Las mejores historias se escriben en la piel, es cierto, por eso cuando las recuerdas te tiembla el alma, o al menos a mí me pasa así.
Todas las historias nacen de algo y está nace de recuerdos; he omitido detalles a cerca de nosotros porque es imp...
Bien, este capítulo es demasiado especial, porque al menos para mi no fue cualquier tontería
En una de las tantas noches que me desvelé contigo, me preguntaste como reto ¿Cuál era una de mis fantasías mas profundas? Yo te conteste que me gustaría que me abrazaran por detrás estando en una piscina y de pronto comenzamos a platicar sobre una noche romántica perfecta, creando fantasías que juntaban tus deseos con los míos, en lugares mágicos que a ambos nos parecían ideales para vivir cosas en pareja.
Fantasía 1.
"Estábamos vacacionando en un lugar selvático, era un ambiente caluroso, pero por las mismas lluvias que rondan los lugares tropicales, era totalmente agradable. Yo me encontraba dentro de la piscina, en la parte profunda, alrededor se encontraban pequeñas cabañas, que tenían hamacas fuera para que pudieras mecerte al son del viento y disfrutar el paisaje al mismo tiempo. Estaba mirando las estrellas, ambos codos recargados en la orilla y mi rostro apoyado en mis antebrazos con los ojos cerrados, mientras disfrutaba el sonido de la selva en la noche, los grillos, las cigarras, probablemente los mosquitos y los animales que pudieran estar alrededor fuera de los muros que protegían el conjunto de cabañas.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Sin hacer mucho ruido entrabas a la piscina y me abrazabas por detrás haciéndome abrir los ojos, susurrabas un hola a mi oído para después sentir tus manos moviendo mi cabello para darte acceso a dar besos sobre mi cuello y tus manos bajando hasta mi abdomen acariciando y manteniéndonos fijos, pegando nuestros cuerpos haciéndome volver a cerrar los ojos.
Entonces me girabas y quedaba de frente a ti, abrir los ojos y te observaba mirarme con tus hermosos ojos, vueltos de noche, profundidad y misterio.
Nos besábamos entonces, tus manos cargaban mis piernas, haciéndolas rodear tu cadera mientras subías tus manos por mi espalda, pegándonos un poco a la orilla de la piscina.
Recuerdo que llegados a este punto yo te pregunté:
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Alborotando un poco la pasión que crecía sin medida en ese momento, salimos de la piscina entre juegos donde no dejabas que saliera, jalándome hacia ti cada vez que me deshacía de tu abrazo y me pegabas a tu cuerpo, donde terminábamos besándonos entre risas traviesas. Salimos de la piscina tomados de la mano, abrazados y caminábamos entre besos y miradas profundas a una de las cabañas que existían alrededor en la cual nos estábamos quedando (fantasía tuya)
