Navidad.

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Finalmente los preparativos para la noche habían terminado y por cuestiones de seguridad mantuvieron a la modelo sentada en el sillón con Wataru hasta que terminaron de adornar el árbol y la parte que ya habían decorado con anterioridad, tampoco la dejaron acercarse a la cocina por sugerencia de los gemelos, por lo que se quedo como cuidadora oficial del menor de ellos, claro la idea no le desagradaba por completo pero admitía que hubiera preferido seguir ayudando con la decoración.

-Sin rencores Alessia- dijo el peli-blanco pasándole un lata de cerveza que ella acepto.
-Aceptare la cerveza pero igual estoy molesta- decía abriendo la lata para luego beber su contenido.
-Pero tienes que admitir que las cosas avanzaron más rápido contigo cuidando a Wataru- rio el mayor viendo como la albina hacia un mohín con sus labios en aparente disgusto.
-Solo arruine el decorado dos veces en la tercera seguro que lo hacía sin contratiempos.

Si en efecto luego de su primera caída volvieron a poner los adornos, cuando llego el árbol ya estaba todo listo así que prosiguieron a colocar el árbol en la esquina que prepararon para después comenzar a decorarlos con guirnaldas y luces, pero como el árbol era alto tuvieron que usar la escalera para alcanzar la punta, y sí, la modelo fue quien subió, antes de que cualquiera pudiera detenerla ella ya se encontraba colocando las guirnaldas pero como no todo puede ir bien con ella termino enredándose con ellas y el árbol haciendo que terminara echando el árbol cuando se bajaba de la escalera, cabe mencionar que el árbol termino llevándose la mitad de la decoración a su alrededor.

Luego de eso la mandaron a los sillones hasta que terminaran, cuando Ukyo pidió ayuda en la cocina ella se ofreció pero los gemelos la detuvieron y terminaron ellos ayudando al abogado, por ello ahora la albina estaba ligeramente disgustada en el sillón viendo la tele con el pequeño castaño.

-Tal vez... pero era mejor asegurarse que las decoraciones fueran terminas para hoy.
-Sí, si- dirigió su mirada al árbol que ya estaba completamente adornado- supongo que quedo bien y en menos tiempo.
-¿Ya están tomando tan temprano?- cuestiono Kaname acercándose a ellos seguido de sus dos hermanos mayores y el menor.
-¿Está bien que ella tome?- pregunto preocupado el pediatra recordando su ultima borrachera.
-No le veo el problema, es mejor que se distraiga ¿No lo crees Leonardo?- dijo el escritor viendo al fotógrafo venir.
-Si, solo estamos nosotros creo estará bien, solo hay que vigilarla cuando se descontrole- respondió entendiendo lo que él quería decir con que se distraiga.
-Saben que ya soy mayor para decidir por mí misma ¿Verdad?- decía la modelo molesta por el trato de niña que recibía de sus dos amigos.
-Claro querida, pero eres consciente como te pones cuando bebes demasiado ¿Verdad?- acaricio su cabeza tratando de apaciguar su enojo.
-Tampoco es para tanto.
-Cierto solo te pones a bailar y a cantar toda la noche- comento Tsubaki divertido.
-Ves solo eso- apoyo la modelo.
-Claro cuando no te pones a besar o a abrazar a los que están a tu alrededor- replico el escritor haciendo que la albina se sonrojara recordando el incidente con el abogado, pues después de unos días sus recuerdo de aquella noche vinieron en forma de sueños y lo que había pasado hace unos días también se hizo presente.
-Bueno, tal vez, solo tal vez deban cuidarme- acepto finalmente ella.
-Bien, cambiando de tema ¿Ya has ido a los baños con aguas termales que están detrás de la cabaña?- le pregunto el escritor.
-Oh, es cierto, por eso quería venir a esta cabaña- dijo emocionada- cuando llegamos se me paso por alto por estar acomodando todas las cosa y ayer porque estuvimos esquiando toda la tarde por lo que lo olvide cuando regresamos.
-Sera mejor que lo aproveches ahora que mañana debemos regresar- recomendó el fotógrafo.
-Si eso hare- acepto llevando antes la lata vacía al basurero de la cocina- ya vengo entonces.
-¿No quieres que te acompañe?- bromeo el peli-blanco.
-Claro será divertido con más persona- respondió pues planeaba usar un traje de baño.

Tsubaki sorprendido iba a ir pero fue detenido por sus hermanos.

-Es mejor que vayas tu sola te sentirás más tranquila así- recomendó el pediatra.
-Está bien- dijo la albina encogiéndose de hombros antes de retirarse.
-No, tu tampoco vas a ir- le detuvo el fotógrafo al escritor que iba a seguirla.
-Es mejor no dejarla sola en estos momentos- se excuso él.
-Al contrario, lo mejor será darle privacidad- contradijo.
-Aburridos- soltó antes de ir a sentarse.

La Huésped de los Asahina. (Brother Conflict)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora