𝑴𝒊 𝑳𝒍𝒆𝒈𝒂𝒅𝒂 𝒂 𝑷𝒂𝒓𝒊́𝒔 [ Adrien/Chat Noir ]

《𝓔𝓼𝓹𝓮𝓬𝓲𝓪𝓵 𝓭𝓮 𝓝𝓪𝓿𝓲𝓭𝓪𝓭》

[ Espero que se la hayan pasado bien con su familia y amigos en esta época tan bonita.

Les deseo lo mejor y que tengan un feliz fin de año para ustedes. Les quiero mucho.

Les dejo esta bonita canción de mi bebé para este capítulo que no está entrelazado con los anteriores.

Un pequeño aviso será que no habrá capítulo nuevo hasta el próximo año. Y sin más que decir, espero que les guste este especial♡)

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[ Diciembre 24 ]

Era ya la una de la tarde cuando salí de terminar de bañarme. Me encontraba en mi habitación con mi cuerpo desnudo rodeado por sólo una toalla blanca, mi cabello mojado caía en mis hombros y mis pies descalsos sobre el tapete mientras buscaba algo para vestir, además de ver que me pondría en nuestra cena navideña.

La navidad, la época más deseada del mundo, la más querida y la más odiada por aquellas personas amargadas que no creen en un día tan bonito como este, con tan sólo pensar en la familia, en la comida y los regalos, pero sobre todo en la comida.

Escuché en ese momento como la puerta del balcón se abrió con lentitud, rápidamente me giré sosteniendo la toalla para que ésta no se cayera de su lugar. Chat estaba ahí, frente a mí, con un rostro de sorpresa, con un rubor en sus mejillas, mirándome de abajo hacia arriba.

—¿Cuántas veces te he dicho que toques antes de entrar? —Tomé un peluche que se encontraba sobre el mueble y lo lancé hacia él. Atrapó el conejito rosa y se acercó a mí.

—Estás muy bella.

—Cierra la boca. —Plantó un beso sobre mis labios, antes de colocar su maní sobre mi cintura para acercarme hacia él. Apreté mi mano que sostenía la toalla. Con mi otra mano lo empujé con delicadeza para que parara. —Tengo que cambiarme, gatito.

—Bien, yo esperaré aquí. —Caminó de espaldas y se sentó en la cama de manera en que me daba la espalda.

—Hagas lo que hagas, no vayas a voltear. ¿De acuerdo?

—Claro, claro. —Me di la vuelta y continúe buscando una simple camisa y un pantalón corto de tela cómoda por lo mientras.

—Sé que será una tontería esto, pero quería preguntarte si podía quedarme aquí hasta mañana.

—¿Ahora? Por mi no hay problema, ¿pero y tu padre? —Me puse un sostén negro y unas bragas del mismo color.

—Saldrá de la ciudad por unos días, al igual que Nathalie.

—¿Pasarás la navidad fuera de la ciudad?

—No. Sólo mi padre. Él pensaba en dejarme un niñero, pero si le digo que me quedaré aquí tal vez esté más tranquilo.

—Oh, en ese caso... Claro, le avisaré a mi madre para que te quedes.

—¿En serio? —Preguntó al voltearse.

—¡No te gires! —Exclamé poniéndome rápidamente mi blusa. Comenzó a reír. —No es gracioso.