¿Huyendo?

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La hora del desayuno le pareció muy incomoda a la albina que podía sentir la mirada de su amigo sobre ella, sin mencionar los intentos fallidos de evitar la mirada del abogado por lo que desayuno rápido con la excusa de que iba a salir al aeropuerto para despedirse de su madre.

La joven ya cambiada y peinada se despidió de los Asahina desde el barandal.

La joven ya cambiada y peinada se despidió de los Asahina desde el barandal

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-Ya me voy.
-¿Segura que no quieres que te acompañe?- le cuestiono el escritor.
-No, estaré bien iré con maman hasta el aeropuerto y de venida vendré con el chofer que ella contrato para la ocasión- explicó ella por lo que el mayor tuvo que desistir de la idea de acompañarla.

Antes de irse dirigió su vista al rubio mayor encontrándose con la mirada de esté por lo que salió rápidamente del lugar.

“No estoy huyendo, no estoy huyendo” se repetía mientras se dirigía hasta el hotel donde se hospedaba su madre.

....

-Alessia, no tenias por que venir- abrazo a su hija.
-Dije que lo haría- le sonrío a la par que correspondía al abrazo.

Ambas mujeres después de una breve conversación terminaron de acomodar las últimas maletas en lo que llegaba el chofer que la mayor había contratado.

-¿En serio no te llamarón la atención ninguno de los jóvenes?
-Maman no estoy interesada en casarme- respondió la menor cansada de la misma pregunta.
-¿Y en tener hijos? Sabes que tu padre y yo queremos nietos ¿Verdad?- al ver que su hija iba a hablar se adelanto a ella- reales, no tus mascotas- aclaró.

La albina de ojos celeste chasqueo la lengua ganándose un golpe en la cabeza.

-¡Auch! Maman- se quejo acariciando su cabeza.
-Ya te he dijo que debes comportarte- le regaño.

En ese momento suena el teléfono de la habitación y la mayor contesto.

-Hola… si gracias ya bajamos- tras esa breve conversación corto la llamada y se dirigió a su hija- ya llego el chofer.

Las dos mujeres tomaron las maletas y salieron de la habitación, al llegar a la recepción la albina de ojos dorados entrego las llaves de la habitación y se despidió del recepcionista.

Ya dentro del vehículo la mujer observo a su hija bastante distraída.

-¿Paso algo?- le cuestiono haciendo que está se sobresaltara.
-¿Pasar? ¿Tendría que pasar algo?- respondió nerviosa.
-Tienes la cabeza en otro lado o tal vez en alguien- sonrío al verla retorcerse incomoda en su asiento- oh, ya veo y dime ¿Quién es?
-Maman- se quejo incomoda- no paso nada, no… paso… nada- dijo en un susurro recordando la escena de la mañana haciendo que su rostro se tornara rojizo.

Su madre sonrío victoriosa.

-Con que nada ¿Eh?
-Si solo fue un accidente, un malentendido si eso fue- dijo segura de sí misma.
-Aja- la mayor la miraba como si con solo verla directamente a los ojos revelaría todos sus secretos- está bien, no me cuentes nada hija, pero no evadas la realidad que te rodea, eres lista sabrás enfrentarlo- le sonrío dulcemente.
-Maman- dijo la menor enternecida.

La Huésped de los Asahina. (Brother Conflict)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora