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Me quedé mirando a cualquier lado mientras sonreía, aún que, no entendía bien por qué. No me había dado cuenta. El aún seguía con su torso desnudo...

- Entonces.. ¿Todo bien? - Preguntó con un tono algo preocupado. Al parecer, de verdad se había preocupado por mi.

- S-sí.. Gracias.. - Respondí con algo de tartamudeo. Me estaba "incomodando" un poco el que estuviera sin su remera.

Se levantó, aún con los brazos cruzados. Mientras seguía mirándome. Me estaba poniendo un poco incómodo; mi cara, se tornó roja. Y mi tono de piel dejaba que se notara perfectamente.

Hubo un pequeño silencio mientras yo seguía sonriendo; aún que, la verdad era que sonreía por los nervios. Y él, él solo me miraba.

- ¿Seguro que no quieres que te lleve a casa? No es molestia para mí... - Finalmente, rompió el silencio.

- No, no.. De verdad está bien así..

Se quedó pensando un momento, pero al instante volvió a mirarme.

- Deberías... pararte del suelo.

Rápidamente, con una risa nerviosa de por medio, me paré, apoyándome en la puerta mientras seguía con esa sonrisa.

- Y... Te iré a dejar de todas formas - Sonrió - No es problema para mí.

Suspiré y quedé mirándolo, al parecer ya era inútil el decir "no". Así que, no me había quedado otra que aceptar su propuesta.

Unos minutos después, ya me encontraba sentado en su sillón, esperando a que terminara de cambiarse para poder salir.

- Bien... - Dijo, saliendo una de las habitaciones - Te iré a dejar, entonces. - Sonrió - Por cierto...

- Patrick. - Interrumpí.

- Patrick.. ¿No quieres que te preste algo de ropa? - Me miró, mientras notablemente trataba de ocultar la risa.

¿Era mi idea o este chico se estaba preocupando bastante por mi?

- Sé que es extraño, pero.. Me agradas. Y... no quiero que mojes los asientos de mi auto. - Sonrió, como lo había hecho muchas veces antes.

Claramente no era lo que había pensado.

- Ah... Si no es mucha molestia...

- Claro que no. - Me miró, haciendo una señal para que me pare y lo siga.

Lo seguí hasta una habitación bastante grande, la cuál, al parecer, era su habitación. Me quedé esperando en la puerta, mientras veía como él buscaba la ropa entre su closet. Que por cierto, era uno bastante grande también.

- Bueno... Encontré esto. - Me mostró una remera de Guns n' Roses y unos jeans.

Se acerco a mí y dejó las prendas en mis manos.

- Espero que te queden bien. Si no, me avisas. - Me dedicó una sonrisa y salió de la habitación, a la cual, yo había entrado apenas se había ido.

Cerré la puerta y comencé a desprenderme de mi ropa, dejándola en el piso, mientras, rápidamente me cambiaba. Los jeans me quedaban un poco grandes, al igual que la camisa. Pero, estaba bien así, estaba cómodo.

Salí de la habitación y me dirigí al living, en donde se encontraba Pete. Me puse frente a él y le sonreí, cuando estaba a punto de decir algo, este me interrumpió.

- Te ves tierno así.

No dijo nada más y se levantó del sofá para dirigirse a la puerta de salida.

- Vamos, ¿no? - me miró desde la puerta.

Asentí y me dirigí hacia dónde el estaba, saliendo de la casa, con todas mis pertenencias y con algo de miedo, ya que, sentía que los pantalones que traía puestos se me caerían en cualquier minuto.

Al salir de la casa, Pete abrió su cochera, en donde había un lindo y gran auto de color negro. Me pregunté en qué trabajaba éste tipo; O si era millonario.

- Lindo auto... - Le dije mientras lo miraba.

- Lo sé. - Me sacó la lengua y fue a subirse al auto, sacándolo de la cochera y cerrándola.

Me di la vuelta y me subí al asiento del copiloto. Me sentía algo raro.

Hoy casi me matan, me caí, perdí mis lentes y salí herido por eso. Además, estaba usando la ropa de alguien que recién conocía y, para más, ese alguien que recién conozco, me llevará a casa en su auto.

Osea, ¿qué clase de día es este?

- Hey.. Patrick.. - Llamó mi atención, sacándome de mis pensamientos. - ¿Me darías tu número de teléfono? - Sonrió.

- Oh, sí.. espera, hablando de teléfonos. No tengo idea de dónde dejé el mío.. - Lo miré y me preocupé un poco - ¿No viste si venía con el cuando entré a tu casa? Y... Vuelvo a decir que lo siento por eso...

- No venías con nada más que tus lentes en la mano... - Se encogió de hombros. -

Genial, perdí mi celular.
¿Se puede ser más idiota?
Si que salí perdiendo hoy, adiós  oportunidad de tener un nuevo amigo. Adiós celular, lentes y adiós dignidad.

- Bueno.. ya lo perdí. - Solté una pequeña risa sarcástica. -

Confused [Peterick].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora