Epílogo

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Después de aquel día no volví a saber de ti, y he perdido la cuenta de los días que han pasado, me parecen muchos, pero también pocos, pues el tiempo ha pasado lentamente.

No he olvidado nada.. ni las promesas, ni las mentiras, mucho menos las traiciones y ¿sabes? Aun después de todo, no sé si es bueno o malo, pero no te guardo rencor, no hay odio en mi corazón, aunque si mucha tristeza y decepción, realmente te creí diferente en el momento en el que te vi y te transformaste en alguien totalmente diferente.

A veces te extraño. Lo admito, lo hago, a ratos.. ¿Qué harás? ¿Dónde estarás? ¿Te acordarás de mí? ¿Me odiarás?

Es difícil y horrible, tuve que enfrentarme a la vida y a tu recuerdo sola, no fue fácil salir por mi cuenta mientras veía como continuabas tu vida, como eras feliz... Es difícil ser fuerte y lo más difícil ha sido obligarme diariamente a apagar mis sentimientos por ti, a dejar de darte importancia, a convencerme de que tú no me quieres.. sobre todo después de tus traiciones.

Tal vez no te ame ahora, pero aun siento un cariño muy grande hacia ti, porque fuiste la persona más importante para mí en su momento y por ti hice tantas locuras, cosas que jamás imaginé hacer y dejé tanto de mi a un lado, por ti me volví una peor y una mejor persona, pues sacaste lo mejor y lo peor de mí.

Y sé que me he aferrado a ti, aun después de repetirme que era tiempo de dejarte ir, por temor a perder los momentos que habíamos pasado juntos, por sentir que superarte era olvidarte y que olvidarte significaba deshacerme de todo lo que significabas tú y tú formas parte de mí, así que olvidarte era olvidarme.. pero el que de verdad amó no olvida, solo aprende a vivir con ello.

Hoy en día sigo sintiendo que todo ha sido un sueño, uno muy real, uno que invente después de haberte visto por primera vez, después de hablarte, porque no hay evidencias, solo están los mensajes sin nombre que conforman la historia, pues gracias a mi arrebato de querer desterrarte de mi vida en el momento en el que te fuiste por primera vez me deshice de todo y de aquí en adelante mi historia contigo es un vacío en el tiempo que solo quedará en mi memoria como una interrogante ¿Verdad o mentira? ¿Ficción o realidad?

Y me aferro a lo que sentí, a esa sensación de que todo marchaba bien por primera vez. No sabría explicártelo ahora, pero en aquel entonces, lo que me hacías sentir era de otra maldita galaxia, nadie me había marcado tanto, nunca me había sentido tan importante, tan amada, y tal vez por eso me imaginé una vida completa, despertando junto a tus ojos profundos cada mañana.

Pero me he aferrado a un amor que ha quedado en el pasado y aun en ocasiones he seguido aferrándome a ese amor por ti que no ha podido morir, que solo logré enterrar en lo más profundo de mi ser y de mi corazón.

Nunca te lo dije y probablemente jamás te lo diré porque aferrarme a ti no ha sido bueno, pero nos hubiéramos quedado en la parte donde nos mirábamos de lejos y no sabíamos nuestros nombres... ojalá nunca te hubiera hablado.

Sé que leerás esto, y sé que sabrás que es para ti, y al menos sabrás lo que yo creía, lo que pensaba, lo que sentía y lo que siento desde que no estás, pero no te preocupes, porque por mucho que lo desee, no te quiero de vuelta.

Hacerme a la idea de que no soy importante para ti, dolió y duele, pero el dolor se quita, y las creencias también, por eso he aprendido muchas cosas sobre aceptar quien soy, sobre soltar lo que he pensado y sobre enfrentar el dolor yo sola.. y a veces pienso que habría sido todo más sencillo si hubiéramos sido honestos con el otro desde un principio, pero él hubiera no existe.

Te deseo lo mejor, porque a pesar de todo, te he querido como a nadie, porque por ti aprendí lo que es aceptar y querer a alguien tal cual es, porque me hiciste reír, sonreír, me hiciste sentir querida y vi el mundo de una forma distinta.

No te culpo por no quererme como me hubiera gustado que lo hicieras, porque así es la vida y así como no puedo obligarme a dejar de quererte, no puedo obligarte a quererme, me basta con saber que fui parte de tu vida, que habrán cosas que te recordarán a mí, que te deje buenos recuerdos y que sepas que fuiste mi alegría, mi sonrisa y probablemente por ahora, el amor de mi vida.

Por eso te deseo lo mejor, porque para mí, siempre fuiste el mejor.

Gracias por no soltar mi mano en el tiempo que te tocó caminar conmigo, pero hoy te dejo ir, no tiene caso seguir sosteniendo algo que desapareció desde el principio, un cuento falso..

Hasta siempre, M..

Tu peque.

Recuerdos de TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora