Breve descanso

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En un cuarto barato de hotel, Osomatsu se asoma ocasionalmente entre las cortinas, asegurándose de no haber sido seguidos hasta aquel improvisado escondite, mientras tanto, Karamatsu se mantiene en silencio sentado a la orilla de la cama mirando el suelo.

- Me pregunto... si todos estarán bien – murmura el de azul.

- No te preocupes, sé que están a salvo – se aleja de la ventana y toma lugar junto a su novio - por cierto ¿Quién era el enano? –

- ¿Te refieres a Chibita? – El de rojo asiente – él... es un viejo amigo, aunque tenía tiempo de no haberlo visto, por su trabajo y mis deberes no solíamos coincidir en horarios; realmente me sorprendió verlo – sonrió al finalizar.

- ¿Qué se supone que hace el enano? –

- ... es detective –

- ¿Bromeas? –

El de azul negó lentamente.

- Eso es un serio problema – el mayor suspiro con pesadez.

- Por cierto Osomatsu... - le miro con seriedad - ¿Quién era el tipo que asalto el bar? –

- Yataro, sólo un fanfarrón más de los tantos que existen – respondió con desinterés.

- ¿Uno más? – el menor baja la mirada analizando aquella respuesta.

- ¿Qué ocurre? –

- Significa que hay más tipos como él, ¿Cierto? Seguramente nos toparemos a otros en algún momento... - hablo con pesar mientras el mayor le miraba confundido – será que... ¿Siempre tendremos que mirar tras nuestras espaldas? –

- No debes preocuparte por esas cosas – le abrazo suavemente – yo estaré siempre para protegerte – le soltó y deposito un suave beso en sus labios – ahora... que tal si aprovechamos el tiempo y jugamos un rato con eso – sonrió de lado y señalo las esposas que aun colgaban de la muñeca de Karamatsu.

- Osomatsu, no puedo pensar en eso ahora – giro su rostro ligeramente molesto.

- Eso es cruel – se quejó con un puchero.

- Entiende que estoy preocupado... mis hermanos... -

- Entiendo, entiendo – se levantó para después hincarse frente al otro, tomo las manos de Kara entre las suyas – pero te lo he dicho antes, ¿No? yo te protegeré, a todos, no dejare que nadie los lastime – Karamatsu giro el rostro para mirarle atentamente – confía en mi –

Karamatsu se mantuvo callado sólo observando a su novio. Osomatsu no lograba descifrar aquella expresión en el menor y comenzaba a sentirse incomodo, en un arrebato le abordo una idea que tenía pensada hace tiempo.

- Karamatsu... - hablo con firmeza y oprimió un poco más las manos ajenas – cásate conmigo –

Un breve silencio se formó en la habitación, al de rojo le pareció una eternidad.

- Es aquí en donde lloras y te lanzas a mis brazos – bromeo el mayor con un toque de nerviosismo en su voz.

- Yo... - Karamatsu estaba al borde de las lágrimas - ...no puedo – finalizo en voz baja.

Osomatsu le soltó lentamente – Si... claro... no sé qué pensaba, yo... - una última mirada y simplemente se levantó para salir del cuarto.

Ladrón enamoradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora