La ciudad estaba calmada, sin ningún ruido mas que el de la moto de Alec.
Y ahí estaba yo, a las 3 de la madrugada, abrazando a Alec, sabiendo que al fin todo había terminado.-¡Alec, detente!-Este paró en seco.-Debemos volver.
-¿Qué ocurre?- preguntó asustado.
-Llévame a la fiesta, ahora.- dije y obedeció, estaba aguantando un inmenso dolor de cabeza, por alguna razón tenía el presentimiento de un ataque en la fiesta, no iba a dejar a Melissa ni a Sarai ahí, hasta una lagartija se defiende mejor que ellas.
Llegamos al lugar en donde nos encontramos, sin pensarlo baje de la moto y entre al local, las personas seguían disfrutando como si fueran las 12 recién. Alec me seguía mientras yo buscaba a Melissa con la mirada. La encontré bailando con un chico y me acerqué a ella.
-¡Mel! Tenemos que irnos.- dije agarrándola de la muñeca pero esta se soltó de mi agarre.
-Ahora no, Nia, estoy bailando.-habló sonriente.
-Melis...
-Tenemos que irnos, ahora.- me interrumpió Alec, captando la atención de Melissa, esta sin renegar se despidió del chico con la mano y buscamos a Sarai.
-¿Qué ocurre?- preguntó una ahora asustada Melissa.
-Tenemos que irnos, este sitio no es seguro.- hablé mientras seguía a Alec, pero la mano de Melissa me jaló.
-Dime qué demonios está sucediendo.-dijo seria.
-No hay tiempo para explicaciones.-Dije y me giré pero esta se puso frente a mi impidiéndome el pase.
-¿Es algo como lo de la piscina?-No esperaba esa pregunta, no quería mentirle y decirle que no pero habían probabilidades que fuera algo como eso.
-Yo...no lo sé, puede ser algo así o algo peor, o tal vez no sea nada pero prefiero que estés a salvo, eres mi mejor amiga no sé qué haría si te pasara algo.-Lo dije tan rápido que tuve que detenerme para recuperar aire.-Te lo explicaré todo luego, ahora ven conmigo.-Asintió y buscamos a Alec. El ruido ahogado de alguien llamó mi atención.- Quédate aquí.-ordené.
Caminé hacia la fuente del grito que parecía venir del baño de varones -genial-Entré y aseguré la puerta. El piso estaba bañado en sangre con un chico en el suelo, me acerqué para tomarle el pulso pero estaba muerto, alguien lo había apuñalado en el estómago, salí del baño en busca de Melissa y Alec, pero sólo encontré a Mel donde la había dejado.
-Tenemos que irnos, ahora, ¿Dónde está Alec y Sarai?- negó en forma de respuesta cuando vienen corriendo a nosotras.
-Tenemos que irnos, son demonios.-Soltó Alec. Las dos chicas lo miraron con los ojos bien abiertos.
-Tenemos que sacar a toda la gente de aquí, no podemos dejarlas.-Obviamente mi prioridad eran mis amigas pero no iba a dejar que haya muertes inocentes.-Tu llévalas a un lugar seguro, yo me encargaré de los demonios.
-¿Estas segura? Son muchos.- Suspiré.
-Si, ahora váyanse.- me alejé de ellos y me acerqué a la sala de control, encendí la alarma contra incendios; todos empezaron a salir.
De la nada caí al suelo, un demonio me había golpeado. Me levanté y comencé a pelear contra él. Lo tiré contra la pared pero este huyó de su envase dejando el cuerpo de un chico adolorido tirado. Lo ayudé a levantarse y le dije que se fuera a casa, este obedeció. Ya no había nadie que no fuera demonio en el local, eran 5, me rodearon y yo sin algún arma, este día no era el mejor. El primero se lanzó a golpearme la cara pero esquivé sus ataques proporcionándole una patada, llegó otro a mi izquierda tomándome por sorpresa, me lanzó un puñetazo en la nariz sacándome sangre.
ESTÁS LEYENDO
Supernatural - Nefilim
RandomNia, uno de los pocos nefilim que quedan en la tierra, ayuda a los Winchester a deshacerse de la marca de Caín, pero mientras los meses pasan sus sentimientos por el mayor de los Winchester crecen. Tendrá que aceptar que su vida dió un cambio radic...