AWAKE AND ALIVE (Demenflug ❤)

2. Un salvador, una promesa.

Así que cuando te encuentres encerrado en un desagradable tren de pensamiento, dirigiéndote a los lugares de tu pasado donde los gritos son insoportables, recuerda:
Siempre hay locura.
Puedes salir y cerrar la puerta, y todas esas cosas terribles que sucedieron, puedes encerrarlas.
La locura ... es una salida de emergencia.

- The Joker

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Podía sentir como un tipo de calor la envolvía a su alrededor, olía extraño, como a gasolina, esto combinado con una especie de hedor a carne chamuscada, puede que incluso su propia piel misma.
No podía moverse, ni hablar, no podía hacer nada salvo escuchar a su alrededor gritos de auxilio y un violento zumbido en ambos oídos.

No estaba sola, sentía como las manos de alguien a sus espaldas la sujetaban firmemente de sus antebrazos y la arrastraba rápida y torpemente, lejos de ese áspero calor.
Su vista estaba nublosa y sentía mojado el rostro, ¿sangre o lágrimas?, ni siquiera lo sabía.

-Resiste...t-todo va...a...estar b-bien -decía una voz masculina, entrecortada, agitada y nerviosa, perteneciente a la persona que la jaloneaba para ponerla a salvo. No la reconoció.

-No, n-no cierres lo ojos, p-porfavor...resiste...

Despertando completamente exhaltada y con su rostro bañado en lágrimas y su frente tapizada en sudor, Demencia se tomó un momento para respirar y tranquilizarse, aferrándose a sus sábanas.
Otra vez ese sueño, que continuaba a medida que pasaban los días, aveces se repetía, siempre despertandola a media noche, se estaba artando, tenía que descubrir una solución y pronto, pues sentia que cada vez empeoraba.

Decidió que sería bueno despejar su mente un rato, así que salió de su cama, sin ganas de arrastrarse por las paredes y los techos, optó por caminar está vez por los pasillos, observando las pinturas a su paso, la mayoría de ellas de Black Hat.

Llegó hasta la cocina, pero antes de entrar, se percató de que alguien más estaba dentro de esta, al escuchar algunos ruidos pequeños, cuando entró, se encontró con un Dr. Flug de espaldas, con el pijama puesto y sosteniendo un vaso con agua, también observó que su bolsa descubría la parte de su boca, por la mitad de su nariz.

Pero Flug enseguida sintió la presencia de alguien a sus espaldas, por lo que de inmediato se reincorporó, dándose la vuelta para mirar de frente al nuevo intruso en la cocina.

-Demencia... ¿qué haces aquí, despierta tan tarde? -preguntó Flug aún con el vaso con agua en su mano.

-No podía dormir, así que decidí caminar por la mansión un rato -le contesto ella extrañamente tranquila.

-¿Se puede saber cuál es el motivo de tu insomnio?.

-Ese es el problema, ni siquiera yo lo sé exactamente... pero... -hizo una pausa - tú... - decía mientras levantaba su mirada del suelo hasta toparse con la cara de Flug.

-¿Yo... qué? -Flug contestó intrigado

-Tú podrías ayudarme, sí, tu podrías ayudarme a controlar esas horribles pesadillas. -dijo ella con entusiasmo

-¿Qué?... espera, ¿acaso se te olvida que yo soy un científico?, no un psicólogo, yo no pue...

-Por favor Flug -lo interrumpió Demencia -, eres el único que puede ayudarme, suena bastante estúpido pero...vamos, en realidad...yo... -Demencia se detuvo un momento a pensar en cómo convencer a Flug de ayudarla.

-Si me ayudas, prometo no molestarte en el laboratorio o en algún otro lugar durante un buen rato.

¿Había escuchado bien?
¿Demencia estaría lo bastante desesperada como para implorar su ayuda a cambio de una promesa tan inusual como increíble por parte de ella?.

El verla así, de esa manera, sólo despertó un recuerdo en su memoria, que creyó haber sepultado ya hace algunos años atrás. Si no la apoyaba ahora, lo lamentaría después.

-Dem... yo... esta bien, te ayudaré, pero porfavor, si quieres que esto resulte, tendrás que seguir mis instrucciones al pie de la letra, ¿entendido? -le respondió Flug decidido

-Lo que digas Señor Capitán Doctor Flug -decía Demencia llevándose una mano hacia la sien, en gesto de saludo marcial, con esa afilada sonrisa que la caracterizaba.

-Bien, comenzaremos mañana temprano, así que ve a dormir e intenta descansar un poco ¿vale? -le dijo Flug vaciando al fregadero el poco líquido que quedaba en su vaso

-Bien -Demencia se empezó a alejar, pero no sin antes regresar hasta donde Flug y propiciarle un caluroso y veloz abrazo, que porsupuesto, dejó al científico completamente sorprendido.

-Buenas noches Flugy, descansa -se despidió Demencia mientras lo soltaba y se dirigía nuevamente a la salida de la cocina, hasta desaparecer por el corredor.

Flug se quedó ahí inmóvil y conmocionado, se rodeó a si mismo con ambos brazos, tratando de imitar el contacto feroz y cariñoso de Demencia hace solo unos segundos.

Justo como la primera vez...
Pensó Flug en silencio y una mueca de tristeza invadió sus labios un momento.

Sin querer permanecer ahí como un tonto toda la noche, se dispuso a abandonar la cocina, apagó la luz y se fué a su habitación.
Mañana tendría un largo día sin duda.

Si, aveces sin que lo pidas, te conviertes en el posible salvador de alguien, aquél o aquella que sólo es capaz de no dejar caer a la persona amada. Y eso sólo aveces.