AWAKE AND ALIVE (Demenflug ❤)

16. En boca cerrada...

Déjame afuera, con la basura, esto no es lo que hago.
Este es el lugar incorrecto para estar pensando en tí.
Es un mal momento para alguien nuevo.
Es un crimen pequeño y no tengo ninguna excusa.

– Damien Rice (9 crimes)

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La nieve que apenas comenzaba a hacer acto de presencia caía bastante despacio, como si el mismo clima congelara el paso del tiempo.
El frío no se hizo esperar, por ende, en fechas como esa los lugares donde se sirviera alguna bebida caliente estaban abarrotados, en especial las cafeterías. Al interior de una de ellas, se encontraba una pareja que conversaba animadamente, un chico de cabello castaño claro llegando al rubio que portaba unos anteojos un poco grandes, una camisa blanca de manga larga y pantalones oscuros, sostenía con ambas manos una tasa con lo que parecía ser chocolate caliente.

— ...Desde entonces colecciono una gran variedad de modelos de aviones a escala...— dijo el muchacho a una bella chica de cabello rojizo con reflejos dorados recogido en una cola de caballo, ella vestía un bonito sacó color negro y pantalones a juego.

— Vaya, entonces ya sé que regalarte en tu cumpleaños, hehe — le respondió ella mientras tomaba por el asa su tasa con delicadeza y daba un suave sorbo de la misma a su chocolate caliente por igual.

— ¿Sabes algo? Me gustaría llevarte a pasear en uno de mis  aviónes algún día, probablemente te diviertas...eh, claro si tú estás de acuerdo...e-es decir umm... — comenzó a tartamudear él al notar que pudo haber incomodado a su cita.
Esto solo ocasionó que la chica riera por lo bajo, divertida con el comportamiento nervioso de su compañero.

— Tranquilo Flug, claro que me encantaría viajar en algún avión tuyo alguna vez. — lo tranquilizó.

— Gra-gracias, o-oye ¿te gustaría que nos fuéramos de aquí? Hay algo de lo que quiero hablarte, en privado.

— Por supuesto Flug, qué te parece una caminata por el parque que hay cerca, me gustaría ver la fuente hecha hielo y la nieve pintar el césped.

— Tus deseos son órdenes, mi lady.— dijo Flug levantándose de su silla, tomó su chaqueta de piel color verde colocada en el respaldo de su asiento, decidió ponérsela de inmediato antes de salir, ya que con el calor agradable que la cafetería brindaba  junto con las personas presentes y las luces decorativas, era más que perfecto para permitirse andar sin abrigo.

Pagaron la cuenta y salieron del lugar, en cuanto abrieron la puerta, un viento gélido se coló en el interior, ganando muchas miradas molestas por parte de los presentes que sintieron la involuntaria caricia invernal.
Ambos rieron ante esto, Flug le ofreció su brazo a Mariana y juntos partieron hacia el parque, el cual quedaba a sólo una cuadra de ahí.

— Me gustan estas fechas, el clima me agrada bastante... aunque...— dijo Mariana haciendo una pequeña pausa.

— ¿Aunque? — preguntó el doctor intrigado.

— Hay veces en las que definitivamente no quiero salir de las mantas en mi cama.— respondió divertida.

— Oh vaya, te entiendo. Mirá ahí está la fuente. — dijo Flug señalando una preciosa fuente de aguas congeladas. A simple vista se veía impresionante.

— Es hermosa, lástima que no podré pedir mi deseo de Navidad.— dijo un poco decepcionada.

— ¿Crees en eso? — cuestionó Flug con una ceja levantada.

— Claro que sí... ¿Y tú Flug?.

— Yo creo que nosotros hacemos nuestros propios deseos realidad.