Sin conocer el error.

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Me encontraba sentado en mi escritorio, como siempre, solo con mi lámpara de mesa encendida, dedicándome a leer un espléndido libro que hablaba sobre cierto juego de guerra, aunque solo podía leerlo de a ratos, siempre adelantaba una o dos páginas, quizás lo termine en algunas semanas y pueda contarle a alguien sobre él, quizás a Rasu, a él le encantan estas cosas.

Mi confort fue interrumpido por el sonar de mi puerta, -Adelante.- dije elevando un poco la voz, sucesivamente la puerta se abrió, por la cual paso mi amiga Bethania, -¿En qué puedo ayudarte?- pregunte.

-Solo venía a pasar el rato, ya no tengo nada que hacer, y también a dar un pequeño informe.- me respondió de manera relajada, pude observar como cubría la palma de su mano, llevándome a una deducción obvia, -Parece que ocurrió un incidente durante tu acercamiento.-; dicho esto, cambio su expresión a una sonrisa sarcástica y se sentó cómodamente delante de mí, -Parece que tenemos más bichos raros en la nave.- comento como si de algo molesto se tratase.

-Mira el lado bueno, es como dice, de la diversidad nace la especialidad. Creo que eso decía el dicho, no estoy seguro.- luego de decirle aquello, solo soltó una leve risa, manteniendo el sarcasmo de su felicidad. –Está bien, cambiando de tema... ¿Qué te hiciste exactamente?- pregunte sutilmente.

Ella dio un leve suspiro y respondió de manera un poco más seria, -Para empezar, siéntate, me incomoda saber que estás viendo todo parado allí al lado del librero, se supone que tienes que acosar a alguien no a todas las personas que conozcas.-; volteo su mirara hacia Rasu, quien como siempre, se hallaba a un lado del librero, un poco escondido a la vista.

Salió de su sombrío refugio existencial para acercarse, tomar asiento, y conversar, -Me disculpo, no soy muy conversador ni participe de conversaciones; pero ya que estamos en eso de mi acoso, tengo la conclusión final de mi investigación.- una de las cualidades de Rasu, desde que lo conozco hace mucho, ha sido la de poder, por así decirlo; volverse tan nulo que al momento de estar presente una persona normal no le toma importancia o lo confunde con la decoración de la habitación, ha habido diversos choques en las oficinas y corredores porque las personas a veces hasta se olvidan de que existe y lo ignoran.

-Adelante, tu primero.- dijo Bethania, haciendo referencia a la entrega de información, Rasu dio un leve suspiro, junto sus palmas, cerró los ojos y empezó –Aunque es solo una teoría, considero que sería la única explicación que se le puede encontrar a su condición, tras analizarlo varios días, deducir sus dietas, patrones alimenticios y físicos, examinar sus informes, entre diversas cosas. Llegue a la conclusión de que, la persona conocida como Tou, está muerto; sin embargo, entender cómo funciona de manera exacta su cuerpo es algo difícil, pero en base, me he dado cuenta que su cuerpo no necesita más que agua para subsistir, de manera más directa, sus órganos no muestran la actividad necesaria para mantener un cuerpo, su alimentación es casi nula; al igual que he el incidente con Bethania, me ha dado ciertas sospechas.- al decir esto y finalizar su informe, Bethania se molestó un poco, pero decidió tranquilizarse, y decir su informe.

-Al acercarme a los dos individuos, accidentalmente, y por reflejo, agredí de manera defensiva al sujeto menor, sujetándolo por su brazo robótico y tirándolo al suelo, pero para mí sorpresa, este se defendió, aunque de manera inconsciente.- en ese momento, Bethania dio una pequeña pausa para mostrar su mano, al verla detalladamente, pude ver, lo que parecía ser la marca lineal de una quemadura en la madera de su cuerpo, si hubiera sido en un humano, la herida sería peor –Y pensar que el inútil por quien apostamos su muerte haría algo así.-. Sin perder mucho tiempo mostrándome su mano, prosiguió.

