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Jules

Había tenido momentos incómodos en mi vida. Varios, a decir verdad. Pero no negaré que siempre me había molestado ser el centro de atención y en ese momento cuando todos estaban ahí sin decir ni pío y solamente observándome, deseé dar media vuelta y marcharme por donde había entrado.

Suspiré sutilmente.

Ánimo, son casi de tu edad y si a Seolyoung le caen bien, es probable que a ti también.

—Relájate, no muerden. —Me murmuró en inglés el chico detrás de mí y luego sonrió para dirigirse a sus amigos— Hola, siento la tardanza. —dijo en su idioma natal. Sentí su mano en mi espalda baja y me empujó ligeramente— Ella es Jules. Ya les había comentado de que la traería hoy.

No te quedes de piedra, Julieta, haz algo por el amor a las papas fritas.

Atiné a hacer lo que hacen todos los coreanos al presentarse; me incliné, aunque fue algo rápido y me medio mareé cuando me reincorporé.

—Hola, mucho gusto. —musité.

Deseé que mi coreano no estuviese tan del asco. Había estado practicando con Seolyoung y Minsoo siempre que podían, pero con los nervios no servía mucho.

Oí una ligera risa.

—¡Pero sí es adorable, Seolyoung! —exclamó una chica que estaba casi del otro lado de la sala.

¿Adorable? Lo que menos era yo en el mundo era adorable. Además sentía que me trataba como una niña. Ya, que sí, entendía que el respeto acá por los mayores era algo estricto, pero tampoco por sacarme tres o cuatro años me va a ir hablando como si tuviera ocho.

Dio unos cuantos pasos para acercarse a nosotros y se inclinó. Era bonita y lucía joven, podía pasar desapercibida como alguien de mi edad. Traía el cabello largo y un vestido negro acompañado de unas medias hasta medio muslo y una chaqueta de cuero.

—Mucho gusto, soy Haneul. —Sonrió.

—Hola —Saludé.

—¡Amigo! —Saltó un chico desde un lado de la sala y se le colgó a Seolyoung de los hombros— ¡Dijiste que tenía dieciocho! —farfulló.

—Cumplirá diecinueve pronto, pero sí. —respondió y lo codeó para que lo dejase tranquilo.

—Aigoo, no parece —exclamó y se tapo la boca. Se inclinó— ¡Hola, soy Kijoon! Pero puedes decirme Oppa. —Me guiñó el ojo y recibió un zape en la nuca por parte de Seolyoung.

—O simplemente Joonie. —dijo Haneul, riéndose.

Me reí.

Kijoon era casi tan alto como Seolyoung. Tenía el cabello castaño y algo alborotado, también se notaba a leguas que era el payaso del grupo.

El resto se fue presentando. Aparte de Haneul, habían dos chicas más; Minhee, una chica algo bajita y de pelo rubio corto que no me miraba muy bien que digamos, e Iseul, una de cabello medio pelirrojo ondulado que parecía tener la sonrisa tatuada en el rostro, era agradable y algo aniñada, pero no llegaba a ser irritante.

Y luego estaban los compañeros de piso de Seolyoung más otro chico. Kijoon y Wooseok —un tipo más alto y fornido que mi recién agregado pariente que tenía toda la pinta de poder volarte la cara de un guantazo, pero al final era buena gente— vivían con Seolyoung. El otro era Hyunyoung, un chico algo callado pero admitía que aportaba los mejores comentarios cuando abría la boca y... ¡Me gustaba como hablaba! Se le notaba muy culto y educado.

You can lean on me ➳ Vernon Donde viven las historias. Descúbrelo ahora