XLVII

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- Sin salir de su patio, la persona sabia llega a  conocer  el  mundo.

Sin  asomarse  a  la  ventana,  ve  al Tao Primordial.

Ella no viaja lejos para conocer más.

Y aunque no viaja, lo sabe todo; y aunque no mira, puede  calificarlo  todo;  y  aunque,  en  apariencia,  está inactiva, lo alcanza todo.

Ella,  en  su  corazón,  encuentra  todo  lo  necesario.

Es  por  eso  que  la  persona  sabia  puede  ver  lo  invisible  para  un  ojo  normal  y  conoce  las  cosas  que  no pueden ser alcanzadas ni caminando ni montando

El Tao Te ChingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora