After Classes [samifer] EDITANDO

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Ubicado inmediatamente después del one shot número 6.

Lo primero que sintió Sam al despertar fue el ardor en sus caderas y trasero. Hubiera sido una buena señal si no fuera porque no estaba en su cama, probablemente ni siquiera en su casa. Menos mal que era sábado y no tendría que darle explicaciones a su hermano o a...Cas. Oh no. Había prometido contarle a Cas la supuesta broma a su profesor y eso era técnicamente contarle que había tenido sexo con el profesor al cual tenía que hacerle la broma, que la broma nunca fue una broma en verdad y que además no había sido la primera vez que se encontraban sexualmente.

Su cerebro pareció hacer un click y abriendo sus ojos rápidamente observó a su profesor durmiente abrazado a su cintura. Su cabello rubio desordenado y sus facciones tranquilas sumidas en el sueño. Sam no pudo evitar sonreír ante la imagen y por primera vez en su vida sintió una extrema calidez en su pecho. Sabía lo que era, o al menos Cas le había contado lo que sentía cuando estaba con Dean y esto era exactamente lo que describía. Sam no quería admitirlo, Vamos, tal vez ni siquiera era eso, así que trató de convencer a su cerebro de que su profesor solamente era un crush momentáneo y de que toda esta situación sólo era un sexo casual. Falló

Sacó el brazo de Lucifer de su cintura y se paró de la cama sin hacer mucho ruido. Caminó hacia lo que se suponía que era el closet del rubio y lo revisó para ver si encontraba alguna polera lo suficientemente grande para que le llegara a los muslos. Sí la encontró.

Caminó de vuelta a la cama y movió con su mano el hombro de su profesor, tratando de despertarlo.

— Hmmn...— murmuró aún sumido en el sueño y girando para encontrarse a un sonriente Sam.

— Me prometiste desayuno, Luci.— habló inocente Sam mientras acariciaba la cara del rubio.— Por favor.— un puchero apareció en sus labios y Lucifer no pudo evitar soltar un bufido entre rendición y cansancio.

— Okay, Sammy. Espérame aquí.— murmuró Lucifer antes de pararse completamente desnudo y buscar sus jeans en el suelo de su habitación. Sam se acostó de vuelta en la cama y el rubio ni se percató que el castaño llevaba una de sus poleras.

Sam suspiró cuando Lucifer dejó la habitación. Se restregó la cara con sus manos, el cansancio aún presente en su cuerpo. Agarró su mochila que estaba a un lado de la cama y buscó si tenía alguna prenda limpia para tapar a su amiguito (aunque la polera ya lo hiciera Sam aún se sentía un poco destapado). Por suerte sí había algo en la mochila, unos calzones rosados que Sam no tenía idea de dónde habían salido. Cuando los sacó completamente de la mochila un pequeño papel cayó al suelo y Sam no dudó en recogerlo y abrirlo.

"Querido Sam: Este es un pequeño regalo de nuestra parte. Te adoramos y espero que sigas el estampado.
Con cariño, Jason y Brady"

Sam negó con la cabeza mientras una pequeña sonrisa se asomaba por la comisura de sus labios. Guardó de vuelta la nota en su mochila y elevó los calzones a la altura de su cara para poder analizarlos. Eran de un lindo color rosado y los bordes tenían un poco de encaje. En la parte trasera había una frase que lo hizo morderse el labio entre divertido y excitado. "Ain't gonna spank itself", de verdad sus amigos tenían una mente perturbada.

Se las puso y notó que quedaban perfectamente con las curvaturas de su trasero, nada se escapaba y eso era lo mejor. Tal vez sí seguiría el estampado de la frase, tal vez estos calzones necesitaban ser bautizados con una primera vez.