Capítulo 3*

5.1K 450 91
                                    



La última hora transcurrió rápidamente, para Carlota y para mí, todas las horas de clases siguió siendo inevitable no responder cualquier pregunta del profesor. Puede que ella me robara las palabras de la boca la mayor parte del tiempo y eso me exasperaba, pero sabía que daba mejores explicaciones. Era inevitable que no se molestara. Sus ojos se salieron de órbita y los nudillos de sus manos quedaron blancos por tanta presión, viendo lo sensible que es. Es una chica agradable. Por dentro, me da risa ver su seriedad mientras yo sentía que era un simple juego de amigos, pero para ella esto es como desactivar una bomba, como si de verdad jugaras por tu vida. Tal vez si necesite notas excelentes y notables.

Carlota Leonhardt debería tener dieciséis años, a diferencia de mí que tengo diecisiete, pero en realidad Noah Robinson tiene dieciséis al igual que Melissa, ya que deberíamos ser hermanas mellizas, aunque soy más alto que ella, es extraño comentar eso.

Siguiendo con Carlota, tiene una forma de sobresalir extraña, parece rebelde, como una oveja negra; su cabello está teñido de negro y lo tiene recogido en una coleta de caballo. Su rostro no está pintado, es muy bonita y sus uñas están pintadas de negro. Su uniforme no es lo suficiente largo para marcar su inocencia, pero lo más interesante es que utiliza una gargantilla con dije de media luna. Es muy simpática con ciertas chicas, es inteligente y al parecer tiene un gran carácter. Ella de cierta manera es impresionante y lograría ser una líder. Se nota que ganó una beca igual que yo.

Me encuentro de pie a espera de tener mi turno para pedir mi desayuno. Me encuentro exhausto y con un dolor de garganta por tanto gritar. Creo que mi voz quedó peor que antes, ahora nadie creerá que soy una chica, sólo deberán confiar en mi apariencia, es lo que pienso incontables veces de lo asustado que me encuentro por tantas chicas alrededor. Estar aquí, no ser reconocido y que una sola de ellas me señale hasta proseguir con todas, ser descubierto y despreciado por...

—¿Estás bien, Noah? —Susurra Brittany estando delante de mí. Me genera una gran impresión mientras intento olvidar esas horribles ideas.

—Brit, necesito tu ayuda —pido en un susurro mientras avanzamos en la fila. Ella asiente—. Por casualidad, ¿tienes información de estudiantes de segundo grado? —pregunto mostrando un poco de interés e inocencia por sacar información. Aunque sería utilizarla, pero solo necesito protegerme a cualquier costo.

—Cuando pasas medio año aquí es normal saber o escuchar cualquier cosa sobre las de segundo y tercer año —me advierte—, después de todo, tener una vida aquí no es un secreto —avisa como lo más importante—. Aquí, las paredes escuchan, no advierten, sólo lo sabrás —susurra mirando a sus lados mientras seguimos avanzando y tomando la comida que deseamos. —¿Sobre quién deseas saber? —pregunta mientras nos seguimos moviendo hacia delante. Me da una mirada rápida notando el interés que tienen mis ojos.

—Evangelina.

—Evangelina Coleman ¿Eh? —Roba mis palabras—, parece que ocurrió un accidente entre ambas ¿verdad? —sus hipótesis son correctas. Asiento levemente, muy apenado ya que no sé lo que sucede a mí alrededor, aún no conozco a mi enemigo y puede atacar en cualquier momento. Ella mismo lo dijo.

Al llegar a la dispensa de alimentos tomé mi bandeja y me sirvieron con mucha amabilidad, Brittany y yo nos dedicamos a buscar un sitio seguro para hablar con más fluidez y confianza. Sin tener que desconfiar de los que se encuentran a nuestras espaldas.

Nos disponemos a sentarnos en la mesa más apartada, fuera de cualquier otra mesa que nos rodee, y ni a ella o a mí nos molesta sentirnos apartados de las demás, después de todo somos invisibles. Aunque es una mejor vista de cómo actúan todas.

Soy Una Chica Por Ti [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora