Hijo De La Mafia [JINKOOK] Yaoi BTS

[FELICIDAD MOMENTÁNEA]

—Por favor, déjame huir. —me suplica una y otra vez mientras conduzco aquel auto en el que él va privado de su libertad. —Hazlo, por lo que fuimos hace tiempo.

—Te metiste con mi pequeño hermano menor y no sólo eso, te atreviste a jugar con su pequeña mente "enamorándolo" ¿Aún así te atreves a suplicar por tu vida? Serás idiota. —digo lo suficientemente molesto como para que él lo comprenda y se limite a quedarse callado, sus temblorosas manos me inquietan y la forma en la que muerde sus labios desesperado, sólo me colma la paciencia.

—Por favor...—dice en voz baja. —Podemos irnos juntos y...—calla sus palabras al notar que detengo el auto y le dedico una mirada poco amistosa.

—A estas alturas, me arrepiento de sólo pensar que te llegué a querer cuando estabas en la casa. — encoge su pecho y baja la mirada lleno de ira para retener el llanto. —No me interesan tus motivos ni tus excusas, Min Yoongi. —tiembla como cachorro desamparada y su mirada llena de terror es digna para una gran película. — Si sabes que aquí termina todo ¿Verdad? —sonrío enseñándole el encendedor que solíamos compartir cuando fumábamos cigarrillos en mi cuarto.

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—Hyung... ah...ah. —jadea con fuerza y se pone rojo cuando besos su cuello y empiezo a chuparlo delicadamente. — ¡Ah! —suspira y esconde su rostro en mi nuca todo avergonzado. — Para, me siento raro.

—Vale, está bien. —sonrío y pellizco sus mejillas de niño pequeño para molestarlo. —No vuelvo a besarte. —él pone los ojos en blanco con aire de fastidio y seguido de ello me dedica una sonora carcajada.

—¡Agh! ¡Ven para acá! —ríe y toma mis hombros para acercarme a sus labios y volver a besarme a cómo la hacíamos desde un inicio, sus manos acarician mi cabello y debido a nuestra cercanía puedo percibir el delicioso aroma que desprende su piel, huele a bombón de vainilla y me deja totalmente absorto en él, sólo lo quiero a él, sólo quiero dedicarme a él, sus dulces labios juegan libremente con los míos de una forma un poco coqueta sin dejar de ser cariñosa envolviéndome totalmente en su afecto y su tacto, sin querer libera otro pequeño y tierno jadeo, así que sus mejillas se ponen todas rojas en un instante.

—Mi pequeño bebé. —río de aquella muestra de inocencia de su parte y él se cruza de brazos formando un puchero.

—No soy un bebé. —Caprichoso, como siempre.

—Está bien, no eres un bebé, entonces tú sólo prepararás la cena. —abre la boca totalmente y el poco color que tiene en la piel, hasta se le fue. — ¡Hahahahahaha! ¡Te has puesto pálido!

—Tonto. —se quita de encima de mí y se acomoda del otro lado del sofá. —Duerme solo con tu soledad en el primer día aquí, si muero o me secuestran quedará en tu conciencia. —Es un dramático.

—¡Venga, no seas así1 Mi niño de los ojos hermoso, duerme conmigo ¿sí? —le muestro una pequeña sonrisa y él me mira de reojo y los ojos le brillan de forma increíble.

—¿Realmente piensas que mis ojos son lindos? —me pregunta repentinamente saliendo del tema. Sin embargo debo de responderle.

—Son los más hermosos que he visto. —vuelve a abalanzarse sobre mí para abrazarme y me susurra al oído.

—Al fin, a alguien le gustan. —se acurruca con confianza a mi lado —De bebé solían decirme que mis ojos eran horribles por no ser cómo los de mi padre o mi madre. Hasta ahora sigo creyendo que no soy hijo de ellos. 

Devrinne =,3