Dos genios, un pasado y un amor futuro. (Spencer Reid Fanfic)

Capítulo VIII

Lo último que quería Spencer era dejar a Amanda, y menos en la situación que se encontraba. Así que la ignoró las siete veces que ella insistió para que se fuera a su casa.
-¿No vas a hablarme?-preguntó el joven incrédulo. Se encontraban en el cuarto piso del edificio sentados en una banca rodeados por seis federales y cuatro agentes de SWAT. Ciertamente, cuando llegaron a la plata baja fue cuestión de minutos para que los abordaran. Spencer había tenido muchas oportunidades para irse de allí, pero se negó alegando que ya lo tenía filmado en las cámaras de seguridad así que sería en vano irse. Los acusaron de violar las normas y hasta de ser posibles doble-agentes; por lo tanto los tenían que llevar con los directores. Obviamente, notificaron a Hotch, quien ya se encontraba en camino. A los jóvenes no les quedaba más que esperar para ver qué sucedería luego.
-No.-dijo cortante.
-Estás actuando como niña.
-Soy una niña.-le dijo enojada. Si la situación fuese distinta, a Spencer hasta le parecería tierna.
-No te iba a dejar sola.
-¿Por qué no?
-No podía.
-Claro que podías, Spencer. Iba a ser lo mejor. Además, puedo defenderme sola, tanto de palabra como de armas.
-Te quitaron tu arma, igual que a mí.-dijo rodando los ojos.
-Tengo tres más que no me las han quitado.-dijo en un susurro sonriendo orgullosa.
-¿Qué? Pero si nos revisaron... oh, no quiero imaginarme en donde están.-decía algo incómodo. Amanda solo rió.
En ese momento vieron a Hotch ingresar por las puertas de cristal acompañado por Rossi.
-¿Qué sucedió?-preguntó con tono neutro pero la agente sabía que esta vez sí estaba enojado.
-Un error de cálculos... -dijo ella balbuceando. Todos la miraron con mala cara, ese no era momento de bromas.
-Reid, conmigo.-dijo Hotch haciendo que el joven lo siguiera a una oficina frente a dónde estaban, y como era vidriada, Amanda podía ver cómo hablaban. Lastimosamente, se pararon de tal forma que no alcanzaba a leerle los labios.
- ¿Y bien?-dijo Rossi tranquilo sentándose al lado de la joven. -¿Qué tal si me cuentas qué sucedió?
-Estoy segura que ya lo sabes.
-No sé tu versión, y esa es la que realmente cuenta para mi.
-Muy bien...

Amanda había empezado a hablar, claro que no dio una versión muy detallada de las cosas, y se ahorró decir qué archivo era y por qué ella quería borrarlo, no por Rossi sino por sus escoltas. Solo contó que había un documento del cual quería saber, de un antiguo caso en su país y luego, cuando saltó la alarma su instinto le hizo querer borrar todo.
Ni bien terminó de contar esa historia, Hotch y Reid se les unieron nuevamente.
-Lo que hiciste está muy mal.-empezó Hotch a reprenderla.
-Lo sé. No debí hacerlo.
-Claro que no. ¿Sabes lo que está en riesgo?-preguntaba con un enojo latente, pero no dejaba de ser el mismo Hotch de siempre.
-Para ustedes, una perfiladora; para mí, mi vida entera.-susurró mirando al piso.
-Necesito que me cuentes todo para saber qué hacer. Los directores no tardan en llegar.-dijo determinante.
-Pero... no puedo.-dijo señalando con los ojos a todos sus escoltas.
-De acuerdo. -entonces Hotch se ubicó en el medio de la sala y habló para todos con su identificación en mano.-Escuchen todos, soy el Agente Especial Supervisor Aaron Hotchner, jefe de la Unidad de Análisis Conductual. A partir de ahora, yo me haré cargo, por favor, retírense. -Y así consiguió que quedaran solo ellos cuatro en la sala, aunque los demás agentes solo accedieron a quedarse al lado de la puerta.
Y sin más interrupciones u oídos, Amanda empezó a hablar, y esta vez, sí contó todo; desde que empezó a frecuentar sitios virtuales, Marcos, los robos, "el robo del siglo", hasta, incluso, los robos actuales en cinco estados, sus miedos y la razón por la cual actuó tan irracionalmente.
-Esto es lo que pasará.-comenzó a explicar Hotch para sus agentes.-Vendrán los directores, y los interrogarán. Confío en ambos, sé que saben qué hacer, pero arreglaré para estar ahí también. -todos asintieron.
Diez minutos después, la sala volvía a estar concurrida por federales y SWAT, los directores habían llegado, y también el Jefe de Sección Mateo Cruz.
Luego de que tuvieran una pequeña reunión entre ellos, llamaron a Reid para interrogar. El joven le dedicó una dulce mirada de "todo va a estar bien" antes de ingresar a la sala de interrogatorios.