-Tú fuiste quien aposto, puede que sea un inútil y un desperdicio de espacio, pero hay algo en él que no va bien, un humano normal no puede alcanzar repentinamente esa temperatura, y aun mas, no morir de solo intentarlo, para añadir, en aquel momento el otro sujeto se acercó para intervenir, tocando mi hombro, como eguor de tierra puedo sentir la vida, a los seres vivos y a las plantas, pero cuando él me toco fue como si alguien me hubiera tirado algo en el hombro, algo frio, tuve que voltearme para realmente saber que era él.- finalizo, sin duda algo intrigante, los libros decían de algo parecido, pero lamentablemente no cuento con todos los volúmenes sobre el registro de elementales.

Rasu abrió sus ojos, y empezó a contarnos, lo que el suponía, podía ser una explicación. –Hasta lo que tengo entendido, los libros y el registro, muestran que antes de lo que hoy denominamos como eguors, existían los denominados elementales, sin embargo, el cambio que hubo no fue directo, entre eguors y elementales hubo un eslabón, del cual se puede saber de su existencia por la información recolectada de las armaduras, aún no sabemos que fue exactamente de los elementales, sabemos que cambiaron de cierta forma, y que su vínculo era más fuerte con la naturaleza que él de los eguors.- Tenia un poco de sentido lo que decía, quizás el tiempo haya decidido cambiar.

-Entiendo lo que quieres decir, entonces debemos suponerlo...- comento Bethania.

-Exacto, una nueva especie de eguors, o una adaptación, tenerlos en vigilancia es la prioridad, parecen ser muy pacidos a los humanos en su anatomía, por lo que nuestro amigo rubio nos ha enseñado, un humano puede llegar a poder hacer mas de lo que entra en sus limites con el debido entrenamiento y preparación, sin embargo eso no hace que podamos burlar a la muerte, o alcanzar temperaturas repentinas que destrozarían nuestro cuerpo, tomando en cuenta que ambos vinieron de situaciones, que aun siendo optimistas no le veíamos mucha oportunidad de sobrevivir.- Complemento Rasu.

Supongo que era algo a considerar, la naturaleza es impredecible, igual que la vida. –Rasu, no le digas a los médicos nada, que sigan haciéndole pruebas a sus signos vitales, puede que descubran algo interesante. Bethania, por los momentos no es necesario que te acerques de nuevo, espera a que se le sea asignada su primera misión, pero si es posible mantén vigilancia, y si puedes dile a Asriel que necesito dialogar con ella, de ser posible, dile que traiga la armadura de compactación, también si es posible al sujeto de pruebas Galeo, ha demostrado potencial no solo en sus informes, también como posible usuario de la armadura de alteración.- finalice mis órdenes, y me levante de mi escritorio para marcharme.

Bethania se levantó confundida, -¿No ibas a hablar con Asriel? ¿Por qué te marchas?- pregunto.

-Tengo... ciertos asuntos que atender, sin embargo dile que puede esperarme aquí, no me demorare.- le respondí, abriendo la puerta empecé a retirarme de mi oficina, -Bueno, yo iré a encerrarme en mi laboratorio, nos vemos.- dijo Rasu marchándose, seguido de Bethania. Ambos tomamos caminos diferentes, no se trataba de desconfianza, pero no podía decirles de su existencia, se negarían a mis pruebas por riesgo de mi muerte, pero si todo sale como él lo planea, todas esas descargas valdrán la pena.

Dirigiéndome al depósito secreto, utilizado por los concejales y directores estudiantiles de las naves nobles para ocultar diferentes informaciones o simplemente sistemas de tuberías, me di el pequeño placer de esconderla detrás de una vitrina.

Allí se encontraba mi esperanza, detrás de aquel cristal, moldeada en aquel material, levante la manga de mi chaqueta, viendo aquellas marcas de quemaduras por descargas electricas en mi piel, no pude hacer más que verle y decirle.

-Voy por ti, esperanza.-

Dominadores de mundos: Historia humana.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora