No poder distinguir entre lo real y la fantasía, no saber si tu único amigo en verdad existe. Los sueños se apoderan de esta historia llena de esperanza y amor.
No encontraba la manera de verlo otra vez, intenté de todo, pero nada funcionaba.
Durante todo el tiempo en el que padecí de depresión, nunca llegué a lastimarme, me sentía muy cansada para hacerlo, pero sí me lastimaba de otras formas sin darme cuenta como pasar largas noches sin dormir, dejar de comer por períodos de tiempo... Antes no solía tener problemas conmigo misma, pero me sentía atrapada en la rutina, las mismas personas, los mismos lugares; debe ser por eso que quedé con ganas de ver a ese chico otra vez. Él parecía diferente, se parecía a mí, también se veía solo y triste; quería que me llevara de vuelta a ese bosque tan hermoso y tan brillante como el de aquel aparente sueño.
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A pesar de lo difícil que sería regresar a ese lugar, no lo saqué de mi mente porque me mantenía despierta en algo único y diferente a mi vida monótona.
Quise despejar mi mente esta noche y salir a caminar como de costumbre, me abrigué, me puse un par de zapatillas y me escabullí en medio de la noche. Todo lucía como siempre, sólo que más callado de lo normal(yo vivía en un ciudad pequeña, todo se sabía, todo se escuchaba). Me desvié de mi ruta normal, iba a adentrarme al bosque para poder escuchar el agua del río correr, me gustaba ese sonido; repentinamente, en un pestañeo, un auto se cruzó a gran velocidad cegándome con sus luces. Mi primer instinto fue tirarme a un lado de la carretera, siempre llovía y todo estaba resbaloso, así que no pude mantener el equilibrio y me caí por una pequeña colina que daba al bosque, sentía como me golpeaba contra las ramas, pero no podía ver nada. En un segundo me desmoroné sobre un charco de lodo, intenté ponerme de pie y me limpié el rostro con la sudadera para poder ver mejor. Cuando abrí los ojos...ahí estaba, de alguna forma u otra había llegado a ese maravilloso bosque de aquel sueño.
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Parecía ser de día, el sol era tan brillante y cegante como las luces del carro que me atravesó en la autopista. Me puse de pie y empecé a dar pequeños pasos, observando cada detalle a mi alrededor, cada hoja, cada rama, las flores eran bellísimas; mi mirada captó una rosa en medio de toda la hierba y la arranqué para tener un recuerdo de este lugar porque no estaba segura de cuándo podría volver. Seguí caminando y desde hace tiempo no sentía esta calma, esta tranquilidad, se sentía muy bien ese calor sobre mi rostro; en el lugar dónde vivo no se aprecia el sol de esta manera.
Apareció. Ese chico volvió a aparecer, pero esta vez la sorprendida fui yo.
—¿Cómo encontraste este lugar? ¿Te sucedió algo? —Preguntó él.
—¿Por qué debería suceder algo para poder estar aquí? ¿Qué es este lugar?
—Este no es NINGÚN lugar y no deberías estar aquí. — Él se acercó, vio mi ropa llena de lodo y con un tono más pasivo, expresó — Sí te sucedió algo, debes irte de aquí cuando todavía tienes tiempo.
Sostuvo mi mano y me llevó con él a las afueras del bosque, era muy extraño porque después de todo ese bosque había un campo verde sin nada en él más que un sólo árbol en el centro, esta vista era mucho más sorprendente porque estábamos al borde del bosque y de la nada iniciaba ese campo.
— ¿Qué es todo esto? — Pregunté.
— Cierra tus ojos.
Sentí una brisa muy fuerte en dirección contraria a la nuestra cuándo tenía los ojos cerrados que se detuvo en un minuto, abrí los ojos y estaba de regreso a mi habitación, ¿cómo era esto posible? Mi ropa seguía igual de sucia y seguía siendo de noche, él seguía junto a mí, pero estaba a cierta distancia; le pedí que no se fuera porque me debía un explicación así que se quedó mientras yo me bañaba y me cambiaba de ropa, cuando regresé al cuarto él estaba sentado en una esquina de mi cama recostado en la pared. Me senté a su lado en la cama y ninguno sabía qué decir, éramos dos extraños en la misma habitación; no sabía qué preguntarle primero, quería saberlo todo, pero a la vez me daba miedo saber las respuestas.
— Quiero que me contestes todo lo que te voy a preguntar porque puedo llamar a la policía por entrar a mi habitación.
— Sería inútil hacerlo.
— ¿Por qué? ¿Acaso nadie puede verte? — Dije con un tono sarcástico.
— Así es, por eso todavía no entiendo cómo puedes verme en este momento.
— ¿Eres un fantasma? ¿Estás muerto?
— No lo sé, pero sé que no estoy vivo.
"¿Cómo es esto posible?"
— ¿Hay algo que sepas de ti?
Se quedó callado, la pregunta no pareció ser de su agrado. Intenté cambiar de tema y hacerle cualquier tipo de pregunta, pero no sabía la respuesta de nada, con el tiempo me hizo saber que no recordaba nada de su vida anterior, ni quién era y mucho menos de dónde venía; lo unico que podía asegurarme era que aquel bosque ya le era familiar desde la primera vez que estuvo ahí, me explicó que un día despertó debajo del único árbol que se hallaba en medio del campo sin recuerdos de nada anterior a eso y después de eso ha quedado atrapado en ese lugar hasta hace poco que halló una forma de salir viajando por medio de bosques y uno de esos lo llevó a mi pueblo, pero todavía no puede explicar cómo llegó a mi habitación, porqué llegó a mí y no a otra persona.
Le dije que quería ayudarlo a descubrir quién era.
— Entonces dime cómo te puedo ayudar a ti a cambio.
— Yo no necesito ayuda de nadie.
— Todos necesitamos algo de todos, es lo que mantiene al mundo sigue girando. La interacción con otros es lo que nos mantiene humanos.
— Supongo que podrías quedarte a mi lado todo el tiempo por si llego a necesitar de tu ayuda.
— Me parece una buena idea.
¿Será buena idea confiar en alguien o algo que no sé qué es?, ¿y si trata de hacerme daño?, ¿cómo terminará todo esto?. Tengo mucho miedo, pero por primera vez en mucho tiempo he encontrado algo que me interesa, algo diferente que merece la pena ser descubierto, una pequeña aventura para esta chica ordinaria de un pueblo pequeño. Tengo mucha curiosidad a dónde llevará todo esto.
Sin darme cuenta, terminé durmiendo profundamente. Hoy era sábado así que no tenía que preocuparme con ir al colegio, me estiré y junto a mi almohada noté que estaba junto a mí aquella flor que había recogido en el bosque. Esta vez estaba segura de que no había sido un sueño, esta vez era real.
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Con esto termino el segundo capítulo de esta historia que me cautivó tanto al momento de crearla en mi mente.
Por favor, comenten y voten. Desde hace mucho no escribo en Wattpad así que espero recibir su apoyo. Sé que apenas tiene poquitas vistas y capítulos, pero voy despacito.
Cualquier idea, comentario, crítica...haganmelo saber, soy toda oídos jajaja bueno, soy toda ojos porque no puedo escuchar palabras escritas todavía (Dios, no puedo creer lo graciosa que soy...).
