Te quiero TANTO. {Pablo Alborán}

31.-No quiero verme sola.

Holaaa :') no pensaba escribir ahora pero hay que aprovechar los días libres y además ya "Te quiero TANTO" alcanzó las tres mil leídas :)<3 mil gracias!!!!

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Íbamos en el auto, no habíamos dicho palabra alguna, como siempre yo estaba perdida en mis pensamientos, mirando por la ventana, buscando respuestas a preguntas inexistentes. 

Todo estaba bien, pero tenía miedo, tres meses sin vernos... No es la gira, me alegro porque vaya a hacer feliz a miles de personas.. ¿Los sentimientos pudieran cambiar? De mi parte no, estoy absolutamente segura. Él aseguró que los suyos tampoco, y su preocupación porque yo sintiera que no podríamos seguir así... Es lo más cercano a la perfección. No quiero perderlo, no ahora que me se metió en mi piel de una manera increíble. No ahora que vencí —o  estaba intentando— mis miedos. No ahora que me había enamorado de verdad. No ahora que sentía que me querían de verdad. 

—Te ves distraída. ¿Pasa algo? —preguntó mirando a la carretera. 

—Estaba pensando —me sonrojé aunque no me miraba— ¿Dónde empiezas la gira? 

—Tengo que mirar —sonrió— sólo recuerdo que la gira en España empieza aquí. 

—¿Qué? ¿Aquí en Madrid? ¿Por qué no sabía nada? Tengo tiempo sin revisar Twitter, mal, mal. 

—Lo dijeron ayer, creo. 

—Entonces está perfecto. —sonreí. 

—¿Sí? ¿Por qué? 

—Yo sé por qué —sonreí.

—Si no estuviésemos llegando ya...

—¿Qué?

—Yo se qué. 

—No se vale —dije—Así no. 

Se rió. 

—Pensé que esta noche iba a terminar distinta. 

—Tienes que confiar en mi, Pablo... —dije sonrojándome— Confiar en esto... 

Detuvo el auto, habíamos llegado.

—¿Te he dicho lo increíble que eres? —dijo y me sonrojé

—Eh... 

—Bueno... 

Odio las despedidas. 

Y más cuando es él. 

—¿Qué vas a hacer mañana? —miró la hora—  hoy.

—Nada, creo. Sergio nos dijo para vernos con una chica que conocimos en el concierto. 

—Eh, bueno...

—Podemos vernos, ¿Vale? 

Sonreí. 

—Te llamo y quedamos. 

—Perfecto.

Dudaba en bajarme del carro y entrar a mi casa o no sé. 

Me perdía tan fácil en su mirada... Es tan profunda y me derrite completamente. 

 —Te acompaño —rompió el silencio.