𝑴𝒊 𝑳𝒍𝒆𝒈𝒂𝒅𝒂 𝒂 𝑷𝒂𝒓𝒊́𝒔 [ Adrien/Chat Noir ]

《𝓐 𝓒𝓪𝓼𝓪 𝓭𝓮 𝓐𝓭𝓻𝓲𝓮𝓷》

Mayo 20

Por fin viernes, después de una semana pesada por el incidente de Braiden, algo que al día siguiente fue olvidado por todos, ya que no se encontraba; recordado y atesorado por mí, ya que fue el día en que pude ayudar a Chat con un akuma como equipo y también fue el día en el que desde entonces le tengo rencor a Ladybug. Era bastante decepcionante ver a la gente halagar a alguien que no se encarga del paquete pesado.

Sí, sí, sí. Sé que ella es la única que puede purificar el akuma, pero a pesar de eso creo que no fue correcto sentirse especial por sólo eso.

En fin. Desde que Braiden fue akumatizado, no hubo más akumas que derrotar. Al menos creí que esa semana sería paz y tranquilidad.

Estábamos en clase de educación física, donde nos encontrábamos jugando quemados.

Mi equipo era el mejor. Claro, cuando estas en un equipo de chicos, es más claro que el agua. Era chicas contra chicos, y como éramos más, decidieron meternos a Alix y a mí al equipo de chicos.

-¡Chloe, atrapa la pelota! -Exclamó Alya.

-Asco... Claro que no. Si una de esas pelotas me llegase a tocar, yo... ¡AH!

-Bien hecho, _______. -Dijo Alix chocando palmas conmigo.

-Ridiculo, realmente ridículo. -Se quejó saliendo de la cancha.

-Oh, vamos. -Reclamó Max, quien fue golpeado por Marinette.

-Tranquilo, Max. Nosotros vamos ganando. -Dije, después de atrapar una de los balones.

-________, cuidado. -Me avisó Adrien, a lo que deje que el balon chocara con la que tenía en manos. -¿Estas bien? -Preguntó posicionándose a mi lado.

-Sí. Tranquilo. -Lance la pelota hacia donde se encontraban Sabrina y Lila, dándole en el hombro a Sabrina. En cuanto lance el balon, Adrien me empujó haciéndome caer al suelo. -Adrien. -Al alzar la mirada, vi como la pelota que Marinette lanzó le dio a él en el hombro derecho.

-L-Lo siento, Adrien. ¿Estás bien? ¿T-Te di fuerte? -Se disculpó Marinette.

-Estoy bien. Es solo un juego, tranquila. -Dijo Adrien ayudándome a levantarme. Él salio de nuestra área.

-Olvidate de eso ahora, Mari. -Exclamó Alya antes de que un balón la golpeara. Ambas nos giramos a ver quien había sido y vimos a Nino lanzándole un beso. Ella se dio la vuelta y salio del territorio mientras reía. No pude evitar sonreír.

-________, agachate. -Ordenó Kim. Sin saber de donde venia el balón, obedecí. Pero de lo que ambos no sabiamos, fue que el balón iba hacia él. Pues lo había golpeó. -Maldita sea. -Exclamó, dejando caer el balón que tenía en manos con fuerza.

-Bien. Quedan cinco minutos. -Avisó el profesor deteniendo el juego. Solo quedabamos Alix, Nino y yo, y en el otro equipo, Lila y Marinette. Cada quien recibió un balón, así que decidimos idear un plan con tres oportunidades.

-Bien. Dejemos que ellas lancen primero. -Sugerí.

-¿Y después qué? -Preguntó Nino.