Dominadores de mundos: Historia humana.

Interrogatorio.

Estaba en una situación cerrada, no sabía que responder ante las preguntas incoherentes que se me hacían.

Un sujeto extraño apareció en aquella habitación a donde fui llevado después del combate, un sujeto con una mascará de gas que afirmaba llamarse Eliust (Tenia el presentimiento de que era Eulist tomándome el pelo), se encontraba sentado frente a mí, apoyándose en una silla.

— ¿13 + 2? —Preguntaba.

—15... —Le respondía.

— ¿Sándwich de jamón o de queso asado?

— ¿Qué sentido tiene todo esto?

—Tu solo responde...

— Ahm... Queso asado... Creo...

—Un tiro en la pierna, ¿izquierda o derecha?

— ¡¿Qué?!

—Derecha.

En ese momento el sujeto saco una pistola y me disparo en la pierna.

Fingí algo de dolor y luego de un fuerte grito, le reproche.

— ¡¿Qué mierda te pasa?!

—Tengo una duda...

— ¿Ah?

— ¿Por qué gritaste de dolor?

— ¡Me acabas de disparar en la pierna! ¡¿Por que  más crees?!

—Sí, pero, tu sistema nervioso no funciona, ni siquiera estas sangrando y por ultimo —aquel sujeto se acercó un poco más, dejando ver sus ojos detrás del cristal de la máscara— reconozco muy bien un grito de dolor, no trates de engañarme...

No podía responder nada. Soy incapaz de sentir miedo, presión o estrés, pero ni siendo inmune a eso sabía que decir en ese momento.

— ¿Sabes? —Prosiguió— en todos estos años, al no ser un país, un pueblo o una unión formal, sino un grupo de soldados de una misma especie, hemos tenido que lidiar con muchas culturas que piensan de forma... diferente. Golpes de estado, anarquías, rebeliones, atentados, mucha cosas han tratado de tomar el poder en esta base con el fin de buscar su propia solución a los problemas, sin embargo, esta vez parece que tenemos cosas más exóticas en el repertorio, profetas, bombas andantes, y un cadáver que es capaz de congelar el agua y se niega a matar a sus enemigos pero lucha por proteger a sus compañeros, curiosamente sacados del mismo foso de humanidad. Hemos hecho un buen trabajo cubriendo las primeras dos, pero tú aun eres una duda demasiado grande... Tou, los exámenes médicos no mienten, los reportes coinciden a pesar de ser de distintas fuentes, tu forma de ocultarte fue muy ingenua aunque algo elaborada, tienes tres disparos para decirme que eres, así que usa bien tus palabras...

Eliust apunto su pistola frente a mi cabeza, la pérdida del cerebro sería el fin de mi conciencia, ni Bimo me podría mantener vivo allí...

—Por favor, sé que piensas que soy un traidor pero yo...—fui interrumpido por un disparo del arma, la bala había pasado justo por mi costado derecho.

—Cuento tres y llevo uno...

—Solo busco el bien de mis compañeros, no... —Otro disparo, esta vez por mi izquierda y más cercano, me interrumpió.