11: Felicidad

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Claire

Necesito... necesito sentir a Lyon. Lo deseo con urgencia, cada poro de mi piel quiere ser rozado por sus manos. Es lo que busco y es lo que encuentro. Nuestras bocas se unen mientras el agua de la ducha moja nuestros cuerpos desnudos. Rodeo mis brazos por su cuello y él agarra mi cintura, le da la vuelta a mi espalda, que choca contra la pared. Entonces bajo mis manos por sus pectorales, desciendo por su torso, hasta llegar a su entrepierna y rodear con mis dedos su órgano viril. Él hace un gesto de satisfacción ante mi actitud atrevida y decide tomar el mismo camino. Desciende hasta mi trasero y lo presiona, hago un leve gemido y me deleito cuando se dirige a mi feminidad.

―Oh Lyon... ―exclamo excitada y presiono su pene. El morocho se muerde el labio inferior sintiendo la buena sensación y luego me besa nuevamente cuando gimo otra vez ―mm... Lyon, Lyon... ―lo llamo repitiendo su nombre, deseándolo, uniendo nuestros labios seguidas veces, separándome tan solo un poco para respirar y volver a besarlo.

―Claire... ―su mano pasa a mi seno y pellizca una de mis pezones ―eres hermosa... ―besuquea mi cuello.

―No mientas...

―No hay razón para mentir ―me agarra el rostro y me besa, luego pasa su dedo por mis cicatrices ―yo lo único que veo aquí... es un lugar muy sensible ―sonríe y se agacha, comienza a mordisquear mi abdomen dejándome chupones ―mucha sensibilidad hay por aquí... ―baja y me abre las piernas mientras él se arrodilla en el suelo ―tan sensible como este ―posa sus dedos en mi intimidad, estira mis pliegues y con su lengua explora mi cavidad, la cual me lleva al éxtasis de inmediato.

Me agarro de su cabello mientras él me sigue chuponeando y mis caderas se mueven, Lyon las agarra continuando con degustar mi feminidad. Los fluidos se me escapan, pero por el contacto con el agua no hay noción de aquello, la situación me deja llagar a las nubes. Es tan caliente y deseable a la vez. Nunca había sentido tanto placer en lo poco que recuerdo.

Esto no es solo sexo, es diferente, aquí hay sentimientos involucrados. Estas emociones placenteras crecen y siguen expandiéndose como la excitación que siento dentro de mí.

―¡Oh Lyon...! ―gimo ―¡Ah...! ―levanto la cabeza sintiendo el deseo ―Lyon... ―lo llamo y me observa desde allí, puedo notar la lujuria en sus ojos ―hazme tuyo... ―me muerdo el labio inferior excitada al continuar sintiendo su lengua, entonces señalo dónde está el tallón que me cubría ―ahí...

Se separa y se gira parándose, levanta la tela encontrando el preservativo que deje debajo. Lo agarra, entonces se voltea observándome con deseo, luego sonríe.

―Tienes todo calculado...

―Algo así ―me río.

Pasa su mano por su cabello oscuro, yo me muerdo el labio inferior y luego se me acerca. Veo como lentamente abre el condón, me provoca, me ínsita, es tan tentador. Desliza el preservativo en su órgano tan viril y respiro con deseo de ya tenerlo dentro. No dejo de mirar su miembro ni un instante, entonces cuando avanza, me empuja contra la pared y me besa con ferocidad. Nuestras lenguas se mezclan en un beso apasionado y cuando menos me lo espero, me levanta la pierna, introduciéndose en mi interior.

―Oh... ―hago un pequeño sonido.

―¿Esto era lo qué deseabas?

―Sí... ―doy un pequeño saltito y rodeo mis piernas en su cintura, él me agarra el trasero para que no me caiga ―¡Uf...! Que excitante... ―expreso por la sensación ―te deseo, te quiero Lyon... hazme el amor ―exclamo sin titubear ―¿Quieres? ―pregunto deseosa por su respuesta.

―Siempre ―contesta para luego besarme con pasión y yo corresponderle enseguida. Es entonces cuando comienza a moverse y el romance se mezcla con lujuria del calor que emanan nuestros cuerpos ―. Oh Claire... ―gime excitado cuando arremete contra mí.

Nuestras caderas se mueven a un compás deleitante, el agua de la ducha se mezcla con el néctar que fluye de nuestros poros y la sensación intensa se demuestra con la unión de nuestros ardientes genitales, los cuales no dejan de ceder a las vibraciones que nos complementan. Siento que no quiero separarme nunca de él, me aferro a su cuerpo con fuerza y Lyon termina por besar mi cuello, mientras nuestros movimientos siguen constantes. El deseo que nos une es intenso y es mi deseo que jamás acabe.

Esto debe ser amor...

~~~

Me aferro al cuerpo del ahora dueño de mi corazón, mientras estamos acotados en la cama y abro los ojos lentamente cuando termino de despabilarme. Nunca he dormido tan bien en toda mi vida o lo que recuerdo de esta. Siento la felicidad y ojala que nunca se acabe, ese es mi deseo.

―Lyon... ―hago círculos en su pectoral con mi dedo y también despierta.

―¿Mm?

―¿No debías ir a trabajar?

―No me lo recuerdes ―abre un ojo y luego el otro sonriendo ―mi jefe va a matarme... ―se ríe y me abraza ―pero estoy muy cómodo a ahora, ya me olvide de qué hablábamos.

―Que bobo... ―me río también ―es la tarde ¿Sabías?

―Lo sé... ―hace una pausa pensando lo que dije ―maldita sea...

Se levanta rápido y comienza a vestirse. Vuelvo a reír porque me sabía que haría eso, es tan responsable, pero eso también me encanta de él. Se me acerca y me da un rápido beso.

―Ya me voy, no me esperes... me darán horas extra por esto ―camina hasta la puerta y se detiene, luego regresa hasta mí, sentándose en la cama ―sigo pensando que vamos muy rápido, pero siento que si paso por esa puerta y no te lo digo explotaré.

―¿Qué? ―lo miro confundida.

―Te amo.

Hago una gran sonrisa.

―Yo también te amo.

Vuelve a darme un pequeño beso, se levanta rápido nuevamente, agarra lo que le hace falta y me que se va con una sonrisa como la mía, llena de felicidad.

~~~

Las horas pasan, ya me he vestido, arreglado un poco el desorden y hasta barrido. Parezco una autentica ama de casa. Hasta me he olvidado de buscar mi origen, cuando estoy enamorada pierdo la noción de tiempo y todo lo demás es como si no me importara.

¿Seré extraña?

No me importa mientras me sienta feliz...

Aunque, todo se esfuma cuando realmente comienza a pasar el tiempo, el momento de qué Lyon regrese se ha pasado y comienzo a preocuparme.

"No me esperes... me darán horas extras"

―Puede ser pero...

¿Son tantas horas extras?

Miro el reloj y el tiempo sigue pasando ¿Dónde estás Lyon? Parece que la felicidad, no dura para siempre como pensé. Yo, estaba equivocada.

___

Prepárate para un salto en el tiempo.

¡Oh cielos! ¡¿Dónde está Lyon?!

Primero vamos al neurólogo y después te digo :v

Atte: Vivi.

Perversa Oscuridad: Claridad [#7]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora