Capítulo 32

1K 103 4
                                    

Después de sus últimas palabras, Neftalí pierde el conocimiento, su mano deja de hacer presión en su herida y yo entro en pánico. Las manos de Neftalí se sienten cada vez más frías, ella no puede morir. Sigo haciendo presión en la herida, pero me vuelve loco sentir la humedad, el olor, la desesperación, el horrible miedo que llega a mí, una y otra vez, siempre sucediendo lo mismo. ¿Por qué no termino herido yo? Nada de esto le tenía que suceder a ella.

Vivamente pienso Andrea, nada hice por ella. Sigo siendo joven, inmaduro, tan débil, sin poder lograr y avanzar en nada, sigo dejándome llevar por mis emociones, sigo involucrando a personas externas. Merezco no vivir más que nadie. Antes de poder sentirme más miserable dejo salir un grito ahogado, estando encorvado, muerdo mi labio inferior mientras las lágrimas fluyen constantemente por mi rostro.

—¡Neil! —escucho fuertemente la voz de mi hermana mientras vuelvo más a la realidad, esperando que pueda ayudar a Neftalí.

—Una ambulancia, hermana, necesitamos una ambulancia —le pido mostrando desesperación sin dejar de presionar en la herida, sintiéndome completamente miserable.

Rápidamente siento sus brazos rodear mi cuello y caer en mi espalda. Pero esta es una situación de desesperación, necesito ayuda real, por lo que escucho voces conocidas y desconocidas, mientras aparecen las personas.

—Vamos a salvar a Neftalí —susurra Melissa.

—¡Es aquí! —grita Aria.

—Rápido, necesitamos trasladar a los heridos, permiso por favor —pide un hombre que me aleja de Neftalí, mientras mi hermana intenta sostenerme y no soltarme.

Veo lentamente como es levantada y montada en la camilla, mientras siguen manteniendo presión en la herida, mientras revisan sus signos vitales, mientras desaparece por completo del lugar, yo no logro moverme de mi lugar, no logro reaccionar al pensar que ella tal vez no logre sobrevivir, mi hermana decide posicionarse a mi lado y subir y bajar su mano en mi espalda.

—Nada de esto es tu culpa —susurra sin dejar de acaricia mi espalda, mientras cierro mis ojos húmedos con fuerza, intentado dejar salir todo mi molesto dolor.

Otras personas aparecen, logro ver sus zapatos y las ruedas de la camilla. Levanto mi cabeza y presencio como María desaparece. Carlota camina hacia a mí y se hace cuclillas estando delante.

—Lo siento tanto —expresa dejando escapar lágrimas—, pude haber interferido y tal vez, nada de esto... —sin poder terminar empieza a sollozar.

—Es mi culpa —inquiero secándome las lágrimas, mientras mi hermana logra darme espacio, la miro levemente, sin poder sonreír, sin poder sentir nada. —, María esta dañada mental y físicamente por mi culpa —aseguro con determinación, mirándola fijamente a pesar del mal estado en que nos encontramos, estoy decidido a culparme de todo.

—Neil —aparece repentinamente Brittany. —, lo siento —comenta mientras logro recordar algo importante.

—Yo confío en que Neftalí estará bien —afirmo mostrando seguridad, pero dirijo rápidamente mi mirada a Brittany porque hay algo que seguramente se ha notado—, María, no se encuentra bien ¿verdad? —cuestiono no solo para la rubia sino también para Carlota, ambas, han estado cerca de ella, sea por mucho o poco tiempo.

Todas guardan un profundo silencio.

—María, fue contagiada con VIH —expresa Carlota suspirando con frustración—, cuando la conocí ya estaba padeciendo de eso y actualmente eso se convirtió en SIDA —asevera afligida mientras sus ojos se dilatan, humedecen e intenta soportar las lágrimas—, Ella no desea que interfiera y vi a Louis drogándola una vez, la escuche decir que no le queda mucho tiempo de vida —al terminar de hablar rompe en lágrimas, dejándose caer en el suelo y mostrando lo destrozada que se encuentra.

Soy Una Chica Por Ti [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora