Dominadores de mundos: Historia humana.

Noticias emocionantes.

Ambos nos miramos fijamente a los ojos, no contaba con mi arma por lo que dependía de mis habilidades cuerpo a cuerpo, no era la primera vez que estaba en esta situación, por lo que sabía que no sería fácil.

Ella corrió rápidamente hacia mí, no podía darle mucho tiempo cerca de mi o sería el fin, su puño vino rápidamente a mi pecho, gire mis tobillos con velocidad y trate de darle una patada en la pantorrilla para romper el equilibrio perfecto de su postura de golpe, ella era lista, rápidamente dio un salto hacia atrás, aunque instantáneamente salto hacia el frente.

—Izquierda, derecha, abajo, derecha...

Aquellas advertencias de Bimo fueron suficientes para poder esquivar perfectamente sus golpes, no perdí tiempo y poniendo mi mano en palma la dirigí hacia su estómago.

Mi movimiento había sido muy predecible, por lo que, imitando mi movimiento rápido de tobillos con una perfección que me dejaba como un aficionado, arremetió un golpe hacia mi cara. Justo como lo había planeado.

Esquive su golpe y agarre su brazo, listo para aplicar una llave que la dejara en el suelo, sin embargo me regreso mi propia estrategia, su capacidad para analizar rápidamente una situación y resolverla era impresionante, agarro uno de mis brazos con ambas manos y empezó a levantarme hacia atrás.

—Flexiona las piernas y usa la inercia para completar tú la llave.

De nuevo las palabras de Bimo me daban el siguiente movimiento, aproveche el impulso y apenas mis pies tocaron el suelo, hice palanca y empecé a levantarla a ella, se había acabado, ya no podía hacer nada para evitar el impacto contra el suelo.

Antes de poder llevarla hasta el suelo, un rápido movimiento paso frente a mis ojos, no pude sentir sus piernas en mi espalda, pero de un segundo a otro había sido estampado contra el suelo.

No podía ser... Me había aplicado una llave de brazo en el aire, ¿Eso es siquiera posible?

El silbato sonó y el árbitro dio su resultado, todo había acabado.

—Tou ha quedado inmovilizado, Seles gana el encuentro.

Seles se levantó toda alegre y llena de ánimos, como si hubiera ganado un premio en una fiesta infantil.

— ¡Yei! Deberías quedarte en clase de tiro Tou, esto del combate cuerpo a cuerpo no es lo tuyo.

— Tienes razón, —Dije, mientras me levantaba— aunque si me toca contra un monstruo como tú siempre, nunca progresare en esto.

— Eres muy lento, a veces parece que no tienes reflejos —Ciertamente no tengo, estoy muerto— o qué esperas que alguien te diga las cosas para actuar, —También es cierto— o que no pudieras sentir cuando alguien toca tu cuerpo. —Mis nervios no funcionan...— Sin embargo eres muy bueno a la hora de disparar, yo no puedo mantener mi pulso y mi respiración tan equilibradas como tú para evitar fallar, —Carezco de los mismos—, aunque sigues siendo un debilucho que no puede cargar un fusil sin que el retroceso te tire al suelo.

— Cada quien tiene su lugar, es cues...

En ese momento una persona de alto rango se acercó a Seles, interrumpiendo mis palabras.

— Seles, se te solicita por el diligente.

Ambos estábamos confundidos ante tal petición, aunque posiblemente sea por su desempeño en combate. Ella se marchó y el entrenador me dijo que me marchara, ya había perdido.