13: Reencuentro

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Meses después

Siempre estoy huyendo o escapándome de cosas sin sentido, ya que Cross realmente no tiene razón para seguirme, más que molestarme. La mala noticia es que Shreya está muerta, Jayce la mato, no tengo idea de la razón, pero en el mundo de la mafia, es de lo único que se habla. Por suerte, antes de que muriera, me dio un dato interesante.

Debo conseguir un documento que se acaba de crear, contiene toda la información de varias redes de trata, una que se llamara La Sociedad de las Letras, o eso oí decir a Cross. El primer Señor T. por su apellido Tyrus, todo para mantener la incógnita.

Me pinto los labios de un rojo suave, los frunzo entre sí, para que quede el color, bajo del taxi y observo el registro civil. Entrecierro los ojos molesta, y oculto en la parte trasera de mi pantalón de vestir el arma, entonces avanzo.

No quiero sonar aguafiestas, pero entrar a la boda de mi ex, no es algo que me satisfaga mucho, más bien me pone de mala, teniendo en cuenta que me quemo viva. Es una mezcla de "te amaba, me destruiste" pero también, el problema está, en que la Claire que no recordaba y la verdadera, se están juntando.

La mafiosa no perdona, es rencorosa. La prostituta, lloraba por él, pero ahora no le importa. Por suerte, el sentimiento por encontrar a Lyon es más grande. Él es la luz en mi camino, en medio de toda esta oscuridad.

Entro al lugar y noto cuando Cross entra a una parte secreta del establecimiento. Espero un rato, mientras agarro una copa, y cuando dejo de ver movimiento de personas avanzo hasta allí. Oigo una conversación entre mafiosos y cuando un morocho sale por la puerta, el cual calculo que debe ser un tal Nok, ya que estoy informada de todo, entonces decido entrar.

Sonrío al ver a Ellie Divine, la ahora esposa de Jayce.

―Parece que estás en un aprieto ―opino al saber que tuvo que firmar al que no quería.

―¿Oías la conversación? ―exclama sorprendida.

―Las paredes son muy finas...

―¿Quién eres? ―expresa confundida.

Yo también lo estaría si una persona extraña interrumpe en un lugar tan peligroso como este, como si nada fuera a pasar.

―Alguien que le interesa lo que acabas de firmar ―le comento mientras muevo la copa entre mis dedos ―si me disculpas ―señalo la puerta por dónde seguro salió Cross, él tiene que darme ese documento, o al menos una copia de este ―me iré por aquí... ―le indico.

―Cuidado, hay gente peligrosa por ahí ―advierte preocupada.

¡Bingo! Adivine, allí es a dónde quiero ir.

―Tranquila, me sé cuidar sola ―saco mi arma y se queda impresionada observándome, pero continuo con lo que quiero hacer.

Avanzo y salgo del cuarto. Dejo a un costado de una mesa mi copa y visualizo a Cross, así que me le acerco con una sonrisa.

―Pensé que te habías ido ―opino y él ya está feliz de verme.

―Uno de mis empleados me dijo que estabas por aquí, así que obvio iba a esperarte ―exclama alegre ―¿Por qué el arma? ¿Vas a matarme? ―se burla.

Cuando voy a hablar oigo un grito y dejo de prestarle atención, me giro rápidamente, corriendo hasta dónde estaba aquella chica. Al abrir la puerta, la visualizo en el suelo y con un golpe en el rostro, Jayce la está apuntando con su arma. Me siento tan identificada que intercedo. Antes de que él le dispare, lo hago yo, su revolver cae al piso al darle el tiro en su mano, la cual ahora sangra en desmedida, pero no le importa, su sorpresa en inminente, no lo puede creer. Está viendo a la mujer que había asesinado, alguien que debería estar muerta y entonces me nombra como si el mundo se hubiera acabado.

Perversa Oscuridad: Claridad [#7]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora