Cuando creí que el dolor ya era tolerable y mi coraje había disminuido, comencé a encontrarte seguido y cada día que pasaba se me hacía que había vivido en una mentira todo este tiempo, que había inventado la historia a partir de un rostro atractivo, y me dejé caer en mi locura, viajando mentalmente a cualquier lado, menos a la realidad, saliendo con mis amigos, pero recordándote entre tragos y viéndolos ser felices mientras yo solo estaba ahí siendo una incógnita... y cuando mi familia se dió cuenta de eso, me pagaron un centro de rehabilitación psicológica.
Fueron 4 meses los que estuve yendo, dos semanas completas y después un fin de semana cada mes hasta el día de la graduación, donde después de llorar ríos después de haber tenido que enviarte un mensaje diciéndote todo, tragándome mi orgullo al hacerlo, pues yo estaba decidida a no volver a hablarte, a verte o a escribirte, , me pedí perdón a mi misma por tantas cosas que permití por mi falta de confianza en mí misma, por mi falta de valor hacia mí misma quedándome estancada en el vacío..
Y después de todo eso, me sentí en paz aun cuando tuve episodios de regresión, de víctima, donde imaginaba todo lo que me habría gustado vivir contigo, como un encendido de árbol en la escuela, viendo las luces, la magia... y que en el momento más mágico, había un beso.. y emocionándome como niña pequeña, te mostraba el camino de luces y tu sonreías...
En fin, fueron más días de paz hasta que sin previo aviso, un día volvió a llegar una notificación tuya a mi Instagram, habías comenzado a seguirme de nuevo, y me entró mucho pánico, estaba muy asustada ¿Por qué? ¿Qué querías de mi? Sin embargo, todas las personas a mi alrededor me decían que igual era una necesidad tuya de querer saber como estaba, si ya te había superado o solo hacer acto de presencia constante, por lo que poco a poco fui relajándome, pensando que tu ego era demasiado grande y que solo se quedaría en un seguidor más, pero, eso no fue así..
Sintiendo el pánico correr por mis venas hasta llegar al centro de mi pecho, comencé a pedir apoyo a todas las personas con las que había estado en el centro de rehabilitación, pero fue como si en ese momento ellos hubieran sido tragados por la tierra, por lo que me armé de valor y te contesté lo más cortante que pude, siendo cortés y amable aún a pesar de todo.
¿Una disculpa? No pues gracias por regresar justo cuando estaba recuperando mi estabilidad emocional. Sin embargo, lo que siguió yo no me lo esperaba.
Lo siguiente que sucedió fue un mensaje de WhatsApp donde me preguntabas como estaba yo ¿Qué demonios? ¿Cómo había conseguido mi número? Y entonces recordé que estaba escrito en el perfil de Instagram.. Bien hecho Diana.
De igual forma te contesté cortante, estaba muy asustada y agitada pensando como podría deshacerme de ti, y sé que seguramente tu pensaste lo mismo por lo que me diste en mi punto débil: la sensibilidad y la solidaridad hacia quien lo requiere, puesto que me comenzaste a decir que tú no estabas bien, que no habías imaginado el daño que me habías hecho y que sabías que lo estabas pagando, porque te querían en la cárcel, porque tu novia te había dejado y sentías que todo estaba cayéndose a pedazos.
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Recuerdos de Ti
RomanceLas mejores historias se escriben en la piel, es cierto, por eso cuando las recuerdas te tiembla el alma, o al menos a mí me pasa así. Todas las historias nacen de algo y está nace de recuerdos; he omitido detalles a cerca de nosotros porque es imp...