Parte 4 - ¿Qué será del mañana?

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 Hay momentos en la vida, en los que debes replantearte la misma. "¿Dónde voy? ¿Quién soy? ¿Que será del mañana?".

Pero sin duda, siempre hay momentos inolvidables, momentos que me hacen recordar. Recuerdos que vienen del pasado, nublan el presente y provocan el caos en mi mente. Pues los traumas a veces aparecen, resurgen, dejándote sin habla. Dejándote como un ser inservible y sin corazón, pero entonces...

Entonces, lo ves claro. Entiendes que el mundo gira por dos razones. La primera, tiene que seguir rotando, bailando su danza infernal. Debe hacerlo, porque no puede hacer otra cosa, es lo único que le permiten. Dar y dar más vueltas, alrededor del mismo punto, aburrido, una eternidad quizás. La segunda, gira por aquellas personas que te llenan día a día, sigue luchando por mantener tu realidad, aquella que a veces no es más que un montón de mierda cuando llega una de esas personas especiales y solamente entonces entiendes que lo que hace cinco segundos no tenía sentido vuelve a tenerlo de nuevo.

Realmente, en momentos así sabes que tienes una razón, una motivación para seguir. Una ocasión para volver a sonreír, para dejar lo malo de malo, para volcarte en lo que más te gusta...

¿Pues quién va a actuar en tu escenario cuándo mueras?

Nadie, esa es la verdad. Quedará vacío, lleno de polvo, quizás lo que ahora tanto aprecias desaparezca, tirado a la basura, quizás vaya a parar a otras manos. Otras en las que hagan ilusión, pero no te engañes nadie va a vivir por ti.

Tampoco existirá una persona que sienta igual que tú, que piensa igual que tú. Que veas las cosas como tú, ¿y qué? ¿Acaso eso no las hace magníficas? ¿Acaso eso no hace que las ames? ¿O quizás las odies? Las envidies, lo des todo por ellas sin pedir nada a cambio..

Pues si tú no puedes ser feliz, ¿por qué no harías feliz a otro?  

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