Confused [Peterick].

14.

Estaba completamente confundido, la verdad, necesitaba escapar de alguna manera, como el cobarde que soy. Necesitaba irme, no directamente a casa, pero a algún otro lado estaría bien.

- P-Pete... - decía entre besos - P-por favor... Debo ir a casa...

Cada vez me besaba más bruscamente, agarrándome bastante fuerte.

Me agarró por las muñecas y me puso justo contra la pared.

- Quédate... Por favor, Patrick...

- Esto... E-esto no está bien, por favor... - Le rogué.

- ¿Porqué no lo está...?

Me quedé callado, no quería decir nada.

- Dime, Patrick... - Agarró un poco más fuerte mis muñecas. - Dime por qué no está bien...

- Y-yo...

No sabía qué decir, así que nuevamente, sin decir nada, lo besé.

El correspondió, pero rápidamente se separó.

- Vamos... Dime. - Me dijo con un tono algo extraño, el cual no lograba comprender. Era una mezcla entre dominante y con enojo. O algo así... no estoy seguro.

Solo volví a besarlo, ya que ni yo sabía el por qué había dicho que estaba mal. O quizás, sabía. Pero no estaba seguro.¿Qué pasaría si Pete se enoja conmigo o algo? Es lo que menos me gustaría, lo que no quería que pasara. Solo no quería "perderlo". Era lo único que pasaba por mi mente. Algo me hacía no querer alejarme de él nunca más.

- No lo sé, Pete! - Logré decir casi gritando por los nervios. - No lo sé... Tengo novia, ni siquiera sé si soy gay y me están pasando estas cosas contigo...

El solo se limitó a soltar una pequeña risa, algo sarcástica.

- ¿Estás seguro de que puedes seguir llamándola "novia"?

No dije nada y quedé cabizbajo. Pensando en todo lo que había pasado, en lo que está pasando ahora. No respondí.

- Primero. Bien, lo tomaré como un no - Dijo, mientas aún me miraba fijamente. - Segundo. Para que lo sepas, no soy gay. Soy bisexual. - Soltó otra risa. - Tercero. ¿A que clase de "Cosas" te refieres?

Levanté la cabeza y lo miré fijamente.

- Cosas, Pete. Cosas. Me haces estar confundido con lo que siento. Confundido en todos los sentidos... Ya no se que pensar de mi. Pensar en Elisa ya no me causa enojo, ni tristeza. ¿Eso es una mala señal? ¿Estoy dejándola ir nada más? ¿Acaso me estoy centrando en ti? - Dije, con casi un hilo de voz. - Me tienes tan confundido. Tan perdido. No puedo pensar con claridad. Yo, no sé nada de lo que quiero... Hace una simple semana éramos sólo Elisa y yo en nuestro mundo. Pero al aparecer tú, podría decir que, acabo de mandar mis planes de vida bien lejos. Porque otras cosas pasan por mi mente ahora. Estás tú ahí, tú, tú, tú. - Mi voz se quebró. Lágrimas comenzaron a caer por mis mejillas, alertándolo. - No puedo hacer nada bien... - Me soltó las manos y me quedó mirando, viendo si tenía más que decir. - Solo soy un chico que recién empieza a vivir lo que de verdad es la vida en sí. He fallado tantas veces con muchas cosas. Paso de que nadie me quiera, a tener una novia. Y después, que alguien esté prácticamente celándome sin siquiera saber si es así con exactitud...

Las palabras habían salido de mi como nunca antes. Solas, diciendo exactamente lo que quería decir y no podía. Revelando lo que sentía. Revelando lo que de verdad estaba mal conmigo. Dejando al descubierto mis peores situaciones sentimentales, en frente de él. Ahí, dejándole ver lo que no le dejaba ver a nadie. Ni siquiera a mi... Novia, Ex novia... Da igual.

Justo cuando iba a hablar, lo interrumpí.

- No digas nada ahora, por favor. - Me sequé las lágrimas de forma inútil, seguían cayendo. - Ahora mismo debería estar corriendo a mi casa, huyendo de tus palabras, como el cobarde inútil que soy. - Y esta vez, lo dije en voz alta. No en mis pensamientos. - Debería estar ya en casa, tratando de seguir mi vida normal. Olvidando todo. Tratando de no pensar en ti. Tratando de no contactarte. Tratando de seguir las cosas con Elisa. Pero no, aquí estoy, diciéndote todo esto, dejándote ver lo que de verdad soy y lo que de verdad siento. Y lamentablemente, se siente tan bien sacar todo. Aún que en el fondo me arrepentiré. ¿Te seguiré encontrando por donde vaya, no? Estoy seguro de que así será. Y lo peor de todo, es que quiero que así sea. Encontrarte cada vez. ¿Te digo por que? Pues no tengo idea. No puedo decirte nada con claridad, Pete. ¿Me estoy pasando ahora mismo? ¿Está mal sentirse confundido y cagarla una y otra y otra vez? No lo sé. - Ya no quería más lágrimas. Solté una pequeña risa sarcástica. - Probablemente necesitaré un psicólogo después de todo esto, ¿No crees? Que gran drama para un pequeño inútil como yo.