Advertencia:
Esta historia contiene escenas de sexo duro y vocabulario fuertes, además de comportamientos abusivos, como violación, agresión, etc...por ello, si eres sensible a estos términos no continues. Sin embargo, quiero decir que no puedes olv...
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—Amor no estés triste.—dijo el omega besando la espalda de su alfa.
—Tranquilo Louis, se me pasará. Es solo que los extraño mucho, mi familia y mis amigos eran mi vida y pronto ya no existirán.
—Puedes usar tus poderes de nuevo e ir a verlos cariño. Puedes elegir si quieres que te vean o no. Piensa que ellos son felices, son una banda de éxito y a tu familia elegiste borrarle la memoria como si nunca hubieses nacido, para que no sufriesen más por ti. Sé que es duro pero ahora tienes una nueva vida, una nueva familia, me tienes a mí.
—Tienes razón cariño, tú eres mi familia y toda mi vida ahora, siento entristecerte, te amo.—dijo Harry besándolo tiernamente.
Una semana después de que los chicos se fueran y que Harry se proclamase Rey de los guardianes del inframundo, aún surgían disputas.
Eran algunos problemillas de insubordinación por parte de algunos empleados beta que intentaban atentar contra la vida de Harry y Louis y los cuales el alfa destripó sin problema pero aunque odiaba matar, era necesario para que todos lo aceptaran como su nuevo Rey.
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También surgieron diferencias entre las criaturas del inframundo que cada noche acudían a la fiestas del Continental Miami, pues Harry estableció una serie de normas y prohibió algunas actividades.
—Nunca aceptaré que eres el nuevo Rey, te reto niño—dijo uno de los viejos vampiros.
—El que no acepte mis normas no será bienvenido a mi hotel y si se revela probará mis garras—advirtió Harry a todos.
—Yo tampoco acepto tu sangre envasada yo quiero matar, me da placer—Dijo otro tirando su copa.
—Lo siento —dijo Harry—aquí ya no se mata si no es necesario. No traeré gente inocente para que las mateis por simple gusto, ¡soy el Rey y pongo mis normas os guste o no!—gruñó ya cansado Harry.
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