Estaba allí, parado mirándome, con una rosa.
Mi mundo dio mil vueltas y pensé que era demasiado para mi.
—Ho-hola, —dije acercándome.
—Hola. —respondió Pablo— ¿Cómo estás?
—Bi-bien, ¿Cómo lle-llegaste? —tartamudée.
—Larga historia pero ahora no importa. —sonrió y morí por 4 segundos.
Me dio la rosa.
—Gra-gracias, no tenías que hacerlo.
—Eh, sí. Ven.
Me acercó al mueble que predominaba en la sala y en ese momento noté que Sara y Sergio no estaban.
—Eh... ¿Sergio y Sara dónde están?
No entiendo el nerviosismo en mi voz, es como si nunca lo hubiese visto. O como si me sintiera una niña regañada.
—Fueron a comprar unas cosas, creo.
—¿A esta hora?
Rió
—Sí.
Me siento una niña pequeña y no sé qué decir o hacer.
—Entonces... —empecé.
Empecé ¿QUÉ?
Se acercó a mi y quedamos a centímetros y nada, sólo sonreía.
Yo casi temblabla.
Tal vez sólo pasaron segundos pero lo sentía como años o siglos.
—Eh...
Por Dios estaba a centímetros de él.
Se acercó más a mí, rozó mis labios, fue más una tortura que otra cosa, solo estaba ahí... Yo no podía moverme. Esto es tan complicado y confuso.
No entiendo, no...
Pasó el tiempo y seguimos así..
—No entiendo, —dije después de un rato,
—Yo tampoco, —rió— pareces una niña pequeña esperando un regaño.
—Eh...
Acarició mi mejilla y todo parecía más fácil.
Mi respiración agitada se mezcló con la suya, nos acercamos más y más, nuestros labios se rozaban pero esta vez él me besó, tan dulce, suave y lento como la primera vez.
Sentía en ese momento que mi vida dependía de sus labios en los míos y de sus dedos acariciando mi mejilla.
Su otra mano bajó a mi cintura y las mías fueron a su cabello, despeinándolo más.
El beso se hacía más rápido e intenso.
Empezó siendo dulce pero ahora era necesitado, ansiado.
Seguía acariciando mi mejilla e iba volando en una nube... lejos de todos, de todo.. Volando a un sitio que me hacía sentir libre y feliz.
Bajó su mano a mi cuello y solté una risita, sonrió y otra vez.. Un beso profundo lleno de sentimientos.
Hizo que me acercara aún más a él al punto de que sólo nos separara la ropa.
Se escuchó la puerta abrirse y nos separamos rápidamente.
Miré sus labios y estaban hinchados, automáticamente mordí el mío para que no se notase tanto.
Nos quedamos mirándonos, perdida en mis pensamientos y en su mirada.
ESTÁS LEYENDO
Te quiero TANTO. {Pablo Alborán}
FanficDaniela es una madrileña estudiante de comunicación social. Con mucho miedo de enamorarse y pasar lo mismo que le había sucedido con su ex, Paul. Dani olvida los malos ratos escuchando a Pablo Alborán la vida le presenta en el camino la oportunidad...