Capítulo 8 "Callejón Diagon"

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Terminé de leer y guardé la carta en el primer cajón de mi mesita de noche.

Estaba super contenta y me faltaba hacer una cosa, ver si Kristal había recibido su carta.

Avisé a mi madre y fui a casa de Kristal. Al abrirme la puerta, Kenia me abrazó y me felicitó por mi entrada a Hogwarts.
Después de que Kendall también me felicitase, me dirigí a la habitación de Kristal y estaba leyendo la carta.
Cuando me vio vino rápidamente a abrazarme y nos quedamos un rato hablando hasta que decidí volver a  casa.

-Esta tarde iremos al Callejón Diagon a comprar todo lo que necesitas para Hogwarts-dijo mi madre con una sonrisa.

-Está bien-dije sonriendo.

-¿Cuál será tu mascota?

-Lo estuvimos hablando Kristal y yo y como ambas amamos los animales y sólo podemos elegir uno por persona, decidimos que ya que lo compartíamos todo porque somos como hermanas, ella se comprará una lechuza y yo un gato

Mama-Bien pensado

Después de estar hablando un largo rato, comimos y estuve tan nerviosa que no me quedé quieta en todo el día. Por lo tanto, al terminar de comer, me quedé profundamente dormida en el sofá del salón con Matthew, que dormía plácidamente sobre mi regazo.

Horas más tarde,

Sentía unas manos que me movían y abrí los ojos lentamente.

-Despierta, cariño. Kristal y Kenia nos están esperando-dijo mi madre mientras me miraba con una sonrisa.

Asentí y mientras mi madre despertaba a mi hermano, yo me fui a arreglar un poco.

Cuando ya estábamos todos listos nos dirigimos a la casa de Kristal y nos despedimos de Matthew y Kendall.

-Viajaremos por polvos flu-dijo mi madre.

-¿No se separen de nosotras, vale?-dijo Kenia a lo que a sentimos.

Fuimos a la grandísima chimenea que había en casa y mi madre dijo alto y claro "Callejón Diagón". Una especie de fuego verde comenzó a expandirse entre nosotras sin quemarnos.

De un momento a otro ya estábamos en el callejón diagón. Nuestras madres nos dieron opción a elegir a donde queríamos ir primero y decidimos ir a Ollivander's para comprar nuestras varitas.

Estábamos apunto de entrar cuando nos encontramos a Lucius con Draco. Ammbos se acercaron a nosotras y nos saludaron.
Nuestras madres se quedaron hablando con Lucius, así que Draco se vino con nosotras a por nuestra varita, a pesar de que él ya tenía la suya.

Al llegar a Ollivander's nos adentramos en la tienda y aunque parecía que estaba abandonada porque había mucho polvo, lo que más me llamaba la atención era aquel olor tan peculiar que invadía la tienda.

-¿A quiénes tenemos aquí? A la señorita Queen y a la señorita Boss-dijo saliendo de un largo pasillo-un gusto verlo de nuevo, joven malfoy

Se quedó pensativo hasta que se dirigió a un estante y cogió una varita de color negro, muy grande. Para mi mala suerte rompí una taza y después de varias varitas encontré la ideal: una varita con un largo de 29.5 cm con madera de haya y centro de unicornio, bastante flexible y con destellos de polvos de hadas.

La de Kristal era idéntica a la mía, sólo que la suya no tenía destellos de polvos de hadas.

-Molan vuestras varitas-dijo Draco mientras salíamos de la tienda.

Draco se fue con su padre y nuestras madres ya nos compraron el material: los libros, el uniforme y el equipamiento en general. Solo faltaban nuestras mascotas.
Sabíamos lo que queríamos pero queríamos que fuesen únicos y extraordinarios, por lo que Kristal escogió una lechuza azul con manchas blancas y la llamo Sky. Yo elegí un gato anaranjado y le llamé Spookie.

Cuando estaba todo comprado y listo nos dirigimos a casa mediante polvos flu.

En el Corazón de la Serpiente -Draco Malfoy y Tú-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora