En el Corazón de la Serpiente -Draco Malfoy y Tú-

Capítulo 13 "Me Das Asco"

Me dirigí a mi habitación y me encontré de camino a Draco con dos amigos, me armé de valor y me acerqué a el.

-¿Podemos Hablar?-pregunté nerviosa.

-¿Hablar, con una traídora como tú? Ni lo sueñes, Queen

-Draco, por favor...

-No vuelvas a nombrarme-dijo mirándome con odio-me das asco, vete con Potter y los Weasley

-No vuelvas a acercarte a él-dijo uno de sus amigos antes de escupirme.

Me fui de ahí rápidamente y choqué con varias personas en el camino.

No podía creer que me hubiese dicho eso y que hubiese permitido que me tratase así su amigo.

Me encerré en la habitación y me tumbé en mi cama boca a bajo, abracé a mi almohada y me quedé llorando hasta que sentí que alguien entró en la habitación y me dirigí rápidamente al baño.
Me encerré en este y me lavé la cara para que no se notase que había llorado. Salí cuando mi cabello se volvio de color natural.

23:35 pm,

Kristal y Hermione ya se habían dormido pero yo no podía. Todo lo que Draco me dijo no podía sacarlo de mi cabeza.
No le dije nada a las chicas porque no quería preocuparas y aunque Kristal también fue amiga de Draco, no tenían tanta relación como yo con él.

Estaba apunto de dormir cuando de repente apareció Spookie con una carta, la abrí y era la letra de mi madre.

Hola cariño,

Estoy orgullosa de ti, mi pequeña. Espero que todo te esté yendo bien.

Te hechamos mucho menos y tu hermano está muy orgulloso de ti, ambos sabemos que serás una bruja excepcional.

No te preocupes por Draco, sé que es difícil, pero tomaste una buena decisión.

Te quiere 💜 Mamá

Sonreí y guardé la carta.

Acaricié a Spookie hasta que me quedé profundamente dormida.

Al día siguiente,

Me desperté la primera, así que fui a dar un paseo mientras que Kristsl y Hermione terminaban de arreglarse. No tenía ganas de nada pero pensaba que la brisa matutina me transmitiría tranquilidad para el resto del día.

Después de un rato me encontré con los Weasley, Harry y Neville, así que entramos al Gran Comedor pero vimos a Draco con sus dos amigos, que parecían sus guardaespaldas.
Draco nos miró con odio y yo agaché la cabeza inconscientemente.

-Mira quién está aquí...-dijo su amigo.

-La traidora-terminó de decir el otro.

-No la llames así -dijo Ron defendiéndome.

Nos marchamos al ver cómo Kristal y Hermione se acercaban a nosotros y  les conté a los chicos la razón por la que me llamaron así.

Todos se molestaron pero tratamos de cambiar de tema y nos centramos en el desayuno y en las clases del día.
Me di cuenta de que George no dejaba de mirar embobado a Kristal, acción que me hizo gracia pero lo disimulé.

Luna volvió a sentarse con nosotros y en poco tiempo le había cogido bastante confianza. Era muy creativa y a pesar de que algunas personas creían que era extraña, me encantaba estar con ella.