momento pero aún así no creyó que regresaría antes de lo que imaginaba y menos por la razón que lo hacía.

Sí ahora ella estaba nuevamente frente de la Sunrise Residence debatiéndose entre tocar el timbre o entrar directamente como lo hacía antes.

-Disculpe ¿Está buscando a alguien?- le cuestiono una joven de cabellos castaños al verla.
-¿Eh? Si, digo no, mejor dicho ¿Tal vez?- respondió indecisa- bueno en realidad estoy buscando a muchas personas en este momento- sonrío.
-¿Viven acá?
-Sí, busco a los Asahina- dijo con determinación que fue arruinada por el llanto del bebe que estaba cargando en ese momento, el cual tenía alrededor de tres meses y cabellos turquesa- tranquilo, tranquilo, ya es tu hora de comer ¿No es así?- le hablaba al pequeño para que dejara de llorar.
-Yo vivo con ellos, aunque en este momento no están, pero puedes pasar para que puedas alimentarlo- ofreció la castaña al verla tener problemas.
-¿En serio? Muchas gracias- le sonrío.
-De nada- dijo devolviéndole la sonrisa- me llamo Hinata Ema- se presento ella a la par que se adentraba a la residencia.
-¿Ema? ¿La hija de de Rintarou?- pregunto mientras le seguía.
-Sí ¿Conoces a mi padre?- cuestiono confundida.
-Lo conocí hace poco más de un año, él y Miwa fueron a visitarme para pedirme que participara en el desfile que ella estaba preparando en Estados Unidos, también los vi hace unos días en Francia, tú padre me pidió que te trajera algo cuando le mencione que vendría- explico la albina acomodándose en el sillón a la par que buscaba la mamadera del pequeño.
-Ah, a eso se refería cuando me llamo ayer para decirme que me mando un regalo por una amiga- decía comprendiendo la conversación que había tenido con su padre.
-Eres igual a como tu padre te describió, él realmente te quiere- dijo la mayor con una sonrisa de nostalgia- pero se quedo corto cuando me dijo que tenía una linda hija, hizo mucho alarde de eso- aquello provoco que la menor se sonrojara por la vergüenza.
-Ah, por cierto ¿Cuál es tu nombre?- pregunto tratando de desviar la conversación.
-Que modales los míos, no me he presentado aún, si maman me viera ya me habría regañado sin duda- dijo divertida- mi nombre es Ale- su presentación fue interrumpida por la llegada de algunos de los hermanos.
-Ya llegam- informo el abogado que quedo paralizado al ver a la albina.
-¿Qué pasa Ukyo-nii?- cuestiono el peli-blanco al verlo quieto frente a las escaleras, al no obtener respuesta siguió su mirada topándose con su antigua huésped- ¿Alessia?
-Hola Ukyo y Tsubaki, ha pasado mucho tiempo- les saludo desde el sillón sin levantarse pues tenía al bebe durmió en sus brazos y no quería despertarlo.
-¿Cuándo llegaste?- dijo emocionado por verla que no presto atención al niño.
-Hace unas horas llegue al país y acá hace solo unos minutos.
-¿Por qué no avisaste que vendrías? Podríamos haber ido a buscarte- decía el abogado después de reaccionar.
-Quería darle una sorpresa y al parecer funciono- les sonrío feliz de verlos.
-¡Oh!, pero que tenemos aquí- escucharon la voz del monje quien había regresado del templo.
-Kaname, oh, tienes otro corte de pelo te queda muy bien- dijo ella al verlo.
-Y tú estás mucho más hermosa ahora- alago él.
-Gracias- le sonrío.

La Huésped de los Asahina. (Brother Conflict)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora