Shiro casi muere esa mañana.
Por supuesto no recordaba haberse dormido abrazando a Keith, tampoco recordaba que Shiro estaba dormido al lado o que fuera un celoso de clase mundial.
Shiro se había despertado antes y al verlo tan tranquilamente abrazado a otro quiso arrancarle lo dientes. Tomó del cabello al mocoso y lo tiró de la cama sin contemplación.
—Shiro, ¿qué...? —un golpe en el estómago le impidió seguir hablando.
—Bastardo —escupió Shiro mirando retorcerse a Lance—. ¿Ahora ese mocoso duerme contigo?
Lance lo pateó en la cara provocando que el otro cayera de la cama.
—No me quieres ver molesto, Shiro —Lance había saltado sobre él obligándolo a permanecer en el suelo. Sus piernas inmovilizando sus brazos. Una navaja había aparecido en su mano—. Soy una persona muy desagradable cuando me enojo.
Shiro miró asustado la navaja recorrer su mentón.
—¿Lance? —musitó nervioso.
—No te quiero hacer daño, Shiro. Pero tienes que aprender las reglas.
—¿Re-reglas?
—No te preocupes. No será tan malo si obedeces.
Lance puso las manos sobre su cuello y apretó.—¿Por qué no lo matas y ya? —preguntó Keith mirando las correas en las muñecas de Shiro que lo ataban a la cama.
—¿Por qué no te callas y ya? —contestó Lance fastidiado.
—No pensaras que te seguirá como perro después de esto ¿o sí?
—No lo sé. Tú lo hiciste.
—Pero lo nuestro es distinto.
Lance se rió.
—¿De verdad?
Keith lo miró asustado, la expresión de Lance era la de un loco. Tenía lo ojos muy abiertos y una sonrisa aterradora.
Apartó la mirada y la fijó en Shiro. Le dio una bofetada y éste abrió los ojos en par.
—Hola de nuevo, Shiro. ¿Cómo te sientes?
El hombre intentó hablar pero la cinta de la boca se lo impidió.
—No gastes energía, es inútil. Te quedarás aquí hasta que vuelva. No te preocupes me llevaré a Keith—sonrió—. Tendrás la casa para ti solito. Espero que al volver hayas cambiado tu actitud, de lo contrario tendré que castigarse y eso no te gustara. ¿Ya tienes la orina? —le preguntó a Keith quién levantó la muestra por toda respuesta—. ¿Te portaras bien, Shiro?
El hombre asintió asustado.
—Buen chico. Vamos Keith.
Acarició el cabello de Shiro y le plantó un beso en la boca cubierta.
—Ah, Keith antes de que lo olvidé —dijo Lance pasando un brazo por su huesudos hombros—. Si resulta que tienes alguna enfermedad y el tratamiento es caro, no quiero que te preocupes, yo me encargaré con gusto.
—¿Lo pagarás? ¿Por mí? —preguntó esperanzado.
—Ah, no, no —rió Lance—. Te mataré para que no sufras.
Keith sintió un escalofrío recorrerle el cuerpo. Esa mañana Lance estaba de un humor terrible y eso era peligroso.∆∆∆
—¿Qué te sucede? —le preguntó apenas salieron del consultorio.
—No quiero que me mates, quiero estar contigo, Lance —lo miró con los ojos brillantes. No quería que Lance lo desechara como a un trapo viejo. Lo amaba, ¿acaso no le había mostrado ya su lealtad?
—Dijiste que tenías al candidato perfecto para un video —Lance ladeó la cabeza.
—Lo tengo. Ahora mismo debe estar en casa.
—¿Quién es?
—Mi padre.
Lance lo tomó del cuello y lo empujó hasta chocar contra la pared.
—¿Tu padre? ¿Por qué?
—Es una basura. Merece morir de la peor manera posible.
Lance se rió.
—Creo que nos divertiremos mucho —se inclinó y le dio un rápido beso en lo labios—. Mucho, mucho. Pero primero hay que... —el sonido de una llamada lo interrumpió, contestó.—El Gret ha muerto. El Príncipe nos quiere a todos para escoger al nuevo—dijo la voz distorsionada al otro lado de la línea antes de colgar.
—Perfecto, ese bastardo tenía que morir precisamente ahora —gruñó Lance.
—¿Qué pasa? —Keith tenía las mejillas arreboladas a causa del rápido beso. Estaba seguro de que si lo hubiera besado un poco más el chiquillo habría eyaculado ahí mismo. Suspiró, que fácil era manipular a la gente.
—Tengo que irme. Te dejaré en la casa.
—¿En casa? —¿por qué parecía que quería echarse a llorar?
—Sí, ¿qué demonios te sucede? —le estaba comenzado a cansar la expresión estúpida de su rostro.
—Nada. Tonterías mías.
—Eso parece. Y por cierto —dijo subiendo a la moto— lastima de cualquier manera a Shiro y te haré pagar el doble de lo que le hagas. ¿Entendido?
—No sabía que te importaba tanto ese imbécil —gruñó Keith.
—Ahora lo sabes.
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Lados Ocultos
FanfictionLance hace vídeos para la web profunda. Keith es un inadaptado con ansias de sangre. Dos chicos. Un juego peligroso. Perder es sinónimo de muerte. Advertencia: Esta historia contiene escenas gráficas de sexo y tortura. Si eres una persona...