《𝓘𝓷𝓼𝓮𝓰𝓾𝓻𝓲𝓭𝓪𝓭》

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-¿¡Nueva Ladybug!?

-Nuestro guardián habló con Chat Noir hace unas horas para hablar sobre el tema, y después habló con Marinette. Sus acciones se han vuelto lo contrario a lo que era en verdad, y principalmente contigo desde tu llegada.

Debo admitir que Marinette no es la misma de antes. Cada vez que está con Lila es muy diferente, tanto que, creo que, Chloe me cae mejor que ambas juntas... -Explicó Tikki.

-No, no, no, no, no. E-Esto no está pasando... Yo... Yo ni siquiera sé que hacer. Además si Marinette se entera que y-yo seré la nueva Ladybug me odiara más de lo que me odia.. No. Me niego a hacerlo. -Me crucé de brazos y le di la espalda.

-_______, por favor. El maestro Fu te eligió a ti por ser tu misma. Eres inteligente, valiente, amable y sobre todo una buena chica que haría lo posible para que las personas a tu alrededor sean más felices que tú. Aquí en París no se ven personas así todos los días. -Comentó flotando hasta quedar frente a mi cara.

-No lo sé, Tikki. ¿Uno... de los dos sabe que yo...?

-No. Sólo el gran guardián y yo. Date una oportunidad y sal a la ciudad por un momento para divertirte y sentirte libre. -La miré dudosa. No sabía si aceptar o no.

-Chat... Chat debe saber que yo seré su nueva compañera. -Colocó gesto de miedo y agitó sus pequeñas manitas antes de acercarse a mi rostro y tapar mi boca.

-No. No puedes hacer eso. La identidad del otro debe ser ocultada por sí mismo, no le dirás nada.

-Pero en una relación no debe haber secre...

-_______. Entiende, es por el bien de los dos. No le dirás nada a Chat, por más que lo desees. Nada. -Se alejó de mí antes de bajar y tomar la cajita con los aretes para regresar a mí y entregarmelo. Para ella parecía pesado. Lo tomé en mi mano y lo miré fijamente, ella abrió la cajita y se sentó en mi hombro. Dejé salir un suspiro.

-L-Lo voy a intentar. -Tomé ambos pendientes y dejé la cajita sobre mi escritorio.

-Lo único que debes decir es: Motas; te transformaras inmediatamente con tu traje inspirado en tu personalidad.

-De acuerdo. -Coloqué los artes en los orificios de mis orejas y solté un suspiro. -Primero me aseguraré de que mis padres estén dormidos. -Tikki aceptó mi decisión.

Abrí la puerta de mi habitación y me asomé a ambos lados para revisar que no estuviera nadie en el pasillo. Me asomé por el barndal para ver si no había luces encendidas. Definitivamente tenía suerte. Fui directo a la habitación de mis padres y abrí la puerta con extrema delicadeza, me percate de que ambos ya se encontraban en la cama teniendo una larga siesta. Cerré la puerta con lentitud y solté un suspiro.

-Ya que no hay nadie despierto, sal antes de que te descubran.

-¿Así de rebelde eras con Marinette? -Soltó una pequeño risita.

Regresé a mi habitación y cerré la puerta, después me detuve junto a la cama y solté un suspiro.

-Motas. -Susurré.

En ese instante fui rodeada por una luz roja, la misma que había aparecido en aquella esfera en la que había salido el kwami, de cabeza hasta los pies. Al desvanecerse por completo, me dirigí al espejo para admirar el traje que llevaba encima.

Un traje sin mangas mostrando el pecho y un escote de corazón, unos guantes que finalizaban a la mitad del ante brazo y una mascara ya colocada en mis ojos, todo era color rojo con motas negras, excepto las botas que terminaban en la ante pierna, éstas eran completamente negras; por ultimo, el peinado era una media cola, que estaba atada con un listón rojo, y el yo-yo se encontraba rodeando mi cintura.

𝑴𝒊 𝑳𝒍𝒆𝒈𝒂𝒅𝒂 𝒂 𝑷𝒂𝒓𝒊́𝒔 [ Adrien/Chat Noir ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora